Ejecutan al periodista y defensor de los derechos humanos y medio ambiente Ken Saro Wiwa
“La gente habla de contaminación. Pero muchos nunca la han sufrido. Yo sí lo he hecho. He bebido agua contaminada. He pasado toda mi vida en un entorno contaminado.
 
Fyneface Dumnamene Fyneface
Activista medioambiental y de derechos humanos
 

EL 10 de noviembre de 1995, el dictador nigeriano Sani Abacha ejecutó a nueve opositores del Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP), entre los que se encontraba el escritor y ecologista Kenule Beeson Saro-Wiwa.

“Ken” Saro-Wiwa nació el 10 de octubre de 1941 en Bori, Nigeria. Fue un escritor, activista medioambiental, productor de televisión y ganador del Premio Nobel Alternativo y del Premio Goldman para el medio ambiente. Estudió en las universidades de Umuahia e Ibadan y trabajó como profesor en las universidades de Ibadan y Nsukka hasta el inicio de la Guerra de Biafra (1967-1970)[1], una guerra civil suscitada por el intento de secesión de las provincias del sudeste de Nigeria con la intención de establecer la República de Biafra.

En la década de 1980, Kenule Beeson Saro-Wiwa se dedicó a la literatura y a trabajar como comentarista de prensa, radio y televisión. En su trabajo diario denunciaba la explotación que veía en su país, específicamente por parte de la petrolera holandesa Royal Dutch Shell, instalada en Ogoni desde 1958. Hasta entonces, esa empresa había extraído petróleo por valor de 30 mil millones de dólares. Esta explotación medioambiental, entre otras consecuencias, hizo perder a algunas clases trabajadoras, como la de los agricultores, su actividad productiva sin beneficiarse de las riquezas generadas por la industria extractora[2].

Ante este panorama, Saro-Wiwa se dedicó por completo a la mejora de los problemas causados por el petróleo y su explotación. Preocupado principalmente por su región, en 1990 creó y lideró un movimiento social pacifista, el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP), como un medio para hacer frente al tóxico legado de las empresas petroleras. Este movimiento reclamó a las autoridades militares gobernantes en Nigeria que dieran a la región ogoni autonomía política y una proporción mayor de la riqueza procedente del petróleo.

El creciente desastre ecológico en el territorio llegó a los titulares internacionales en 1995 cuando, lastimosamente, el gobierno militar de Nigeria condenó a Saro-Wiwa a muerte junto a otros ocho hombres. El grupo pasó a ser conocido como Los nueve ogonis. A pesar de la oleada de protestas internacionales y tras un juicio que fue tachado de “farsa”, el 10 de noviembre de 1995 se llevó a cabo la ejecución. Con ello, el movimiento ecologista de Nigeria perdió a este dinámico defensor[3].

En febrero de 2021, el Tribunal Supremo de Reino Unido falló –en la causa Okpabi et al vs Royal Dutch Shell et al– en favor de las comunidades de Ogale y Bille que piden justicia por los daños medioambientales causados por Shell, determinando que estas dos comunidades del delta del Níger pueden presentar sus reclamaciones de limpieza e indemnización contra Royal Dutch Shell plc (RDS) y su filial nigeriana, la Shell Petroleum Development Company (SPDC).

Mark Dummett, director del Programa de Asuntos Globales de Amnistía Internacional, ha manifestado: “La batalla no está ganada aún, pero esta sentencia es un importante avance en la consecución de justicia. Es un testimonio de la insistencia y valentía de las comunidades Ogale y Bille, que se han negado a aceptar las excusas de Shell y han luchado durante años para llevarla a los tribunales. Lo logrado hoy podría preparar el terreno para que se haga justicia a las muchas otras comunidades que sufren las consecuencias de la contaminación de Shell. Tras decenios de impunidad, las comunidades del delta del Níger pueden ver por fin a Shell en el banquillo”[4].

 

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