Día de la Resistencia Indígena en reconocimiento de la dignidad y la  diversidad cultural de los pueblos originarios de América
“Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho a la libre determinación, tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y locales”.

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas
Artículo 4

 

A más de cinco siglos del contacto entre Occidente y los pueblos americanos, el 12 de octubre se conmemora como el Día de la Raza en memoria de la lucha que en 1492 libraron los pueblos indígenas y los colonizadores españoles, luego de que el marinero genovés Cristóbal Colón llegara al continente que ahora llamamos América.

Este día fue denominado así originalmente por el mestizaje que nació del encuentro entre los dos grupos culturales tan diferentes. Por un lado, la raza blanca española y, por el otro, la indígena. Con ello se inició la unión entre Europa y América, lo que también se le conoce como el “Encuentro de dos Mundos’[1].

Es importante recordar que Colón creyó haber encontrado las Indias, pues no había una noción sobre el continente americano, por lo que a estas nuevas tierras se les nombró así y, por lo tanto, a sus habitantes, indios. Ambas denominaciones fueron utilizadas tras la colonización europea de América que se perpetuó durante 300 años.

Esta celebración no solo se conmemora en México, sino en la mayor parte de los países americanos y España, aunque con diferentes nombres. No obstante, todos ellos evocan el momento histórico de la Conquista.

En España se le conoce actualmente como Día de la Fiesta Nacional, cuyo antecedente se remonta a 1913, cuando el presidente de la Unión Iberoamericana, Faustino Rodríguez-San Pedro Díaz-Argüelles (1833-1925), propuso una celebración que uniera a España con Iberoamérica. Eligió el 12 de octubre como Fiesta de la Raza; dos años más tarde cambió por el del Día de la Raza. En 1981 se le denominó Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad y, a partir de 1987, se conmemora como el Día de la Fiesta Nacional[2].

Otros países que guardan la tradición de esta festividad son Argentina (Día del Respeto a la Diversidad Cultural), Bahamas (Día del Descubrimiento - Discovery Day-), Belice (Día Panamericano - Pan-American Day-), Bolivia (Día de la Descolonización, después de haberse llamado Día de la Liberación, de la Identidad y de la Interculturalidad), Chile (Encuentro de Dos Mundos), Colombia (Día de la Raza y la Hispanidad), Costa Rica (Día de las Culturas, Día del Descubrimiento y la Raza, pero a partir de 1994 se transformó oficialmente en el Día de Encuentro de las Culturas), Ecuador (Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad), Estados Unidos (Día de Colón -Columbus Day), Guatemala (Día de la Hispanidad), República Dominicana (Día de la Identidad y Diversidad Cultural y también, Día del Encuentro entre dos Culturas) y Venezuela (Día de la Resistencia Indígena).

Hoy día son pocos los países que celebran el 12 de octubre como una alusión a la raza o a la cultura hispanoamericana que surgió en el siglo XVI como fruto de la conquista. Los cambios de denominación están directamente relacionados con la reflexión social e histórica de las poblaciones y depende, en gran medida, de la manera en la que Cristóbal Colón es percibido en cada país.

En el caso de México, hablar de los antecedentes del 12 de octubre nos acerca a un cúmulo complejo de datos históricos del entorno social, económico y político de la época.

Por ejemplo, el 24 de septiembre de 1892, durante el Porfiriato, el Congreso de la Unión decretó el 12 de octubre como un día de fiesta nacional. A partir de 1917 se denominó Día de la Raza a iniciativa del presidente Venustiano Carranza Garza (1859-1920), quien fundamentalmente aportó a la historia de México y de los derechos humanos la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual, tras diversas reformas está vigente hasta nuestros días. Así, se reconocieron los derechos de los campesinos y trabajadores, se promulgaron reformas laborales y se establecieron los estatutos para el salario mínimo, entre muchas otras aportaciones[3].

A la muerte de Carranza, asumió la presidencia Álvaro Obregón (1880-1928). Durante su gestión (1920 a 1924), además de contribuir al avance de la nación, se allegó de colaboradores que también dejaron un legado importante para México, como José Vasconcelos, secretario de Educación, quien impulsó las reformas educativas del momento fomentando el desarrollo cultural con la creación de más de mil escuelas rurales y dos mil bibliotecas públicas como parte de los derechos de la sociedad de aquella época. A Vasconcelos se le recuerda, entre otras cosas, por haber reflexionado sobre la importancia de celebrar el 12 de octubre como El Día de La Raza.

Finalmente, Emilio Portes Gil (1890-1978), como último presidente interino, oficializó en 1929 este festejo cívico tras la aprobación del Congreso de la Unión para declarar el 12 de octubre como fiesta nacional, denominándolo Día de la Raza y Aniversario del Descubrimiento de América.

En la actualidad, aunque en México el Día de la Raza siempre ha tenido un significado asociado al mestizaje y al sincretismo, en los últimos años, a la par que muchos países de América Latina, se ha señalado esta fecha como el Día de la Resistencia Indígena. De norte a sur los pueblos originarios del continente reivindican sus derechos territoriales y agrarios, defienden sus recursos naturales, tierras, identidades culturales, lenguas y su autodeterminación. Incluso han instaurado gobiernos representativos como en Bolivia.

Este interés y cambio de perspectiva en la que se celebra la resistencia de las poblaciones indígenas ha obligado a los Estados y a la misma Organización de las Naciones Unidas a reconocer la pluralidad cultural y étnica de las sociedades. Por otro lado, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que proclama al periodo 2022-2032 como el Decenio de las Lenguas Indígenas. En abril de 2022 México se convirtió en la sede del evento de Alto Nivel de la UNESCO en el que la comunidad internacional definió las metas y acciones a desarrollar durante este decenio[4].

En todo el continente los pueblos indígenas luchan por el reconocimiento de sus identidades y formas de vida, así como defienden sus territorios y recursos naturales. Desde Chile a Canadá, incluidos Centroamérica y México, las comunidades indígenas levantan la voz para tomar en sus manos la historia, reinterpretarla y construir su presente, transformar las decisiones que les afectan a partir de la descolonización de los saberes, visiones alejadas del eurocentrismo, entre otros conceptos que cada día son más importantes.

Por eso, el 12 de octubre ha pasado de ser conocido como el Día de la Raza para convertirse en una jornada de lucha y reivindicación de los pueblos originarios.

En esta fecha se realizan diversas manifestaciones en toda América Latina para conmemorar el Día de la Resistencia Indígena, para reconocer la constancia, la lucha por su dignidad, la diversidad cultural y humana de los pueblos originarios del continente[5].

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