Moisés Sáenz Fundador de la Educación Secundaria en México e impulsor de la Educación Indígena
“Estamos descubriéndonos étnica y socialmente, no ya con aquella sabiduría arqueológica y especialista que disecta a las sociedades y a los agentes, las cataloga y las archiva, que esa especie de saber, si no abundante, no era del todo ignorada. El conocimiento que hoy elaboramos es más dinámico, tiene un sentido social más claro. El indio, por ejemplo, no es objeto de curiosidad científica, sino de inquietud humana; no se le estudia para clasificarlo, ni siquiera para salvarlo, sino para hacerlo nuestro.”

 

 

Moisés Sáenz Garza nació el 16 de febrero de 1888 en Apodaca, Nuevo León. Fue un indigenista, educador, diplomático y político mexicano. Debido a su gran labor, se le reconoce como uno de los mayores impulsores y promotor del mejoramiento de la educación indígena con la fundación de la Casa del Estudiante Indígena, el crecimiento de las Escuelas Rurales y el establecimiento de la Escuela Secundaria en México. [1]

El educador, Moisés Sáenz, creció en una familia de escasos recursos, pero esto no fue obstáculo para sus padres, el señor Juan Sáenz Garza y la señora Concepción Garza de Sáenz, ya que ellos lograron brindarle una buena educación, ingresando becado en el Instituto Laurens de Monterrey, en el Colegio Civil, para realizar sus estudios primarios y finalmente concluye sus estudios a los 21 años donde se gradúa de profesor en la Escuela Normal de Jalapa, Veracruz. Este se consideraba uno de los centros educativos de mayor prestigio del país. Es en estos momentos cuando Moisés Sáenz comienza a demostrar su gran espíritu de educador y su corriente pedagógica. En los Estados Unidos realiza una especialización en Ciencias Químicas y Naturales y en Columbia obtiene un doctorado en Filosofía, con su tesis: “La educación comparada” la cual incluía una adaptación para las escuelas de segunda enseñanza en México (la actual educación secundaria). Durante su estancia en Columbia conoce a John Dewey, filosofo reconocido por su concepto de la “Escuela Activa” para obtener una educación pragmática con efectos directos en la comunidad, esta influencia lleva a Moisés a orientar sus ideas pedagógicas al desarrollo educativo de las comunidades con más necesidades. Se dedica especialmente a las comunidades indígenas. [2]

Regresa a México en plena Revolución mexicana en 1915 y con su excelente formación académica desempeña diversos cargos públicos: fue nombrado Director de Educación del estado de Guanajuato; de 1917 a 1920 en la Ciudad de México se desempeña como director de la Escuela Nacional Preparatoria; y en 1924 toma el cargo de Oficial Mayor y después de subsecretario dentro de la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde donde impulsa las misiones culturales que repercutirán en todo el país. También realiza varias reformas a nivel de educación pública, llegando así a implementar la educación secundaria: convirtiendo la educación pre-vocacional de las preparatorias en la escuela de bachilleres, con lo cual se facilitó la transición de los adolescentes desde las escuelas primarias. Además, se elevó la calidad educativa de los estudiantes que aspiraban a estudios profesionales. Estas innovaciones generaron el interés de la comunidad educativa internacional, recibiendo la atención y visita de prestigiosos pedagogos como el mismo Dewey, entre otros, también llevaron a sus países ideas de inclusión educativa similares a las del Maestro Moisés.

Sáenz Garza se distinguió como un pensador serio y estimulante, profundamente imbuido de los problemas que México confrontaba como nación. Como educador y estudioso de la sociedad notó que el problema más grave al que México se enfrentaba era la ausencia de unidad social; específicamente el aislamiento de los indígenas, en su medio rural, del resto de la población. Según con su teoría, el medio más efectivo para reducir esta brecha y este aislamiento era la Escuela Rural. Debido a esto Sáenz viajo a diversos estados de la República entre ellos Puebla y San Luis Potosí y dentro de esos viajes Sáenz tuvo mayor claridad de las limitaciones con las que se tenía que luchar en la educación en áreas rurales, uno de ellos era la inadecuada comunicación entre los sistemas estatal y federal con relación a la “escuela activa”.

Es por ello que Moisés Sáenz propuso ante la SEP un proyecto que contribuiría para incorporar a las comunidades indígenas en México. Dicho proyecto la SEP lo admitió y nombra a Sáenz como Director del proyecto, al cual denomino “Estación Experimental de Incorporación del Indio”. Posteriormente con base en esto Sáenz escribe una obra llamada “Carapan: bosquejo de una experiencia”, donde expone parte de su investigación pedagógica.

Es importante destacar de este educador, que parte de su labor educativa consistió en el trabajo con docentes y análisis de planes y programas educativos, para proponer acciones que se pusieran en práctica y que satisficieran las demandas de la comunidad[3]. Fue maestro en la Escuela Normal y en la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Tiempo después en el año 1925 se expidieron dos decretos presidenciales, que dieron más solidez al proyecto de la Educación Secundaria. El primer Decreto 1848, del 29 de agosto, autorizaba a la SEP para crear escuelas secundarias y darles la organización que fuese pertinente. El segundo, se publicó el 22 de diciembre y fue el Decreto 1849, que facultó a la SEP para que creara la Dirección General de Escuelas Secundarias, mediante la cual se realizaría la administración y organización del nivel .[4]

Por otro lado, con el propósito de atender la formación del personal docente de las escuelas secundarias, se creó en 1936 el Instituto de Preparación de Profesorado de Enseñanza Secundaria. Para 1936 Moisés Sáenz representa a México como ministro en Dinamarca y Ecuador, y finalmente es nombrado diplomático en Lima, Perú. Entre 1936 y 1938 participa en importantes conferencias latinoamericanas sobre el tema indigenista que resolvieron en la creación de un Instituto Indigenista Interamericano. Durante los años siguientes, Moisés Sáenz permanece en Perú como diplomático en diferentes puestos. [5]

  • “El Indio Ecuatoriano”
  • “El indio peruano”
  • “Un día de muertos en Janitzio”
  • “México íntegro”, entre otras.

El principal aporte a la educación en México de este gran maestro visionario neolonés, fue la creación de la Educación Secundaria como una etapa transicional complementaria y necesaria en el proceso educativo, en el cual consideró no solo el derecho a la educación, sino las necesidades de la infancia y adolescencia, así como a las comunidades indígenas, las condiciones donde se llevaba a cabo el proceso educativo, sus necesidades y características. Logró promover y establecer la educación secundaria como una posibilidad de desarrollo para los alumnos con tendencia a la preparación científica y profesional. Otro gran aporte fue poner la atención en la educación de las comunidades indígenas y la creación de las Escuelas Rurales.

Con un espíritu positivista propio de su época, enfatizó la importancia de la organización y sistematización de la educación de forma científica, como un conjunto de conocimientos sistematizados. En sus conferencias le adjudica el fracaso de la educación mexicana a la falta de educación científica y pragmática. Le atribuye como consecuencias la tendencia al lirismo, la vaguedad, la teorización y la falta de solidez en el pensamiento idiosincrásico mexicano.

El maestro regiomontano, pugnaba por una pedagogía a largo plazo, de carácter científico y democrático. Luchaba por la separación de las instituciones educativas de las católicas. [6]

Moisés Sáenz Garza falleció el 24 de octubre de 1941 en Lima, Perú, en funciones de embajador, tenía 53 años. Sus restos fueron inhumados en la actual Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón Civil de Dolores de la Ciudad de México por decreto presidencial de 29 de junio de 1981. [7]

Área Responsable