Ryszard Kapuściński  Periodista, escritor e historiador polaco, referente moral del periodismo del siglo XX por su destacado humanismo
“Mi tema principal es la vida de los pobres. Si soñáis con ser periodistas no podéis ignorarlos. Los pobres constituyen el 80% de la población de este planeta. La pobreza no tiene voz. Mi obligación es lograr que la voz de estas personas sea escuchada.”
Ryszard Kapuscinski
 

 

El periodista, historiador, escritor de novelas, ensayos y poesías Ryszard Kapuscinski, nació el 4 de marzo de 1932 en Pinsk (Bielorrusia, Polonia). Considerado el periodista más importante del siglo XX debido a su trayectoria de cincuenta años, su compromiso con el bien común, su identificación plena con la época en la que vivió, destaco con su actuar y legado que dejo para las generaciones futuras del trabajo periodístico siempre de la mano de la ciudadanía, ejerció su profesión con visión social, con mirada inclusiva y solidaria que empatizaba con las carencias y necesidades de la población, para proponer, integrar, analizar y a través del mensaje, provocar cambios positivos en las comunidades. Consideraba que el periodismo estaba llamado a resguardar la democracia. Asimismo, reivindicó aquellos continentes y países que fueron olvidados por el primer mundo, acciones que le valieron numerosos honores y premios, como el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2003, y doctorados Honoris Causa por numerosas universidades. Fue también miembro de la Academia Europea de las Ciencias y las Artes .[1]

En el año 1953, ingresó en el Partido Comunista de su país y obtuvo su tituló en Historia en la Universidad de Varsovia tres años después. Durante un largo tiempo trabajó como corresponsal, en total, visitó 100 países de Europa, África y América Latina, siendo testigo de fenómenos sociales que después describió en sus 21 libros publicados y en los artículos que acogieron medios de renombre como el New York Times, la revista Time y el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Para la década de los ochenta, Kapuściński se dedicó a viajar, algo que continuó haciendo hasta el final de sus días, aunque no como corresponsal, sino como invitado a conferencias, universidades, presentaciones de libros y otros actos. Fue maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada y presidida por el escritor Gabriel García Márquez .[2]

Es importante recordar a Ryszard Kapuscinski como uno de los más brillantes del periodismo europeo habiendo cubierto procesos de independencia y revoluciones en África, América Latina y Asia. La obra de Kapuscinski se caracteriza por la acertada combinación entre una exhaustiva documentación previa, las propias vivencias en la zona, el conocimiento profundo de sus habitantes y una extraordinaria capacidad de análisis de los acontecimientos histórico-políticos, todo ello relatado con gran estilo literario [3]. Ryszard Kapuściński fue y continúa siendo una figura clave para analizar y comprender los principales procesos que se llevaron a cabo durante el siglo XX a través de un nuevo modelo de periodismo literario, único en su categoría, a la vez que proyecta un recuento muy íntimo de las experiencias del autor en el campo. Uno de los rasgos más singulares de la vida y el pensamiento del reportero es su metodología de trabajo de campo, su enfoque humanista y el énfasis que hace sobre la importancia del entendimiento para con el otro .[4]

En los últimos años de su carrera, muchas de las historias que el polaco capturó en textos fueron Un día más con vida, Viajes con Heródoto y El imperio, siendo puestos en duda por especialistas que detallan ciertas imprecisiones en el reportaje e incluso apuntaban que el autor había inventado fuentes y hechos que beneficiaban su escritura. Kapuściński siempre se defendió. Él no era un reportero, era un periodista narrativo .[5]

Al ser Kapuscinski ponente en una de aquellas ocasiones que se encontraba dando un curso de periodismo, le preguntaron: ¿De qué lado anda un periodista que cubre una guerra desde la trinchera?, ¿Puede cambiar la realidad de la que escribe? a lo que Kapuscinski respondió: “Mi tema principal es la vida de los pobres. Si soñáis con ser periodistas no podéis ignorarlos. Los pobres constituyen el 80% de la población de este planeta. La pobreza no tiene voz. Mi obligación es lograr que la voz de estas personas sea escuchada” .[6]

La comunicación y la información veraz y diversa, que se pone al alcance de la población y con un uso público debe ser un derecho humano inalienable, Kapuscinski, no solo lo entendía así, también consideraba que “para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas, solo así se puede intentar comprender a las demás personas, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.”

El reportero polaco, idealista, discípulo de numerosos campos del saber y amigo de las causas perdidas falleció en Varsovia el 23 de enero de 2007. Sigue siendo un referente del periodismo humanista.

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