“El Decenio Internacional de los Afrodescendientes
exhorta a los Estados Miembros y a las personas
de todo el mundo a acabar con la discriminación
racial y la exclusión sistemática de los afrodescendientes.
Los Estados tienen la responsabilidad específica
de facilitar la participación plena y en condiciones
de igualdad de los afrodescendientes en la vida
pública, política y económica, y de garantizar la
igualdad de acceso a la justicia y una igual
protección ante la ley.”1

António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas

La Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de noviembre de 2014, a través de la resolución A/RES/68/237 decide proclamar el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, que comenzara el 1 de enero de 2015 y terminará el 31 de diciembre de 2024, con el tema “Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo,2 el cual confirma la voluntad de la comunidad internacional de revelar la historia, la memoria y las implicaciones contemporáneas de la esclavitud en las diferentes regiones del mundo.3

De igual forma este Decenio constituye un auspicioso período de la historia en el que las Naciones Unidas, los Estados Miembros, la sociedad civil y todos los demás agentes pertinentes se sumarán a los afrodescendientes y adoptarán medidas eficaces para poner en práctica el programa de actividades en un espíritu de reconocimiento, justicia y desarrollo.4

La discriminación que sufren los afrodescendientes conlleva a ciclos de desventaja y transmisión intergeneracional de pobreza, que impiden su desarrollo humano, como son los obstáculos para acceder a una educación de calidad y terminarla repercuten en el acceso a los mercados de trabajo y el tipo de trabajos obtenidos, de modo que se les rechaza en puestos de trabajo debido a la falta de formación académica o al racismo estructural.5

De igual manera la relativa ausencia de reconocimiento y de valoración social de sus historias, legados y culturas en los programas de educación, en las culturas nacionales y en los medios, así como las representaciones negativas de los afrodescendientes, perpetúan los prejuicios instaurados a lo largo de siglos durante el periodo esclavista y la época colonial. 6 Alrededor de 200 millones de personas que se identifican a sí mismos como descendientes de africanos viven en las Américas. Muchos millones más viven en otras partes del mundo, fuera del continente africano.7

Conforme a esto el decenio se centra en la protección de los derechos de las personas de ascendencia africana, reconociendo sus aportaciones y la preservación de su rico patrimonio cultural.8

Teniendo como principales objetivos del Decenio los siguientes:

  • Promover el respeto, la protección y la realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de los afrodescendientes;
  • Promover un mejor conocimiento y un mayor respeto por la diversidad del patrimonio y la cultura de los afrodescendientes y su contribución al desarrollo de las sociedades;
  • Aprobar y fortalecer marcos jurídicos nacionales, regionales e internacionales de conformidad con la Declaración y el Programa de acción de Durban y la Convención Internacional sobre la eliminación de todas la formas de discriminación racial, y asegurar su aplicación plena y efectiva.9