Asunto
“Se convirtió en un ávido lector de la prensa revolucionaria: el histórico El Hijo del Ahuizote, El Diario del Hogar de Filomeno Mata y fundamentalmente, de Regeneración. De este último, manifestaba: ‘Lo leí con avidez... y desde ese instante estuve en el futuro Partido Liberal Mexicano... Guardé el periódico en el interior de la camisa y lo volví a leer en casa’.”
 
Anna Ribera Carbó
La patria ha podido ser flor. Francisco J. Múgica, una biografía política
 
 

Francisco J. Múgica Velázquez nació el 3 de septiembre de 1884, y murió el 12 de abril de 1954, a los setenta años de edad. Entregado a la causa de la justicia y la libertad, fue periodista en tiempos de Porfirio Díaz, escribiendo en su contra, y un destacado revolucionario y político mexicano. Amigo de Lázaro Cárdenas, algunos historiadores lo reconocen como maestro ideólogo de este ilustre presidente mexicano[1].

Hijo del profesor Francisco J. Múgica Pérez y de Agapita Velázquez Espinoza, Francisco J. Múgica nació en Tingüidín, Michoacán. Sus raíces familiares se entrelazan con la historia del esclavismo en la región, pues su bisabuelo paterno fue un esclavo indígena que se liberó. La familia se dedicó por un tiempo a la artesanía y la curtiduría, lo cual permitió al abuelo paterno estudiar y hacer de la carrera magisterial una profesión familiar. Estas raíces provocaron la entrega total de Francisco J. Múgica a las causas revolucionarias de justicia social e igualdad.

Entre 1898 y 1904, Múgica estudió en el Seminario Diocesano de Zamora, Michoacán, pero no le fue fácil: su rebeldía juvenil causó más de un castigo, entre ellos la expulsión. De inteligencia vivaz, no dudaba en cuestionar. Dos años después, en 1906, comienza a trabajar como cobrador o receptor de rentas. Esto abriría sus ojos a la realidad popular, al abuso y robo con el que se victimizaba a la población indígena. También atestiguó la leva, y cómo los hombres libres de la región preferían huir al cerro y sobrevivir como pudieran a ingresar al ejército porfirista. Y con ellos, también, conoció la prensa revolucionaria, cuyos ideales haría propios, en especial los magonistas. Fue corresponsal de El Diario del Hogar y Regeneración[2].

Vivió la prisión por primera vez en 1909, cuando fue encarcelado por apoyar el movimiento de Bernardo Reyes Ogazón en Jalisco —contra el candidato porfirista a la vicepresidencia de México, Ramón Corral—[3].Al salir fundó su propio periódico, El 1910. Cuando se lo censuraron y cerraron, siguió su lucha integrándose al movimiento maderista. para ello viajó a San Antonio, Texas, a entrevistarse con la Junta Revolucionaria, planeando ahí la estrategia a seguir. Regresó a México con armas para los combatientes, y se sumó a las filas de Pascual Orozco, participando en la toma de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Venustiano Carranza lo nombró director general de Estadística de su gobierno en Coahuila, y luego lo envió como informante de los sucesos de la Decena Trágica. Desde las filas constitucionalistas combatió a Victoriano Huerta. En 1913 participó con Lucio Blanco en el primer reparto agrario en el norte del país, en la Hacienda de Borregos, razón por la cual Carranza le retiró su apoyo. Hombre de conciencia libre, continuó su lucha conforme a ésta: donde estuviera, y cualquiera que fuera su función o mando, priorizó la repartición agraria.

Constituyente por Michoacán en 1917, con Heriberto Jara y Luis G. Monzón formó parte de los diputados radicales impulsores de los artículos 3, 27, 123 y 130[4] de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En 1920 se unió al Plan de Agua Prieta, para destituir a Carranza, y asumió la gubernatura de Michoacán en 1920. Dejó esa posición al romper dos años después con Álvaro Obregón, quien era presidente (1920-1924). Retornó a la vía política pública hasta el gobierno de su amigo y coterráneo Lázaro Cárdenas (1934-1940). Durante su mandato ocupó los cargos de secretario de Economía (1934-1935) y de Comunicaciones y Obras Públicas (1935-1939), siendo clave en el proceso que condujo a la expropiación petrolera. Durante su retiro como gobernador y su reaparición al lado de Cárdenas, en 1928 fue director del penal de las islas Marías, donde intentó reformas humanitarias.

Para muchos políticos de aquella época del siglo XX, Francisco J. Múgica era el sucesor lógico de Cárdenas, por ello sus seguidores en el partido de la Revolución Mexicana (PRM) formaron en 1939 el Centro Pro Múgica. Cuatro fueron los personajes que pelearon en ese entonces por la candidatura presidencial, para poder contender en las elecciones nacionales: los generales Rafael Sánchez Tapia y Gildardo Magaña, agrarista éste, Manuel Ávila Camacho, quien era con Cárdenas ministro de Guerra, y Múgica. Los dos primeros no tenían suficiente apoyo como para mantenerse en pie, así que la pelea interna se dio entre los dos últimos. El juego no fue limpio y, tras escuchar diversas opiniones y comprobar su fortaleza real entre las bases partidistas y el pueblo, el 14 de julio de 1939, Francisco M. Múgica presentó su renuncia como candidato. Manuel Ávila Camacho quedó sin oposición, y fue el candidato del PRM, accediendo a la presidencia de la República[5] tras las sangrientas elecciones del 7 de julio de 1940. Para entonces, Francisco J. Múgica ya había regresado a Michoacán. Entre 1941 y 1945, en un destierro tácito, fue nombrado gobernador y comandante militar del territorio de Baja California Sur, donde introdujo el primer transporte aéreo que permitió a la región comenzar a salir de su aislamiento.

En 1951, Múgica, con ese impulso de conciencia que lo volvía casi imparable y siempre comprometido, formó el Partido Constitucionalista Mexicano para enfrentar la candidatura de Adolfo Ruiz Cortines. Al no obtener el registró, se alió con otro de los personajes más importantes de la historia política nacional: Miguel Henríquez Guzmán, a quien respaldaba la Federación de Partidos del Pueblo mexicano (FPPM), espacio de encuentro de todos aquellos sectores desilusionados por lo que consideraban una traición a la Revolución por parte del ya llamado Partido Revolucionario Institucional (PRI, 1946). La FPPM había sido fundada en 1945 por el zapatista Genovevo de la O. El Henriquismo fue derrotado a la mala, con guerra sucia y juego bajo, pero queda su ejemplo de integración pacífica, de verdadera organización y asociación política nacional a partir de la conciencia sociopolítica de sus miembros, y no de intereses partidistas o personales.

Cuando Adolfo Ruiz Cortines fue nombrado presidente en 1952, Francisco J. Múgica se retiró de la vida política. Murió dos años después, el 12 de abril de 1954, en la Ciudad de México. Le sobrevivió su esposa Carolina Escudero Luján, incansable compañera en su lucha, quien mantuvo su memoria y batallar hasta el año de su propia muerte, el 2000[6].

En 1984, el Congreso de la Unión mandó inscribir en letras de oro su nombre en el recinto de la Cámara de Diputados.


[1] https://inehrm.gob.mx/work/models/Constitucion1917/Resource/648/Mugica.pdf
[2] https://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/MFJ84.html
[3] https://www.jornada.com.mx/2010/02/18/jalisco.html
[4] Art. 3: Educación; Art. 27: Tenencia de la tierra y propiedad nacional del subsuelo; Art. 123: Derechos de los Trabajadores; Art. 130: Secularización de los bienes del clero.
[5] https://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/MFJ84.html
[6] https://www.jornada.com.mx/2019/07/05/opinión/016a2pol