Nacimiento de Vicente Guerrero Insurgente que consumó la Independencia y 1er Presidente afromexicano
“Allí tenéis a Guerrero, a ese hombre que nos envidian las naciones más grandes de la tierra; para quien los reveses eran razones para ser fiel; para quien la esperanza era un motivo para perseverar; para quien la miseria no era un obstáculo; para quien la familia no era una cadena que lo atara al poste de la inacción; para quien la envidia era un sentimiento desconocido; para quien la cobardía era una vana palabra; para quien los alimentos estaban en los bosques y las municiones en las cartucheras del enemigo”
 
Ignacio Manuel Altamirano
Abogado, escritor, periodista, maestro y político
héroe de la Independencia
 
 

Vicente Ramón Guerrero Saldaña nació el 9 de agosto de 1782 en Tixtla, actualmente en el estado de Guerrero. Su padre fue Pedro Guerrero, un afromexicano, y su madre, Guadalupe Saldaña, era una indígena mexicana. De familia campesina y pobre, fue arriero y se dedicó a las labores del campo hasta que el movimiento de independencia llamó su atención, viendo en él la posibilidad de luchar por un mundo más justo y libre para el pueblo de una Nueva España clasista y racista[1].

La labor polifacética de Vicente Guerrero marcó el ámbito social, militar y político de la primera mitad del siglo XIX. Insurgente bajo las órdenes de Morelos, miembro del ejército nacional insurgente que sobrevivió a la guerra y consumó la Independencia de México, representante del grupo de los yorkinos en las elecciones de 1828 y presidente de la República. Un hombre admirado y respetado por sus habilidades como militar, político, y por su inteligencia y alta moral, y despreciado y ofendido por otros cuyos prejuicios raciales lo hacían objeto de insultos, refiriéndose a sus capacidades intelectuales y su origen racial, pese a que él mismo expidió el 15 de septiembre de 1829 el decreto de la abolición de la esclavitud y clamó por los derechos ciudadanos, porque, aunque el sistema de castas había desaparecido de la legislación, el racismo prevaleció. Muestra del menosprecio por el origen del general son las imágenes que se plasmaron de él que van del elogio al insulto, incluyendo el blanqueamiento intencionado para hacerlo más acorde con los ideales de la clases política y militar dominantes en la época[2].

Vicente Guerrero tomó por primera vez las armas en la insurgencia junto a Hermenegildo Galeana en 1810. Con el tiempo, José María Morelos reconoció sus méritos y valentía y lo nombró capitán, ordenándole instruirse en el manejo de las armas, la fabricación de pólvora y las estrategias de guerra[3].

Cuando Morelos fue fusilado en 1816, Vicente Guerrero se mantuvo en pie de guerra y rechazó los ofrecimientos de indulto. Concentró sus esfuerzos en atacar y hostigar a las poblaciones ocupadas por las tropas realistas desde la cuenca del río Mezcala hasta la costa del Pacífico, atreviéndose a atacar al puerto de Acapulco. Hizo de la guerra de guerrillas el medio para mantener viva la llama de la independencia en el suroeste y sureste del país. Tuvo victorias y pérdidas, pero se mantuvo como figura de la resistencia y el levantamiento[4].

En 1821 Guerrero vislumbró condiciones propicias para concluir el proceso independentista e inició comunicación con los jefes realistas para negociar acuerdos de paz, entre ellos estaba Agustín de Iturbide. De ahí surgió el Ejército Trigarante o de la Tres Garantías y colocó al movimiento independentista bajo tres principios rectores: religión, independencia y unión de todos los mexicanos. Después de encontrarse en Córdoba, Veracruz, con el recién llegado virrey Juan O’Donojú –liberal de profunda congruencia– y firmar los tratados que dieron por terminada la guerra independentista, en septiembre de ese mismo año, al mando de aquel ejército, Iturbide entró triunfalmente en la capital.

En un principio Iturbide proclamó la Independencia y se puso al frente de un gobierno provisional, pero un año después, el 21 de julio de 1822, se coronó emperador de México. En diciembre de ese año varios caudillos se levantaron en armas y Guerrero se unió a la sublevación a favor de un sistema republicano junto a Antonio López de Santa Anna. Iturbide cayó en 1823 y, tras un periodo constituyente, el Congreso eligió primer presidente de la República de México a Guadalupe Victoria (1824-1829), quien incluyó en su primer gabinete a Vicente Guerrero como ministro de Guerra[5].

En 1828 hubo elecciones en el país, pero el Congreso las declaró nulas y el 12 de enero de 1829 otorgó el cargo presidencial a Guerrero, con Anastasio Bustamante como vicepresidente. En julio de 1829, durante su gestión, enfrentó con éxito el intento de reconquista por parte de un grupo bajo el mando del brigadier español Isidro Barradas. Guerrero envió a Santa Anna y a Manuel Mier y Terán a enfrentarlos, y éstos consiguieron derrotarlos el 10 de septiembre, en Tampico[6].

Sin embargo, el problema mayor no venía del exterior, sino que se encontraba al interior: el 5 de diciembre de 1829 Bustamante proclamó el Plan de Jalapa, lugar en que se encontraba apostado, listo para combatir a Barradas en caso de hacer falta. En el plan desconocía a Vicente Guerrero y a su gobierno. El caudillo de Tixtla se vio obligado a solicitar permiso de las Cámaras para salir a combatir la sublevación, pero en cuanto dejó la capital, el 18 de diciembre, la guarnición de la Ciudad de México se levantó en su contra. Para el día 20 el Congreso lo declaró “imposibilitado” para gobernar, argumentando incluso con prejuicios y groseros alegatos racistas, al tiempo que se reconocía a Anastasio Bustamante como presidente, tras de lo cual éste hace su entrada triunfal en la capital del país al iniciar el año 1830[7].

Vicente Guerrero, valiente como era, se defendió. La acción del Congreso lo había vuelto prófugo de la ley, y como tal se le perseguía, pero con sus allegados retomó en el sur la guerra de guerrillas contra el usurpador. Temiendo que su fuerza creciera, Bustamante optó por la traición. Con la complicidad de su ministro de Guerra, José Antonio Facio, el 21 de octubre de 1830 recurrió a un mercenario: el capitán de marina genovés, Francisco Picaluga, quien aceptó, a cambio de dinero, entrampar a Guerrero y apresarlo. El 14 de enero de 1831 Picaluga invitó a Guerrero a una comida a bordo del bergantín El Colombo en el puerto de Acapulco. Allí fue hecho prisionero y encadenado, mientras el navío levaba anclas con rumbo a Huatulco, Oaxaca, donde lo esperaba el capitán Miguel González con órdenes de custodiarlo. De ahí fue escoltado hasta la ciudad de Oaxaca, donde Valentín Canalizo dirigió un juicio sumario. Entre otras cosas se le acusó de rebelión y usurpación sin permitírsele la defensa. Fue fusilado en el pueblo oaxaqueño de Cuilapan el 14 de febrero de 1831 cuando tenía 39 años de edad.[8]

El 27 de octubre de 1849, el Congreso de la Unión, resarciendo el daño previo en la medida de lo posible, constituyó legalmente el estado libre y soberano de Guerrero en honor a este gran caudillo insurgente. Actualmente, los restos de Vicente Guerrero se encuentran en la Columna de la Independencia de la Ciudad de México y, desde 1971, su célebre frase: “La patria es primero”, está grabada con letras de oro en el muro de honor del Salón de Plenos de la Cámara de Diputados.


[1] http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16592011000200003
[2] http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16592011000200003
[3] https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guerrero_vicente.htm
[4] https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/3374/VicenteGuerrero.pdf
[5] https://www.gob.mx/epn/articulos/vicente-guerrero-1782-1831
[6]https://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/GUS83.html#:~:text=Memoria%20Pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico&text=Naci%C3%B3%20en%20el%20seno%20de,el%20hoy%20estado%20de%20Guerrero
[7] http://guerrero.gob.mx/articulos/vicente-guerrero-1782-1831/
[8]http://www.archivohistorico2010.sedena.gob.mx/personajeshistoricos/vicente-guerrero-saldana

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