Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques
“Mientras el mundo está luchando para contener la pandemia de Covid-19, los niños y los jóvenes que viven en zonas de conflicto son los más vulnerables a los efectos devastadores de la pandemia. Debemos asegurarnos de que nuestros niños tengan un entorno seguro en el que adquirir los conocimientos y competencias que necesitarán en el futuro.”

António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2020

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 09 de septiembre de 2020 como el Día Internacional para la Protección de la Educación de Ataques.

La resolución revela la situación extrema que experimentan más de 75 millones de niños y adolescentes distribuidos en 35 países afectados por la crisis sociales, económicas, políticas y humanitarias. De igual manera, se expresa la preocupación por los efectos de la violencia, los cuales afectan a los infantes y sus posibilidades de acceso a la educación. Las necesidades exigen una atención especial que va más allá de las consecuencias generadas por los cierres temporales de las escuelas debido a la pandemia de COVID-19[1].

Los ataques a la población infantil siguen sin disminuir en los territorios bélicos, por lo cual los involucrados incumplen una de las normas de la guerra: la protección de los niños. No se puede garantizar el derecho de un niño a la educación en zonas de conflicto si no se protege la propia educación. Cuando no van a la escuela, se convierten en objetivo de abusos, explotación y reclutamiento en fuerzas y grupos armados[2].

La Asamblea General afirma que los gobiernos tienen la responsabilidad fundamental de proporcionar protección y asegurar una educación de calidad, inclusiva y equitativa a todos los estudiantes, en especial a los que se encuentran en situaciones vulnerables. Además, se destaca la necesidad de incrementar los esfuerzos y aumentar la financiación para promover entornos escolares seguros, que sirvan de protección en las emergencias humanitarias. Incluye posibles medidas para proteger el complejo estudiantil, alumnos y el personal docente de ataques, así como evitar las acciones que impidan el acceso de los niños a una educación y facilitar el acceso a la enseñanza en situaciones de conflicto armado[3].

Respecto a la decisión unánime de celebrar este día, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, expresó

“A medida que el mundo comienza a planificar la reapertura de las escuelas una vez que la pandemia de Covid-19 se vaya mitigando, debemos asegurarnos de que las escuelas sigan siendo espacios de aprendizaje seguros, incluso en los países en conflicto”. "Atacar una escuela es una violación de la humanidad y de la decencia básica. No podemos permitir que estos ataques insensatos destruyan las esperanzas y sueños de toda una generación de niños y niñas”[4].

De acuerdo con el Informe de Educación 2020 de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) Uniendo fuerzas por la educación de las personas refugiadas, se muestra que el 48% de la niñez refugiada en edad escolar no asiste a la escuela y ha visto interrumpida su formación por culpa de la guerra y del desplazamiento. Tan solo en la región africana del Sahel, la cual limita al norte con el desierto del Sahara, y al sur con la sabana sudanesa, la violencia ha obligado a cerrar más de 2,500 escuelas, dejando sin acceso a la educación a 350,000 estudiantes[5].

En el marco del Día Internacional para la Protección de la Educación de Ataques, la ONU envía un claro mensaje sobre la importancia de que las escuelas sean lugares protegidos y seguros para estudiantes y maestros, y que es necesario que la educación siga siendo una prioridad en la agenda de políticas públicas, a pesar de la pandemia de COVID-19 que ha llevado al cierre de escuelas y afectado a más del 90% de los estudiantes del mundo[6].

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