Entra en vigor la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
“A lo largo de 40 años de la Convención y después que han pasado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, cuando uno analiza, ciertamente creo que ha habido avances. No se pueden desconocer. Avances, sobre todo, en visibilización, en la importancia de los derechos de las mujeres como derechos humanos. Estamos a 25 años de la conferencia de Viena que dejó expresamente que los derechos de las mujeres son derechos humanos.”

Magalys Arocha
Vicepresidenta del Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
2018

 

La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, conocida por sus siglas en inglés como CEDAW (Convention on the Elimination of All Forms of Discrimination against Women), fue adoptada en diciembre de 1979 por Resolución 34/180 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y su entrada en vigor fue el 3 de septiembre de 1981[1].

La CEDAW es el segundo instrumento internacional más ratificado por los Estados miembro de la ONU. Su importancia estriba en constituirse como el primer instrumento que reconoce explícitamente las condiciones estructurales de desventaja de las mujeres, considera las diversas formas de discriminación que viven día con día y establece parámetros de políticas públicas para combatirlas.

Dicha Convención provee un marco obligatorio de cumplimiento para los países que la han ratificado para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas y determina que los Estados parte deben incorporar la perspectiva de género en todas sus instituciones, políticas y acciones con el fin de garantizar la igualdad de trato, esto quiere decir, que no exista discriminación directa ni indirecta de la mujer, así como promover la igualdad sustantiva o la igualdad de resultados. Discriminar a las mujeres por su sexo significa distinguirlas o excluirlas arbitrariamente y sin razones justificadas del ejercicio y goce de sus derechos humanos[2].

En 30 artículos, la CEDAW reconoce derechos (a la igualdad, integridad personal, participación política y nacionalidad, entre otros), conceptualiza lo que es la discriminación contra la mujer, establece las guías y las estrategias para eliminarla y hacer realidad la igualdad entre hombres y mujeres en los ámbitos público y privado, así como en las áreas educativa, social, económica, cultural, política y laboral.

Aunado a ello, dentro del artículo 17 de la CEDAW se explica que con la finalidad de verificar el cumplimiento de los derechos y obligaciones derivadas de la Convención y de evaluar los progresos alcanzados en la eliminación de la discriminación en contra de la mujer, se determina la creación del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, el cual se compone de 23 expertos independientes electos por los Estados que son parte de la Convención. Una de las funciones principales del Comité de la CEDAW consiste en estudiar y analizar la situación de las mujeres de cada uno de los Estados parte, mediante un informe presentado periódicamente (cuatrienal o cuando le sea requerido) por cada país. Al realizar todo lo anterior, el Comité analiza los informes y emite observaciones y recomendaciones.

La CEDAW fue suscrita por México el 17 de julio de 1980 y la ratificó el 23 de marzo de 1981, tras de lo cual, el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos declaró[3]:

“…se deberá entender que las disposiciones de esta Convención, que corresponden esencialmente a lo previsto por la legislación mexicana, se aplicarán en la República conforme a las modalidades y procedimientos prescritos por esta legislación, y que el otorgamiento de prestaciones materiales que pudiesen resultar de la Convención se hará en la medida que lo permitan los recursos con que cuenten los Estados Unidos Mexicanos”.

Además, a partir de la Reforma Constitucional de Derechos Humanos en México, publicada el 10 de junio de 2011, los derechos humanos contenidos en los tratados internacionales que México ha firmado, adquirieron el mismo nivel jerárquico que los derechos contenidos en la Constitución. Esto significa que México está obligado a cumplir con la CEDAW como instrumento legal del más alto nivel y es responsable de las violaciones contra la Convención que ocurran dentro de su territorio[4].

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