Fidel Castro. Revolucionario y estadista cubano. Defensor de la soberanía e independencia de su país, símbolo de resistencia en el mundo. Nacimiento 13 de agosto

Fidel Alejandro Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, antigua provincia cubana en la zona oriente de la isla. Hijo de Ángel Castro Argiz y Lina Ruz González. Su padre era migrante gallego; al llegar a Cuba había conseguido cierta propiedad y, campesino de arraigo, en ella se dedicó a la producción cañera. Su madre provenía de una familia campesina de la provincia de Pinar del Río. Fidel Castro es uno de los grandes protagonistas de la historia y la política del siglo XX, y una de las figuras más relevantes de la historia cubana y latinoamericana. Se le considera padre de la Revolución Cubana.[1]

Sus primeros estudios fueron en la escuela pública rural de Birán, continuando los siguientes niveles educativos en escuelas particulares católicas en la ciudad de Santiago de Cuba. En 1945 se graduó como bachiller en letras en el Colegio de Belén en La Habana, perteneciente a la Compañía de Jesús. Entonces, ingresó a la Universidad de La Habana para prepararse en ciencias sociales y derecho, nacional e internacional.

Inquieto, observador, agudo en sus reflexiones y destacado en todo aprendizaje, en el ambiente universitario se integró a las luchas sociopolíticas de su momento, ocupando diversas posiciones en la Federación Estudiantil Universitaria. De ideología favorable a las causas justas, libertarias y populares, se integró pronto en actividades revolucionarias, como las del Comité Pro-Independencia de Puerto Rico.

Fidel Castro tenía 25 años cuando fue designado por el partido del Pueblo Cubano, o Partido Ortodoxo, candidato al Congreso en las elecciones previstas para junio de 1952, pero el 10 de marzo de ese año se produjo el golpe de Estado del coronel Fulgencio Batista Zaldívar, siendo Fidel Castro uno de los primeros en denunciar el carácter reaccionario e ilegítimo del régimen de facto y llamar a su derrocamiento .[2]

El 26 de julio de 1953 comandó el asalto al cuartel Moncada [3] en Santiago de Cuba, plan que incluía tomar también el cuartel de Bayamo, en una acción concebida como detonante de la lucha armada contra el régimen de Batista. Los jóvenes no lograron su objetivo y fue hecho prisionero por las fuerzas represivas de la tiranía pocos días después del revés militar. Se le mantuvo incomunicado durante 76 días. Fue sometido a juicio donde el hizo su auto defensa y condenado a 15 años de prisión, hecho histórico que quedó plasmado en su libro “La historia me absolverá”.[3] La reacción popular en su apoyo y del resto de los moncadistas logró presionar al gobierno, y fueron liberados en mayo de 1955. Semanas después fundó el “Movimiento 26 de Julio” para proseguir la lucha revolucionaria.[4]

El 17 de enero de 1957, dirigió la primera acción armada contra el ejército de Batista en el cuartel de La Plata y obtuvo su primera victoria. El ejército rebelde comenzó a crecer y fortalecerse.

En su condición de comandante en Jefe, dirigió la acción militar y la lucha revolucionaria de las fuerzas rebeldes y del Movimiento 26 de Julio durante los 25 meses de guerra. Tuvo bajo su mando directo a la Columna Uno “José Martí” y participó personalmente en casi todas las operaciones, combates y batallas más importantes que tuvieron lugar durante la guerra en el territorio del primer frente rebelde.

Tras contundente derrota de las tropas élites de la tiranía, estas, a través de sus principales jefes, decidieron reconocer la victoria rebelde en el propio teatro de operaciones de la provincia de Oriente, el 28 de diciembre de 1958.

Después del triunfo de la revolución cubana, fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular ―creada en 1976―, en representación del municipio Santiago de Cuba. Desde entonces y hasta 2008, ocupó los cargos de presidente del Consejo de Estado y presidente del Consejo de Ministros. Fidel Castro recibió un gran número de condecoraciones extranjeras y cubanas, así como numerosas distinciones académicas y honorarias de centros de enseñanza superior en Cuba, América Latina y Europa.

El 3 de enero de 1961 en ese entonces el presidente de los Estados Unidos de América (EUA), Dwight D. Eisenhower, rompió relaciones diplomáticas con Cuba por diferencias políticas e ideológicas, y ordenó el cierre de la embajada estadounidense en La Habana. Posteriormente, el 3 de febrero de 1962, el presidente demócrata John F. Kennedy ordenó de manera oficial el bloqueo económico y comercial a Cuba, que prevalece hasta la fecha, ejerciendo brutal aislamiento de la isla, y generando severas violaciones a los derechos fundamentales de la población sobre todo en cuanto a alimentación, salud, y vida cotidiana digna.

La guerra fría entre Cuba y los EUA continuó hasta el 17 de diciembre de 2014, ese día el entonces presidente cubano Raúl Castro anunció por televisión a sus compatriotas la reapertura de relaciones con los EUA, y lo mismo hizo su contraparte, el presidente estadounidense, demócrata, Barack Obama. El 20 de julio de 2015 se reanudaron las relaciones diplomáticas y, finalmente, en marzo de ese año, en acto simbólico como punto final a una ruptura de poco más de medio siglo, Obama visitó Cuba y fue recibido por Raúl Castro en el Palacio de la revolución. Fidel ―quien a causa de una salud debilitada había renunciado a sus cargos oficiales el 31 de julio de 2006―, fue testigo de todo esto, pues murió el 25 de noviembre de 2016, en su casa de La Habana. Desde su retiro oficial hasta su muerte se ocupó, sobre todo, en escribir. Fue cremado y sus restos se depositaron en el Cementerio de Santa Ifigenia.

El 16 de junio de 2017, sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump, miembro del partido republicano, revirtió algunas medidas de su antecesor Barack Obama con respecto a Cuba, retomando el obsoleto discurso de la guerra fría e intentando reiniciar el bloqueo económico, con medidas como la limitación de los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla y la prohibición a las compañías de su país hacer negocios con empresas cubanas administradas por militares.[5]

El mandatario fue un símbolo de resistencia en el continente, ante el avance de las fuerzas imperiales estadounidenses. La figura de Fidel Castro no sólo fue un símbolo en Cuba sino también en el mundo, gracias a sus acciones en defensa del bienestar y la soberanía de la isla y sus habitantes. Pese a ser sometido al bloqueo férreo de los Estados Unidos de América, Cuba consiguió mantener su soberanía y Fidel y la revolución cubana se convirtieron en figura de impacto e inspiración en el contexto latinoamericano del siglo XX, su desafió a la potencia más poderosa, convirtió a la revolución en modelo de la resistencia latinoamericana y de otras partes, y la imagen de Fidel con su barba, habano y su ropa militar verde como símbolos universales de la rebelión.

Dentro de las acciones que realizó para mantener la soberanía y transformar la sociedad cubana se pueden mencionar:

• La Campaña de alfabetización de 1961 y el rediseño del sistema de educación para mejorar los niveles de educación entre gran parte de la población cubana que era analfabeta en 1959. Realizada con voluntarios y un costo bajo, en poco tiempo reflejó una mejora a los índices de alfabetización, hizo universalmente accesible la educación llevando a Cuba a ser el primer lugar en Latinoamérica en 2007 en alfabetización. El país ha erradicado prácticamente el analfabetismo, cuenta con un sistema de educación público que abarca todas las enseñanzas, planes de formación y superación del personal docente, formación de técnicos y especialistas para el desarrollo del país, y ha creado modelos educativos que se han utilizado en el resto de Latinoamérica[6].
• La prestación de asistencia médica cubana a América Latina y otros países. El gran número de personal médico altamente capacitado se desplaza a diversos países y se amplía la Escuela Latinoamericana de Medicina en las afueras de La Habana. Es de señalar su participación en la pandemia de COVID-19 por lo que voces solidarias de todo el mundo reclamaron la nominación de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve para el Premio Nobel de la Paz 2021, con la campaña #CubaSalvaVidas en reconocimiento a su desempeño en múltiples naciones frente a la enfermedad. “Cuba es el único país que ha mostrado un genuino internacionalismo durante la crisis del coronavirus” dijo Noam Chomsky[7].
• Establecimiento del "Polo Científico" y desarrollo del sector biotecnológico, que llevo a la isla a lograr importantes exportaciones de productos farmacéuticos por 296,8 millones de pesos frente a 233,4 millones por exportaciones de azúcar. Además, la inversión de Cuba en el "Polo Científico" ha construido una base profesional e institucional para el éxito futuro en las áreas farmacéuticas y otras áreas científicas.
• Colaboración fructífera con compañías extranjeras, abriéndose a la inversión extranjera directa en acuerdos de empresas mixtas con firmas estatales. Esto ha dado buenos resultados, especialmente con Sherritt International (níquel, cobalto, petróleo, gas y energía eléctrica) y otras empresas[8].
• Sobrevivir a la crisis económica 1989-1994. Con la pérdida de las subvenciones soviéticas y la caída cercana al 40% del ingreso per cápita entre 1989 y 1994, Cuba reorganizó su economía, despenalizando el uso del dólar, legalizando los mercados agropecuarios de productores privados, liberalizando el trabajo por cuenta propia y promoviendo nuevas actividades económicas y exportaciones, etc, el economista e investigador Archibald Ritter comenta que "Sin el apoyo de las instituciones financieras internacionales de las que no era miembro, por al embargo de EUA, Cuba sobrevivió, a un costo que pagaron de manera casi directa, inmediata y total sus ciudadanos" .[9].
• Rápida expansión del sector turístico. Como resultado de la crisis económica, el gobierno de Fidel Castro decidió obtener divisas mediante el sector turístico. Con masiva inversión de empresas cubanas y extranjeras y el rápido desplazamiento de recursos al sector. Así se hizo y, para 2008, Cuba estaba ingresando casi 2.400 millones de dólares por concepto de turismo.
•  Colaboración y compromiso de la población, y dedicación a sus empleos pese al descenso de los ingresos reales después de 1990, “Ante la enorme disminución del poder adquisitivo de sus ingresos, continuaron trabajando seriamente y con dedicación en la medicina, las universidades, las escuelas, el servicio público u otros empleos. Muchos profesionales y otros subsidiaron en efecto sus empleos en el sector estatal obteniendo otros ingresos en la economía no oficial que les permitieron sobrevivir. “Todos hemos oído hablar de los médicos y los ingenieros obligados a prestar colateralmente servicios de taxi para poder llegar a fin de mes y seguir funcionando en su capacidad profesional. El trabajo dedicado de innumerables ciudadanos durante los difíciles años del Período Especial, 1990-2010, es esencialmente lo que ha traído alguna recuperación desde las profundidades de la depresión en 1993”[10].

En una entrevista de 1985 efectuada por la revista Playboy, le preguntaron a Fidel qué respondía a la descripción del presidente Ronald Reagan de él como un dictador militar despiadado. “Vamos a pensar en su pregunta”, dijo Castro jugando con su entrevistador. “Si ser un dictador quiere decir gobernar por decreto, entonces podría usar ese argumento para acusar al papa de ser un dictador”. y respondiendo a Reagan: “Si su poder incluye algo tan monstruosamente antidemocrático como la capacidad de ordenar una guerra termonuclear, les pregunto yo: ¿Quién es más como un dictador: el presidente de los Estados Unidos o yo?”.[11]

Fue la fuerza simbólica de su movimiento, y no el armamento en manos de Castro, lo que venció al gobierno. Para cuando Batista huyó del aeropuerto de La Habana poco antes de la medianoche del Año Nuevo de 1959, Castro ya era una leyenda.[12]