Día Internacional de la Fraternidad Humana
“La diversidad cultural y la libertad de creencias forman parte del rico tapiz de nuestras civilizaciones. Al celebrar el Día Internacional de la Fraternidad Humana, comprometámonos a hacer mayores esfuerzos por promover la tolerancia, el entendimiento y el diálogo culturales y religiosos.”
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2021

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su Resolución A/75/200, decidió proclamar el 4 de febrero como Día Internacional de la Fraternidad Humana, el cual se celebrará todos los años a partir de 2021. De igual manera, invita a todos los Estados Miembros a que sigan promoviendo la cultura de paz para ayudar a hacerla realidad, además de estimular el desarrollo sostenible, en especial celebrando los días internacionales, regionales y nacionales al respecto y movilizando los esfuerzos de la comunidad internacional con miras a promover la paz, la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad. Es importante destacar que la propuesta de celebrar este día internacional fue planteada por Arabia Saudí, Baréin, Burkina Faso, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Marruecos y Venezuela; la cual fue aprobada sin ser sometida a votación. [1]

Esta fecha fue elegida debido al encuentro entre el Papa Francisco y el gran imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyeb, el 4 de febrero de 2019. En aquel histórico día se firmó el documento sobre la fraternidad humana, que inspira la propuesta.[2] Ésta es el principal ejemplo de «todas las iniciativas internacionales, regionales, nacionales y locales y de los esfuerzos de los líderes religiosos para promover el diálogo interreligioso e intercultural» y demuestra la «valiosa contribución» de las personas de todas las religiones y creencias y del diálogo entre ellas para una mayor «conciencia y comprensión de los valores comunes compartidos por toda la humanidad».[3]

Por otro lado, lo que la aprobación de esta resolución de la ONU pretende es ser una solución para la preocupación al incremento de actos que incitan al odio religioso y van en contra de la tolerancia y el respeto a la diversidad. Algo particularmente grave en un momento como el que vivimos hoy en día, en el que la crisis sin precedentes por el coronavirus (COVID-19) exige una respuesta global basada en la unidad, la solidaridad y una renovada cooperación multilateral. Frente a esto, este tipo de uniones muestran la importancia de generar consciencia sobre las diferentes culturas y religiones y el respeto hacia éstas y sus manifestaciones.

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