“Un mexicano en quien la enseñanza estimule armónicamente la
diversidad de sus facultades: de comprensión, de sensibilidad, de
carácter, de imaginación y de creación. Un mexicano dispuesto a la
prueba moral de la democracia. [...] Un mexicano interesado, ante todo,
en el progreso del país, apto para percibir sus necesidades y capaz de
contribuir a satisfacerlas merced al aprovechamiento intensivo, previsor
y sensato de sus recursos. Un mexicano resuelto a afianzar la
independencia política y económica de la patria, no con meras
afirmaciones verbales de patriotismo, sino con su trabajo, su energía,
su competencia técnica, su espíritu de justicia y su ayuda cotidiana y
honesta a la acción de sus compatriotas.”

Jaime Torres Bodet
Diplomático, funcionario público, escritor, ensayista y poeta mexicano
De quien habla o donde dio ese discurso, y con que motivo o referencia?

 

El día 12 de febrero de 1959 el en ese entonces presidente Adolfo López Mateos emitió el decreto mediante el cual se crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg). Dicha Comisión fue integrada por: un secretario general -Juan Hernández Luna-, seis vocales -Arturo Arnaíz y Freg, Agustín Arroyo CH., Alberto Barajas, José Gorostiza, Gregorio López y Fuentes y Agustín Yánez- .[1]

Dentro del decreto de creación de la CONALITEG encomienda a los responsables de la Comisión:

“Cuidar que los libros cuya edición se les confía tiendan a desarrollar armónicamente las facultades de los educandos, a prepararlos para la vida práctica, fomentar en ellos la conciencia de la solidaridad humana, a orientarlos hacia las virtudes cívicas y, muy principalmente, a inculcarles el amor a la patria, alimentado con el conocimiento cabal de los grandes hechos históricos que han dado fundamento a la evolución democrática de nuestro país”.

Casi un año después de la creación de esta Comisión el 16 de enero de 1960, en la escuela rural Cuauhtémoc, del municipio de El Saucillo, en el estado de San Luis Potosí, la niña María Isabel Cárdenas recibe los primeros libros para el primer grado con sus cuadernos de trabajo, en un acto presidido por el gobernador del estado, Francisco Martínez de la Vega, y el secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet. En aquella primera entrega, se distribuyeron en todo el país más de 16 millones de libros de texto y cuadernos de ejercicios .[2]

Es así como estas acciones dieron cumplimiento al artículo Tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dispone la gratuidad de la educación . [3]

Artículo 3o. Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior.

Se trataba de que esta gratuidad dejara de ser un término jurídico sin posibilidades de cumplimiento, a la vez que establecer un medio de cultura al alcance de todos que contribuyera a la formación de un nuevo mexicano.

De acuerdo a los antecedentes que podemos encontrar respecto a la Conaliteg, es cuando Adolfo López Mateos como presidente de la República, marcó como prioridad de su gobierno la educación pública; así lo reafirmó a la prensa el 6 de diciembre siguiente,?? Jaime Torres Bodet, nombrado Secretario de Educación, quien elaboró el Plan Nacional para el Desarrollo y el Mejoramiento de la Enseñanza Primaria (Plan de once años) que, aprobado en febrero de 1959, significó el primer esfuerzo por planificar la educación a largo plazo. Se buscaba, satisfacer la demanda educativa real a nivel primario; dar oportunidades de educación a todos los mexicanos, mejorar la calidad de la enseñanza, así como satisfacer la demanda de técnicos y obreros calificados que requiriera el desarrollo del país. Dentro de este contexto es que se decide la creación de la nueva Comisión y entregar libros no sólo a las escuelas públicas, sino también a las privadas, pues para López Mateos: “Todos son niños y todos son parte de nuestro pueblo”.[4]

Posteriormente el 20 de febrero de 1980, por decreto del presidente José López Portillo y siendo secretario de Educación Fernando Solana Morales, la CONALITEG se creó :[5]

“Como un organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, y tendrá por objeto la edición e impresión de los libros de texto gratuitos, así como toda clase de materiales didácticos similares”
Área Responsable