Derecho a la libre asociación: Incorporación de Chiapas al Pacto Federal
“Al asumirse como mexicanos irredentos, en lucha por consumar su emancipación, los coletos fincaron las bases de una alianza firme y mutuamente provechosa con el Gobierno mexicano, el cual alegó la presunta voluntad del pueblo chiapaneco de unirse a la República como excusa para intervenir en los asuntos de la provincia y de este modo concretar sus propios planes de control territorial”.

Mario Vázquez Olvera
“Chiapas mexicana”

 

El 14 de septiembre de 1824, los habitantes de Chiapas formalizaron ante el Congreso mexicano su deseo de anexionarse al nuevo país independiente como Estado Federal. Por esta razón, cada 14 de septiembre, existe una celebración.

La relevancia del territorio proviene desde la época prehispánica, pues los tributos de la región del Socosnuco eran importantes en la capital mexica, como oro, chocolate y plumas de quetzal. Después de la caída del imperio mexica, los conquistadores mantuvieron su interes en el territorio, porque los traductores indígenas les informaron por medio de la Matricula de Tributos la importancia de la región.

Por esta razón, en 1525 Pedro de Alvarado encabezó la primera exploración para conquistar la selva. Después, el 31 de marzo de 1528, Diego de Mazariegos y sus tropas vencieron a los tzotziles y fundaron la villa Real de Chiapa, ubicada en el valle de Hueyzacatlan, después de haber vencido a los zoques de las montañas del norte y a los chiapanecas. Durante la época novohispana, se renombro San Cristóbal de las Casas y fue la cabecera del poder español.

Sin embargo, durante el siglo XVII y XVII, Chiapas fue perdiendo importancia en el sistema económico colonial por diferentes causas. Por un lado, la situación geográfica era de difícil acceso por lo cual la comunicación era complicada entre la población y las autoridades correspondientes[1].

Durante la lucha de independencia, el 28 de agosto de 1821, los frailes Ignacio Barnoya y Matías de Córdova promovieron el “Plan de Chiapas Libre”, donde se declaraba a través de una reunión en la región de Comitán la independencia del Imperio Español. Igualmente se ratificaban las tres garantías del Plan de Iguala: establecer la Independencia de México, la religión católica como única en el país y la unión de todos los grupos sociales.

Una vez consumada la independencia de México en 1821, el territorio chiapaneco aceptó la invitación de Agustín de Iturbide para integrarse al primer Imperio mexicano. La gestión chiapaneca quedó en manos del cura del pueblo de Huixtán, y el diputado local, Pedro José Solórzano[2]. El 16 de enero de 1822, se aceptó la anexión en el Decreto de la Regencia. Sin embargo, el 7 de junio de 1823, después de la abdicación de Iturbide, el territorio del sureste volvió a separarse para mantenerse independiente bajo el mando de una Junta Suprema Provisional que se reservaba el derecho de decisión sobre el status político chiapaneco, con base en consultas y plebiscitos entre la población.

El gobierno mexicano envío al general Vicente Filisola para disolver la Junta. El objetivo era restablecer el “orden” e instalar como gobierno a un jefe político nombrado por México. Filisola era amigo de Iturbide y, como él, había pertenecido al bando realista hasta el momento del Plan de Iguala[3]. En agosto de 1823, Filisola entró en San Cristóbal, y ejecutó las órdenes. Esta vez, los inconformes fueron los chiapanecos: el descontento se manifestó por toda la provincia, y en octubre hubo levantamientos. Comitán fue el primero, el día 26 se proclamó en esa ciudad el Plan de Chiapas Libre, promovido, entre otros, por los frailes Ignacio Barnoya y Matías de Córdova, y dos días después la población se alzó en armas, seguida por Tuxtla, el 29. Los rebeldes triunfaron y la Junta Suprema fue restituida, mientras el ejército mexicano era expulsado[4]

Una vez recuperada la libertad, el 22 de marzo de 1824 se convocó mediante una circular a la población a expresar su voluntad acerca de cómo debía permanecer Chiapas: incorporada a México o Guatemala. Por su lado, el gobierno de México no pudo evitar intervenir y envió un ultimátum con fecha 26 de mayo de ese año: Chiapas tenía tres meses para decidirse o sería anexada por la fuerza. Además, el gobierno envío a José Javier de Bustamante en calidad de supervisor de la votación.

Después, el 12 de septiembre de 1824 de un plebiscito, resolución tomada por la mayoría de la población en una votación popular, el 14 de septiembre de 1824 Chipas formalizó ante el Congreso Mexicano su disposición a ser un nuevo estado federal. Su calidad como Estado de la República Mexicana fue confirmada en las distintas constituciones posteriores, como la de 1824 (en el artículo 5), la de 1857 (título segundo, sección II, y artículo 43) y la que hoy por hoy rige al país, la de 1917 (artículo 43)[5]. La actitud intervencionista y fiscalizadora del Gobierno mexicano durante las votaciones, provocó la separación de la región del Soconusco, hasta el 11 de septiembre de 1842, cuando por decreto de Antonio López de Santa Anna quedó anexada a Chiapas y a México.

El 23 de enero de 1824, el ayuntamiento de Ciudad Real solicitó su unión a México, la que fue seguida de inmediato por el ayuntamiento de Comitán; en tanto que el ayuntamiento de Tuxtla sostenía que era mejor unirse a Guatemala. Por esta indefinición el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana de 31 de enero de 1824, no menciona a Chiapas como integrante de la naciente federación mexicana.

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