Día Internacional de los Bosques Su importancia para la erradicación de la pobreza, la sostenibilidad medioambiental y la seguridad alimentaria
“Nuestro medio ambiente global está siendo degradado por nuestras elecciones insostenibles. La forma en que consumimos los recursos naturales está acelerando la pérdida de biodiversidad y exacerbando el cambio climático. En este Día Internacional, insto a todos los gobiernos, las empresas y la sociedad civil a que adopten medidas urgentes para detener la deforestación y restaurar los bosques degradados, de modo que las generaciones futuras puedan disfrutar de un futuro más verde y saludable.”
António Gúterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2020

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de su resolución A/67/437, proclamó, a partir de 2013, el 21 de marzo de cada año como el Día Internacional de los Bosques. Lo anterior, con el propósito de celebrar la importancia de todos los tipos de bosques y de árboles y crear conciencia respecto a su cuidado. [1]

El objetivo del establecimiento del Día Internacional de los Bosques es concientizar a las personas sobre la importancia que tienen los bosques en la vida de las personas y de su relevancia para la erradicación de la pobreza, la sostenibilidad medioambiental y la seguridad alimentaria. La gestión sostenible de los ecosistemas boscosos es clave para abordar los desafíos a los que se enfrenta el grueso de los países del mundo, particularmente aquellos afectados por la crisis y los conflictos. Es preciso señalar que la conservación de los bosques y las prácticas de reforestación beneficiarán a las generaciones presentes y futuras. [2]

Un dato curioso es que los bosques muchas veces son llamados “fábricas de agua”, ya que las cuencas hidrográficas y humedales forestales suministran el 75% del agua dulce accesible en el mundo para satisfacer las necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas. Además, los bosques actúan como filtros naturales del agua. [3]

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los bosques son grandes proveedores de la naturaleza pues, además de ser una fuente de agua y seguridad alimentaria, nos proveen de servicios ambientales debido a que: [4]

  • En las ciudades son un acondicionador natural del aire que baja la temperatura ambiental entre 2 y 8 grados;
  • Los árboles reducen la contaminación acústica de las carreteras y zonas industriales cercanas; y
  • Las zonas verdes urbanas posibilitan y contribuyen a mejorar la salud mental y prevenir las enfermedades.

El acelerado aumento de la población mundial hace de la educación forestal una herramienta indispensable para la conservación de los bosques y, por ende, para la conservación de la vida de muchas especies. En este sentido, resulta indispensable que los países realicen acciones coordinadas como promover la restauración de los paisajes degradados y la colaboración entre científicos, autoridades gubernamentales, agentes forestales y comunidades locales con miras a enfrentar la deforestación. [5]

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en septiembre de 2015, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, dicha agenda plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Objetivo número 15 consiste en proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica. [6]

Como sabemos, México es un país que posee recursos naturales vastos, entre ellos numerosas zonas boscosas. Nuestro país cuenta con 34 millones de hectáreas de bosques, lo que ha permitido la diversificación de ecosistemas boscosos, muestra de ello es la presencia de bosques templados, bosques nublados o mesófilo de montaña, bosque de mezquite y bosque de galería. La protección de los bosques en México permitirá la conservación de las Reservas de la Biosfera Mariposa Monarca, en el Estado de México y Michoacán; de la Sierra La Laguna, Baja California Sur; de La Michilía, Durango, y el Parque Nacional Nevado de Colima en Jalisco. Cabe señalar que el gobierno mexicano ha trabajado en el combate de incendios forestales con el objetivo de lograr la deforestación cero al 2030. [7]

El 60% de los bosques en México es de propiedad social y ha sido gracias a los esfuerzos de la población involucrada que las zonas boscosas se han podido aprovechar, pero sobre todo preservar. Asimismo, el aprovechamiento adecuado de los bosques ha derivado en la mejor calidad de vida de las personas habitantes locales que los manejan a través de la implementación de un modelo de economía social.

Los bosques son uno de los ecosistemas más grandes de nuestro planeta, su extensión corresponde a un tercio de la superficie terrestre. La importancia de preservar estos ecosistemas es vital dado que brindan servicios ambientales necesarios para todos los seres vivo ya que funcionan como pulmones naturales al capturar dióxido de carbono y liberar oxígeno. Por su parte, la captación y filtración de agua que permiten y la retención de los suelos que favorecen son fundamentales para combatir el cambio climático.

No debemos olvidar que alrededor del 80% de las especies animales y vegetales viven en los bosques y que éstos constituyen el sustento de más de mil millones de personas, incluyendo a más de dos mil pueblos indígenas que dependen directamente de ellos para sobrevivir. Por todas estas razones es indispensable aprovechar de forma sustentable los bosques y detener la tala ilegal y la que resulta del cambio de uso de suelo. [8]

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