“Proteger nuestras escuelas de todas las formas de violencia significa también luchar contra el acoso, que inflige sufrimientos físicos y morales a millones de niños de todo el mundo.”
Audrey Azoulay
Directora General de la UNESCO
2020

 

A partir del año 2011, cada 2 de mayo se celebra el Día Internacional del contra el Bullying o el Acoso Escolar, fecha establecida por asociaciones de padres y diversas organizaciones no gubernamentales con el objetivo de concienciar sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en los niños y jóvenes a nivel mundial. Así como buscar los mecanismos y establecer un protocolo de actuación ante casos de este tipo, que se ha convertido en un terrible peligro para la población infantil y juvenil. La causa se representa con un lazo de color púrpura.[1]

Se considera acoso escolar o bullying a cualquier acto de violencia, ya sea verbal, físico o psicológico, ejercido por una alumna o un alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos sobre otro u otros, en escuelas de educación básica con el propósito de intimidar, controlarlo/a, mediante contacto físico o manipulación psicológica. Se produce dentro de las instalaciones de los centros educativos y en el horario escolar .[2]

Para que se pueda considerar como acoso escolar o bullying, este debe presentar las siguientes características :[3]

  • Abuso de poder: Comportamientos reiterados de: agresión física, intimidación, amenazas, por parte de una alumna o alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos para humillar, transgredir emocionalmente, con el propósito de someter a otro/u a otros/as en condiciones de desventaja.
  • Repetición y sistematicidad: Es la actitud que persiste con el propósito de vulnerar la condición física y emocional que puede involucrar a una alumna o un alumno, o bien en grupo de alumnas o alumnos, al violar las pautas de conducta y valores sociales establecidos dentro de la escuela.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef dentro de su informe “Ocultos a plena luz” publicado en 2019, realizó una compilación de datos sobre la violencia contra los niños. El estudio muestra el alcance del abuso físico, sexual y emocional que sufren niños y niñas de todo el mundo, y revela las actitudes que perpetúan y justifican la violencia, manteniéndola “oculta a plena luz”. Dentro de los datos que podemos destacar encontramos los siguientes :[4]

  • Bullying: algo más de 1 de cada 3 estudiantes de entre 13 y 15 años en todo el mundo sufren actos de acoso escolar; en Samoa, la proporción es de casi 3 de cada 4.
  • Casi una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años de Europa y América del Norte dijeron que habían intimidado a otros: en Letonia y Rumania, casi 6 de cada 10 admitieron haber intimidado a otros compañeros.

Por otro lado, hoy en día nos encontramos con una crisis sanitaria debido al COVID-19 (coronavirus), misma que ha afectado a todo el mundo y ha provocado el aislamiento, cuarentena y centros educativos cerrados, por esta situación podríamos pensar que los menores y jóvenes están a salvo de estos ataques, pero no podemos olvidar el ciberacoso. En estas circunstancias el ataque constante permanece 24 horas al día, 7 días a la semana. Ampliado además por la sensación de impunidad que ofrece el anonimato, el escribir o manipular información tras una pantalla, el llegar en segundos a miles de personas. Para que el acoso se detenga, no solo hay que detectarlo. Es fundamental denunciarlo. También puede ser importante mostrar al acosador que su comportamiento es inaceptable. Es conveniente reunir pruebas –mensajes de texto y capturas de pantalla de las publicaciones en las redes sociales– para mostrar lo que está ocurriendo .[5]

No sólo niñas, niños o adolescentes receptores de acoso escolar pueden denunciar, sino también :[6]

  • Su mamá/papá, cualquier familiar o todos(as) en conjunto.
  • Maestras, maestros, directoras o directores de las escuelas.
  • Mamá, papá o familiar de la persona que genera el acoso, si se percata de la situación.
  • Su mejor amigo(a), o todos sus amigos(as) de la escuela.
  • Cualquier integrante de la comunidad escolar.

En México la mayoría de las entidades federativas cuentan con leyes para prevenir y erradicar el acoso escolar en las que se contemplan directrices para elaborar planes de intervención, obligaciones y competencias de las autoridades y sanciones al personal docente en caso de incumplimiento.

Es por ello que, en el marco de la conmemoración de esta Día Internacional, es de vital importancia crear conciencia desde el hogar y las escuelas para que este flagelo acabe definitivamente. Ya que, como parte de esta sociedad, no podemos ser indiferentes ante una problemática que afecta a miles de niños y jóvenes alrededor del mundo.