Día Nacional de la Lengua de Señas Mexicana. 10 de junio
“Las lenguas de señas, --como cualquier otro lenguaje—permiten la libertad de expresión y el intercambio de ideas. Fomentan el aprendizaje, la enseñanza, el trabajo y la participación en la vida pública y privada. El uso de la lengua de señas es también un derecho cultural de las personas sordas y constituye un factor esencial para preservar y promover su sentido de identidad y de comunidad.”

Michelle Bachelet
Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos 2019

 

La Lengua de Señas Mexicana (LSM) forma parte del patrimonio lingüístico de nuestro país, y se conmemora desde el 10 de junio de 2005. Esta lengua nacional ya es reconocida oficialmente.

La LSM, es la lengua de la comunidad de sordos en México, y consiste en una serie de signos gestuales articulados con las manos y acompañados de expresiones faciales, mirada intencional y movimiento corporal, dotados de función lingüística, forma parte del patrimonio lingüístico de dicha comunidad.[1]

La comunicación es de gran importancia para el entendimiento del ser humano, está en su naturaleza buscar formas de comunicarse con los otros, es la única forma que permite unirse, entenderse, manifestar emociones, transmitir un mensaje, o información, para influir en los demás y/o ponerse de acuerdo, realizar actividades específicas en conjunto.

Respecto a los antecedentes sobre la educación del sordo en el país, encontramos que el 15 de abril de 1861, Benito Juárez quien era presidente Interino Constitucional de México, decreta una Ley de Instrucción; en el apartado correspondiente: “De la Instrucción Primaria”, señala en el artículo tercero la creación de una Escuela de sordomudos.

Dentro de los objetivos de esta escuela, destaca la enseñanza del español en su forma escrita, así como verbal por medio del alfabeto manual o de forma oral en caso de que hubiera “aptitud para ello en el discípulo”. Como se puede observar, no se hacía énfasis en la oralización del sordo, pero sí en el aprendizaje del español[2].

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Más de 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación (432 millones de adultos y 34 millones de niños). Se calcula que en 2050 esa cifra superará los 700 millones (una de cada diez personas).

Respecto a México encontramos que existen 2.3 millones de personas con discapacidad auditiva, de las cuales 34.4% tienen edad entre los 30 y 59 años, y 47.4% son mayores de 60 años[3].

Cabe recordar que, cuando hablamos de garantizar y promover la plena realización de todos los derechos humanos relativos a las cuestiones lingüísticas y las libertades fundamentales, también se busca motivar la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas[4].

Respecto al tema, la mercadóloga y política mexicana Claudia Anaya Mota explicó que: el LSM es una obligación para que en los mensajes gubernamentales o en el propio Congreso de la Unión, se utilice el LSM como una forma de promover la inclusión y de proteger el derecho a la información de las personas sordas en nuestro país. Debido a lo anterior, es primordial exhortar a todos los individuos, a aprender el lenguaje de señas y, sobre todo, los de las personas que los hablan. Esto con el objetivo de poder lograr una sociedad más incluyente[5].

Área Responsable