Giuseppe Garibaldi, General de la revolución
“Washington recibió el apoyo de Lafayette; que el general venezolano Francisco de Miranda comandó una sección del ejército francés en Jenmapes y, que Xavier Mina, era oriundo de España, lo que no le impidió luchar y perder la vida por la libertad de México.”

Francisco I. Madero
Palabras dichas durante el
nombramiento de Garibaldi como
General

 

Giuseppe “Peppino” Garibaldi fue un general en las tropas lideradas por Francisco I. Madero durante el inicio de la revolución mexicana y se destacó su labor para defender los derechos sociales y combatir la opresión de las tiranías.

Nació el 29 de julio de 1879 en Melbourne, Australia, y fue hijo de Ricciotti Garibaldi y de la inglesa Constance Hopcraft. Su abuelo fue Giuseppe Garibaldi, principal impulsor de la unificación de Italia. Desde temprana edad participó en conflictos bélicos, con el objetivo de luchar por la libertad y autonomía de países o regiones. Ejemplo de ello fue su participación en 1897 en la Guerra Greco-Turca, donde se buscaba la independencia de la isla de Creta del imperio otomano y unirse por voluntad propia al gobierno griego. También, entre 1901 y 1903, combatió en Venezuela contra Cipriano Castro durante la Revolución Libertadora.

Después llegó a Chihuahua, México, para iniciar su negocio con una mina de oro. Sin embargo, el 7 de febrero de 1911 abandonó su objetivo para unirse al movimiento encabezado por Francisco Madero, que buscaba combatir la reelección de Porfirio Diaz como presidente de la república. Por esta razón Garibaldi desde El Paso, Texas, Estados Unidos junto con el general sudafricano Benjamín Viljoen y el norteamericano Alberto Harrington combatieron por los ideales del ‘‘Apóstol de la Democracia’’. La incorporación de “Peppino” Garibaldi a las tropas maderistas generó algunas fricciones por ser extranjero, sobre todo por Pascual Orozco y Francisco Villa. Pero Madero se mantuvo firme y defendió al italiano:

“[…] puesto que siempre que un pueblo ha luchado por su libertad se ha repetido el ejemplo de que numerosos extranjeros hayan ido a luchar en las filas de los libertadores”. [1]

Gracias a su experiencia previa en el ámbito miliar, se integró a la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y de Ciudad Juárez, ambas sucedidas en Chihuahua. Debido a su destacada participación, pronto consiguió la confianza de Francisco I. Madero, quien lo ascendió a jefe de la Legión Extranjera, compuesta por cuarenta integrantes.[2]

Al triunfo de la revolución, el 7 de junio de 1911 Garibaldi ingresó con Madero a la Ciudad de México, y durante un tiempo lo acompañó en su gira como candidato a la presidencia. Con base en labor, en 1921 la plaza del Baratillo, ubicada en centro histórico de la Ciudad de México, cambió su nombre a Plaza Garibaldi como homenaje a “Peppino” Garibaldi. [3]

Sin embargo, en 1912, Garibaldi fue llamado por su familia con destino a Grecia para enrolarse en una nueva brigada en la guerra contra los turcos. [4]Después de una vida en distintas partes del mundo, en 1922 regresó a Italia como opositor al fascismo, encabezado por Benito Mussolini. Lamentablemente en esta ocasión, no logró derrotar a las fuerzas fascistas, por lo cual regresó a Estados Unidos. En 1940 viajó a Italia, pero fue arrestado por orden de la Wehrmacht alemana y detenido hasta 1945. Tras su liberación permaneció en Roma hasta su muerte, el 19 de mayo de 1950. [5]

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