Nacimiento de Gerardo Murillo, Dr. “Atl” Pintor, escritor que promovió la justicia y libre pensamiento.
“Enseñó a ser insolentes a todos los jóvenes, se demostró prosista y poeta, vulcanólogo, botánico, minero, yerbero, astrólogo, hechicero, materialista anarquista, totalitarista […], editó periódicos, organizó batallones rojos, saqueó iglesias, invitó a tés en las sacristías a bellas damas y reunió alrededor de él a un grupo de los jóvenes artistas de mayor valer en aquel tiempo.”

Diego Rivera
La increíble historia del Dr. Atl

 

El pintor, escritor, geólogo, vulcanólogo, filósofo, crítico de arte y activista político, Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, nació en Guadalajara, Jalisco, el 3 de octubre de 1875[1].

Gerardo Murillo inició estudios de pintura en Guadalajara a los 19 años; a los 21 se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes. Un año más tarde, gracias a su desempeño, el gobierno de Porfirio Díaz le otorgó una beca para especializarse en Europa. Estudió dibujo y pintura en París, así como filosofía y derecho en la Universidad de Roma[2].

AAl regresar a México, Murillo impartió clases en la Academia de San Carlos, donde lo llamaban el agitador, por persuadir a profesores y alumnos a pensar diferente, a desarrollar su sentido crítico. De igual manera, organizó una exposición para la revista Savia Moderna, que patrocinaban los jóvenes más brillantes del momento. Entre sus discípulos destacan David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera. Este último se convirtió en su amigo cercano y más tarde escribió el texto La increíble historia del Dr. Atl.

A lo largo de su vida, el artista plástico sostuvo que la revolución del arte se inició durante el otoño de 1910; año en que, con motivo de las fiestas del Centenario de la Independencia, se montó una exposición con piezas de artistas españoles lo que aprovechó Murillo para organizar una protesta frente a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, y no abandonó el lugar hasta que consiguió que el gobierno les otorgara fondos. Gracias a esto obtuvo 3 mil pesos, mismos que, con un afán nacionalista, invirtió en una exposición con obras de creadores mexicanos, generando escándalo, en una época en que imperaba la xenofilia. El Dr. Atl también participó activamente en política dentro del bando carrancista[3]. De esta manera, el artista contribuyó a difundir entre sus coetáneos la conciencia de que poseían derechos y debían ejercerlos, entre ellos al de la libre manifestación de las ideas, a reunirse pacíficamente, a discrepar políticamente y a la libre asociación, además del derecho a recibir educación y al libre desarrollo de la personalidad.

Además de su labor como paisajista, fue escritor de numerosos libros que contenían cuentos controversiales en su tiempo por su temática y tratamiento. También es autor de novelas como Un hombre más allá del universo (1935), El padre eterno, Satanás y Juanito García (1938) y Gentes profanas en el convento (1950). La publicación del texto Cuentos de todos colores, que contiene temas de la Revolución, lo colocó entre los más destacados narradores de su época. En esos relatos aparece de manera recurrente la idea de la justicia[4].

Murillo decidió autoexiliarse en Francia, donde publicó un periódico sobre la Revolución mexicana. En 1912, durante su estadía en París, fundó la Liga Internacional de Escritores y Artistas. En esa época empezó a firmar como Atl, palabra en lengua náhuatl que significa “agua”[5].

Posteriormente regresó a México bajo el seudónimo de Giorgio Stello, nombre que tomó de un capitán aviador de la Real Fuerza Aérea Italiana. Gerardo Murillo, el Dr. Atl, falleció el 15 de agosto de 1964.

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