Vicente Guerrero, defensor de la libertad y promotor de los derechos igualitarios, entra en posesión de la presidencia de México
“Vicente Guerrero es un héroe de muchos rostros: militar digno e inteligente, reconocido por su valentía y sus habilidades para la guerra; un hombre de un espíritu incólume que antepuso su honor, su deber patrio y sus principios aún al amor filial; pero, sobre todo, fue un republicano fiel, que no torció el camino frente a la compra de su conciencia”.
 
Diego Prieto Hernández
Director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
 
 

Vicente Guerrero (1783-1831), ícono del movimiento de independencia de México, quien, como presidente del país, fue objeto de descalificación por sus opositores debido a su origen racial. Defensor de la libertad, de la igualdad social y de la tolerancia religiosa. En 1929 emitió un decreto en que abolió la esclavitud en México, por ello es considerado precursor en la defensa del derecho a la libertad en nuestro país, junto a Miguel Hidalgo y José María Morelos.

Si bien la fecha oficial del nacimiento de Vicente Ramón Guerrero Saldaña es el 10 de agosto de 1782, existe un debate entre historiadores, basado en patrones poblacionales locales y en declaraciones del mismo Vicente Guerrero, en que es probable que haya nacido en 1783. Según el propio Guerrero, durante muchos años se dedicó a la arriería, además fue “corchete” (un tipo de policía encargado de buscar a delincuentes) y armero antes de unirse al movimiento independentista. Considerado el más desinteresado patriota, tenía orgullo de su origen humilde y nunca lo menospreció[1], aun cuando participó de la élite política de México en el siglo XIX. Guerrero vio en la lucha por la independencia la posibilidad de un mundo más justo y libre para el pueblo de la Nueva España, en aquellos tiempos aún más lacerado por el clasismo y el racismo que en los días de hoy. Con el sistema de elecciones indirectas que regía en México después de la Independencia, Vicente Guerrero obtuvo el segundo lugar en las votaciones de 1929, mientras Gómez Pedraza obtuvo el mayor número de sufragios. Sin embargo, el Congreso de la Unión anuló dichas elecciones y declaró a Vicente Guerrero y a Anastasio Bustamante – quien obtuvo el tercer lugar en los comicios – como presidente y vicepresidente de México, respectivamente. El primero de abril de 1829, Vicente Guerrero entró en posesión de la presidencia[2].

Conviene señalar que el mandato de Guerrero estuvo signado por la algidez política de la época. El gobierno del caudillo sufrió severas críticas en las que se identifican muchos elementos de clasismo. Descalificaban la actuación del presidente en turno por su origen, y según los opositores, tenía poca clase y ningún nivel social. Lo despreciaban por su escasa instrucción al grado de calificarlo como ignorante[3].

En contraste, Guerrero contaba con el apoyo de las clases populares, que celebraron su llegada a la presidencia. El pueblo se sentía identificado con el primer mandatario por el origen racial mixto que compartían con él[4].

En el periodo en el que Guerrero asumió la presidencia de México se popularizaron algunas ideas liberales. En los debates sobre la formación del embrionario Estado mexicano se argumentó a favor de la tolerancia religiosa, la elección popular directa y la supresión de los fueros militar y eclesiástico. Guerrero simpatizaba con estas ideas liberales que tanto irritaron a los sectores privilegiados[5].

Pese a los obstáculos que enfrentó, sobre todo por parte de sus opositores, durante su gestión, Vicente Guerrero impulsó la educación gratuita, promovió la reforma agraria y venció a las fuerzas españolas, encabezadas por Isidro Barradas, en su intento de reconquista de lo que fue el virreinato de la Nueva España[6].

La contribución toral del líder independentista es la abolición constitucional de la esclavitud en México. El 15 de septiembre de 1829, Guerrero expidió un decreto en el que se declaraba: “Queda abolida la esclavitud en la República”; “Son por consiguiente libres los que hasta hoy se hubieren considerado como esclavos”, y “Cuando las circunstancias del erario lo permitan, se indemnizará a los propietarios de esclavos, en los términos que dispusieran las leyes” [7].

Con ello dio continuidad a los esfuerzos iniciados por Miguel Hidalgo, quien el 6 de diciembre de 1810, en la ciudad de Guadalajara, emitió el “Decreto contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado”, con el que se declaró abolida la esclavitud[8].

Si bien el decreto emitido por Vicente Guerrero prohibió la esclavitud, otras conductas fundadas en el racismo continuaron manifestándose en el país, e incluso prevalecen en la actualidad. Lo anterior no demerita los esfuerzos del líder independentista por la defensa de la libertad y de la igualdad ante la ley. Así como pugnó por la libertad de los individuos, Guerrero lideró la defensa de la libertad nacional en julio de 1929 frente al intento de reconquista española, comandada por el brigadier Isidro Barradas. Al enterarse de las intenciones de la corona española, el entonces presidente, envió a Santa Anna y Manuel Mier y Terán a enfrentar a los invasores, derrotándolos el 10 de septiembre del mismo año, en Tampico[9].

Lamentablemente el gobierno de Vicente Guerrero fue derrocado por el golpe de Estado perpetrado por Anastasio Bustamante, cuyo gobierno contrató al marinero genovés Francisco Picaluga para secuestrar y entregar a las autoridades mexicanas a Guerrero, quien fue sentenciado a muerte el 14 de febrero de 1831 por un tribunal militar[10].

Como reconocimiento a su valiosa lucha por la igualdad social y la libertad y como homenaje póstumo, el 27 de octubre de 1849, el Congreso de la Unión constituyó legalmente una entidad federativa hoy llamada “Guerrero”. Los restos de este caudillo insurgente se encuentran en la Columna de la Independencia de la Ciudad de México y, desde 1971, su célebre frase “La patria es primero” está grabada con letras de oro en el muro de honor del Salón de Plenos de la Cámara de Diputados.


[1] Historia es presente.
[2] Javier Torres Medina, “Vicente Guerrero, un presidente víctima del clasismo”, Relatos e historias, no. 148.
[3] Torres Medina, “Vicente Guerrero”.
[4] María Dolores Ballesteros Páez, “Vicente Guerrero: insurgente, militar y presidente afromexicano”, Cuicuilco, no. 51 (mayo-agosto, 2011), 29.
[5] Juan Ramón Méndez Pérez, “La traición en contra de un prócer. Proceso y martirio de Don Vicente Guerrero” (México: Senado de la República/Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM, 2010), 269.
[6] http://www.priags.org/efemerides/Efemeride.aspx?y=5574
[7] Luis A. Salmerón, “1829 en México y en el mundo”, Relatos e historias, no. 126.
[8] Salmerón, “1829 en México”.
[9] http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/4/01041829.html
[10] https://www.gob.mx/agn/es/articulos/agnrecuerda-a-vicente-guerrero-el-presidente-del-pueblo?idiom=es

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