Asesinato del periodista estadounidense Bradley Roland Will
“Solicitamos con respeto que utilice el poder de su autoridad para promover una investigación rigurosa que examine lo que dicen los testigos, la evidencia forense y que también tome en cuenta las fotografías del día del incidente. El fracaso del gobierno mexicano en alcanzar justicia envía un mensaje inquietante a los periodistas mexicanos que se sienten vulnerables y en ocasiones indefensos en un clima donde reina la impunidad.”
Carta del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) al presidente de México (Felipe Calderón)
2007

 

El 27 de octubre de 2006, en Oaxaca, en medio de un conflicto entre hombres armados fue asesinado el reportero, camarógrafo, periodista y documentalista estadounidense Bradley Roland Will, quien al momento del homicidio tenía 36 años. Roland Will fue alguien que supo entregarse a la vida, la libertad, la alegría, la justicia y la solidaridad con pasión y valentía. Artista, músico y compositor también, es ejemplo de la nueva generación de periodistas activistas que no perpetúan las fronteras y han hecho de la defensa de los derechos humanos una cuestión de vida y muerte; es decir, de entrega total.

El último artículo de Brad Will, “Muerte en Oaxaca”, se publicó el 17 de octubre de 2006, días antes de su asesinato. En éste se desarrolla textualmente el homicidio de Alejandro García Hernández en las barricadas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Bradley Roland Will comprendía las razones populares y simpatizaba con el movimiento zapatista —de abajo y a la izquierda— y era un anarquista convencido. Había hecho cuestión de principios reportear para levantar testimonio fidedigno y libre de todo acto de represión de Estado, sin importar las fronteras. También era voluntario de Indymedia, medio para el cual cubrió eventos en los Estados Unidos, Bolivia, México y Brasil .[1]

Ya había sido golpeado anteriormente en Nueva York y Brasil por la policía al realizar una investigación, por eso su amigo Al Giordano, editor de The Narco News Bulletin, le había recomendado no venir a México: “Conociendo la mala suerte que había tendido Brad, […] sus dificultades con la lengua española y el riesgo elevado que corren los periodistas independientes […] le rogué que no fuera”, dijo, aunque Brad Will hizo caso omiso .[2]

Aquel 27 de octubre se encontraba en las barricadas de la colonia Calicanto, cercana al municipio de Santa Lucía del Camino. Había llegado a Oaxaca con conocimiento de la situación, dispuesto a cubrir toda la lucha de la APPO contra las autoridades oaxaqueñas —encabezadas entonces por el gobernador Ulises Ruiz, y los grupos paramilitares a su servicio como al de sus cómplices—, contra la injusticia y contra las violaciones permanentes a sus derechos humanos. Para llevarlo a cabo se había integrado en la vida en las barricadas, compartiendo el frente, la primera línea, con el pueblo en digna resistencia.

Así lo sorprendió el último día de su vida: en la trinchera junto a quienes pedían la renuncia de gobernador Ulises Ruiz, cámara en mano, reporteando ese viernes sangriento [3] en medio de la balacera desatada contra los miembros de la Asociación Popular por francotiradores, policías ministeriales y preventivos y pistoleros con armas de alto calibre sobre ciudadanos desarmados. Los cuerpos armados se hallaban a menos de treinta metros cuando dispararon sobre él: una bala le dio en el costado; otra, en la boca de estómago, pero no dejó de grabar [4]. Ni sicarios ni policías resultaron heridos.

Brad Will era estadounidense, lo cual provocó por parte de las autoridades varios intentos de “dar resultados” ante la demanda púbica nacional e internacional. Los chivos expiatorios aparecieron desde el inicio. En 2012 se declaró haber encontrado al fin al asesino. Pírrica justicia, pues en nada equilibra la pérdida de Brad ni de las demás víctimas de esa jornada .[5]

Ese mismo viernes sangriento, al menos quince puntos clave de la ciudad de Oaxaca sufrieron el mismo tipo de ataque, concentrándose la represión en los tres lugares donde se encontraban las barricadas: Santa Lucía del Camino, Santa María Coyotepec y San Bartolo Coyotepec. Hubo más muertos y más de una veintena de heridos. Entre los primeros abrazamos en la memoria trágica de ese 27 de octubre al profesor Emilio Alonso Fabián, a quien una bala atravesó el corazón, y al comunero Esteban Zurita López. También fenecieron Esteban Ruiz y Eudocia Olivera Díaz, ella última en una ambulancia camino al hospital; además de 23 personas heridas.

Sobre Brad Will existen varios testimonios y homenajes, uno de los más conmovedores por mantener con toda dignidad su espíritu de lucha y por la amistad los unió, es el dirigido por Desert Rat, otro reportero tan libertario como él [6] que también ha denunciado las otras muertes. Su compañero de trabajo, Miguel Manzaneda, de Indymedia Brasil, realizó en 2007 un documental de 55 minutos sobre él: Brad, una noche más en las barricadas.[7]

El 28 de octubre de 2006 fueron consignados ante el Ministerio Público cuatro funcionarios y Pedro Carmona, un ex presidente vecinal del municipio de Santa Lucía del Camino, por su presunta participación en el homicidio del reportero. Medios locales señalaron que Pedro Carmona fue quien disparó en contra de Brad Will.

Respecto a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 26 de septiembre de 2008 se emitió la Recomendación 050/2008 sobre el caso Brad Will, en la cual señala violaciones a los derechos fundamentales de legalidad, seguridad jurídica, acceso a la justicia y a la información ante el sesgo con que había sido tratado el caso .[8]

Seis años más tarde, la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca presentó al probable responsable de haber disparado contra el camarógrafo y documentalista Bradley Roland. De acuerdo con el procurador Manuel de Jesús López López, “un año de investigaciones permitieron establecer la participación de Lenin Emilio Osorio Leyva, quien, se concluye, disparó sobre el grupo donde se hallaba el reportero” [9]. Sin embargo, luego de siete años de prisión, Lenin Osorio obtuvo su libertad en 2019 tras demostrar que las pruebas con las que lo imputaba la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (hoy Fiscalía General de Oaxaca) no tenían sustento y que no existían pruebas que condujeran a determinar su responsabilidad en el crimen .[10]


[1] http://www.nuestraaparenterendicion.com/tuyyocoincidimosenlanocheterrible/index.php/component/k2/item/9-bradley-roland-will-muerte-en-las-barricadas#.YUIdqJ1KiUl
[2] https://www.jornada.com.mx/2007/10/30/index.php?section=opinion&article=023a1pol
[3] https://www.jornada.com.mx/2007/10/30/index.php?section=opinion&article=023a1pol
[4] https://www.youtube.com/watch?v=Epj3rGoN1qk
[5] https://www.jornada.com.mx/2012/05/24/politica/023n1pol
[6] https://www.elcorreodeoaxaca.com/wp-content/uploads/2021/06/707.pdf
[7] https://www.rebeldemule.org/foro/filmoteca-no-ficcion/tema5456.html
[8] https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Recomendaciones/2008/REC_2008_050.pdf
[9] http://www.cronica.com.mx/notas/2012/663607.html
[10] https://oaxaca.eluniversal.com.mx/estatal/07-06-2019/queda-en-libertad-imputado-por-el-homicidio-del-periodista-brad-will

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