Día Internacional de las Mujeres Rurales
“El empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales es esencial para construir un futuro próspero, equitativo y pacífico para todos en un planeta sano”.
 
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2021
 
 

El 18 de diciembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), mediante su resolución A/RES/62/136, declaró que el 15 de octubre de cada año debe proclamarse y celebrarse oficialmente el Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconociendo la función y contribución decisiva de las mujeres rurales, incluidas las mujeres indígenas, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, en la mejora de la seguridad alimentaria y en la erradicación de la pobreza en el campo[1].

De acuerdo con las estimaciones, las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola. El papel que juegan en los sistemas alimentarios de todo el mundo es fundamental, pues sustentan naciones enteras desde la producción de cultivos hasta el procesamiento, la preparación y la distribución de alimentos. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático[2]. Por ello, este año el Día Internacional de las Mujeres Rurales se celebrará bajo el tema “Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas”.

Es por ello que las mujeres y las niñas rurales influyen en gran medida en la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición, la tierra y la gestión de los recursos naturales. A esto se le añade su labor en el trabajo no remunerado y de cuidado doméstico.

Desafortunadamente, pese a que las mujeres y niñas rurales tienen una influencia tan importante en la agricultura, la seguridad alimentaria, la tierra y en el desarrollo agrícola, son quienes sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza, además de ser afectadas cuando los recursos naturales y la agricultura se ven amenazados[3]. Pese a su labor, las mujeres rurales se enfrentan a una discriminación muy grande en lo que respecta a la propiedad de la tierra y ganado, a la igualdad de remuneración por su trabajo, a la participación y la toma de decisiones en las entidades agrarias, así como en el acceso a créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de producción[4]. Por otro lado, tampoco disfrutan de un acceso igualitario a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria[5].

Esto genera obstáculos no sólo para el desarrollo de sus comunidades sino para la eliminación de la pobreza y el hambre en países en desarrollo, pues de acuerdo con cifras de la ONU, si las mujeres rurales contaran con el mismo acceso a los recursos que los hombres, la producción agrícola en estos países aumentaría entre un 2.5 y 4%; al mismo tiempo que el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría entre un 12% y un 17%. [6].

En el caso de México, se estima que 27 millones de personas viven en zonas rurales, donde la mitad, un 50% son mujeres, por lo que constituyen una cuarta parte de la población femenina nacional. Sin embargo, en nuestro territorio muchas poblaciones rurales viven en condiciones de pobreza superiores a la población urbana. Es por ello por lo que la conmemoración de este día en nuestro país es un recordatorio de los retos y desafíos a los que este grupo de la población se enfrenta, así como de los objetivos pendientes para defender a este sector de la población tan importante en la economía mexicana[7].

La Asamblea General de la ONU subraya la necesidad de determinar cuáles son las mejores prácticas para asegurar el acceso de las mujeres rurales a la participación plena en las actividades de ese sector, garantizando su participación en la formulación y aplicación de estrategias a nivel mundial, regional y nacional en materia de las tecnologías de la información (TIC)[8]. De igual forma, la ONU hace un llamado a la acción para respaldar a las mujeres y niñas rurales para fomentar sus habilidades y capacidades de liderazgo, a fin de que puedan responder ante el cambio climático mediante la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la gestión de los recursos naturales[9].

La campaña de acciones y divulgación para la conmemoración de este año 2022, se centrará en priorizar el empoderamiento de las mujeres rurales mediante distintas iniciativas, tales como:

  • El empoderamiento de las mujeres y niñas rurales a través de la protección social, la educación y el entrenamiento
  • Los derechos de la tierra y el acceso a las mismas oportunidades
  • La participación plena e igualitaria en la toma de decisiones en todos los niveles
  • Intervenciones políticas con perspectiva de género para aumentar el acceso a herramientas, tecnologías, infraestructura e instituciones para la resiliencia, la seguridad alimentaria y la nutrición.

Las mujeres rurales, así como todas las mujeres del mundo tienen derecho a disfrutar de un nivel de vida decente; derecho a gozar de todas las medidas de protección y de apoyo; derecho a la tierra y a los recursos productivos; el derecho a una vida sin violencia y sin peligro; derecho a la seguridad alimentaria y a la nutrición; el derecho a una vida sana y a recibir educación, sin olvidar la serie de derechos económicos, políticos, sociales y ambientales de los que también gozan. Las mujeres rurales tienen derecho al bienestar en todas las etapas de la vida respaldados por la ONU y por los tratados y compromisos internacionales de los que México es parte[10].

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