Día Mundial de las Aves Migratorias: en defensa del cuidado, protección y preservación de las especies y de un medio ambiente sano.

Día Mundial de las Aves Migratorias es una campaña anual de sensibilización que pone al frente la necesidad de conservar y proteger a las aves migratorias y sus hábitats.

Emitido en 2006 por la Convención sobre las Especies Migratorias (CMS, por sus siglas en inglés) y el Acuerdo sobre las Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA, por sus siglas en inglés), el Día Mundial de las Aves Migratorias se ha celebrado cada año y se ha convertido en una herramienta eficaz para ayudar a aumentar la conciencia mundial sobre las amenazas a las que se enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para su conservación[1].

El 26 de octubre de 2017 se firmó un acuerdo de asociación entre la CMS y el AEWA, unificando el Día Mundial de las Aves Migratorias en un intento de fortalecer aún más el reconocimiento y aprecio mundial de las aves migratorias y destacar la urgente necesidad de su conservación[2].

Las aves migratorias tienen un papel de gran importancia en el medio ambiente. Gracias a su existencia en el planeta se puede lograr un perfecto equilibrio evitando la propagación de plagas que afecten la salud de los seres humanos. La principal razón por la que migran es la escasez de alimento durante el invierno. Desde la llegada del otoño, cuando los días se tornan más cortos y las temperaturas comienzan a descender, sus complejos mecanismos fisiológicos modifican su conducta, preparándose para ahorrar energía en forma de grasa corporal que emplearán para emprender el vuelo hacia lugares más cálidos[3].

Cada año las aves migratorias son capturadas ilegalmente con trampas y redes de forma indiscriminada; en el peor de los casos, son cruelmente asesinadas, lo que ocasiona que las especies se encuentren al borde de la extinción. Es por ello que en este día internacional se hace un llamado a preservar los hábitats naturales y no interferir, a menos que sea positivamente, en el instinto natural de las aves migratorias[4].

El tema central del 2022 será la contaminación lumínica y su impacto en las aves migratorias. La campaña mundial tiene la meta de “atenuar las luces para las aves en la noche”. Pues la contaminación lumínica ha aumentado en todo el mundo. Actualmente se estima que más del 80% de la población mundial vive bajo un “cielo iluminado”.

“Las soluciones para crear conciencia sobre el problema de la contaminación lumínica y sus impactos negativos en las aves migratorias están disponibles y esperamos alentar a los tomadores de decisiones clave a adoptar medidas para abordar la contaminación lumínica”, explicó Amy Fraenkel, secretaria ejecutiva de la Convención sobre Especies Migratorias Silvestres (CMS).

Cada año, la contaminación lumínica contribuye a la muerte de millones de aves. Altera los patrones naturales de luz y oscuridad en los ecosistemas. Puede cambiar los patrones de migración de las aves, los comportamientos de búsqueda de alimento y la comunicación vocal[5].

Existen muchas formas para que las personas expresen su apoyo a la conservación de las aves, y para celebrar y compartir su aprecio por las aves migratorias en diversos países de todo el mundo.

• En algunas ciudades, particularmente en América del Norte, iniciativas como los programas "Lights Out" y las pautas de construcción amigables con las aves tienen como objetivo proteger a las aves migratorias de la contaminación lumínica al alentar a los propietarios y administradores de edificios a apagar cualquier iluminación innecesaria durante los períodos de migración.

Cada vez más lugares del mundo están tomando medidas para atenuar las luces de los edificios durante las fases de migración en primavera y otoño. También se están desarrollando directrices de mejores prácticas en el marco de la Convención sobre Especies Migratorias para abordar este problema cada vez mayor y garantizar que se tomen medidas a nivel mundial para ayudar a las aves a migrar de manera segura.

Recientemente se estableció que la celebración tendría lugar el segundo sábado de mayo y el segundo sábado de octubre para propiciar que los países y organizaciones se solidaricen durante la época de migración. De este modo se erige como el único programa internacional de sensibilización y educación que celebra la migración de las especies de aves a lo largo de las principales rutas migratorias del mundo[6].

México juega un papel muy importante en la migración de aves. De acuerdo con Patricia Escalante, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cerca de 4.7 billones de aves migran desde el norte del continente americano hacia México para pasar la temporada invernal; una parte importante de ellas se queda, mientras que otra cantidad importante hace una parada breve y luego continua con su travesía hacia el sur[7].

En nuestro país, la Ley General de Vida Silvestre contempla la conservación de especies migratorias en su 76, el cual establece que la conservación de las especies migratorias se debe llevar a cabo mediante la protección y mantenimiento de sus hábitats, el muestreo y seguimiento de sus poblaciones. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) vigila el cumplimiento de las leyes ambientales.

La Proclamación de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal en 1977, aprobada por la Organización de las Naciones Unida y por la UNESCO, considera que todo animal posee derechos y todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático[8].