Fundación de la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM)
“La función histórica de a CGOCM, aunque breve en su existencia, marcó un momento definitivo en la unificación de proletariado mexicano, dando paso pocos días después de la disolución de esta, al nacimiento de la creación de una central única: a Confederación de Trabajadores de México (CTM).”

José Manuel Lastra Lastra
Historiador
“El sindicalismo en México” Anuario Mexicano de Historia de Derecho, vol. IV

 

El 26 de octubre de 1933, a raíz de una reestructuración del movimiento obrero nacional, se fundó la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM), bajo la dirección de Vicente Lombardo Toledano. Su importancia radica en la intención y en el logro de unificar al campesinado y al proletariado mexicanos.

El 12 de junio de 1935, ante la división y diversidad ideológica de las distintas organizaciones sindicales oficiales en México, un grupo de colectivos obreros independientes decidió unificar fuerzas. En la Ciudad de México se convocó al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y a otros grupos participantes como la Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM, rama del Partido Comunista Mexicano), a varios sindicatos independientes y la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM).

Esta convención era obra de Vicente Lombardo Toledano en consecuencia de la ruptura que un año antes se había dado dentro de la Confederación Regional Obrera de México (CROM), cuando Toledano acusó a Luis N. Morones y a sus seguidores de derechistas ―con su célebre discurso El camino está a la izquierda― un 23 de julio de 1932 . Al responderle Morones, quien acusó a Lombardo de propagar ideas exóticas, la ruptura fue total. Como resultado, surgió la CGOCM, entre cuyas orientaciones se encontraba apoyar “la unidad de los trabajadores de América Latina”[2].

Cuando Lázaro Cárdenas se enfrentó en la contienda electoral por la presidencia a Plutarco Elías Calles, conocido como el Jefe Máximo —pues por años se había mantenido detrás del poder—, los colectivos de trabajadores tuvieron que tomar una decisión: mantenerse con el antiguo cabecilla o seguir al nuevo. Aquel 12 de junio de 1935 la mayoría optó por unificarse y respaldar a Cárdenas; sólo quedaron fuera del entonces formado Comité Nacional de Defensa Proletaria, la CROM y la Confederación General de Trabajadores (CGT)[3].

Al gestarse en octubre de 1933, la CGOCM resultó ejemplar al integrar a los trabajadores del país, sin importar si éstos eran rurales o urbanos. Por lo tanto, con su presencia potenciaron el pacto a favor de Cárdenas. Su filosofía fue un intento por retornar al sindicalismo anarquista original, el de las luchas obreras nacionales, con la huelga y la acción directa como herramientas, así como búsqueda de reforzar la vía de autónoma de acción, de guisa independiente, sin intermediación de Estado.

La CGOCM se mantuvo activa hasta el 20 de febrero de 1936, como estaba estipulado en el acuerdo base del Comité Nacional de Defensa Proletaria. Su sentido había sido también impulsar la unificación proletaria y la formación de una central única de trabajadores. Ante el surgimiento de ésta, cesó sus actividades con su integración a la misma. Así, al día siguiente, el 21 de febrero, se llevó a cabo el Congreso Constituyente de la Confederación de Trabajadores de México —la CTM—, cuyo primer líder fue Vicente Lombardo Toledano[4].

El derecho a la libertad de asociación y a la libertad sindical han sido proclamados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Son derechos que permiten la participación de los ciudadanos en la política económica y social para la constitución de la democracia y del estado de derecho. La participación y la representación de los trabajadores como actores sociales es de gran importancia para que las estructuras de gobierno funcionen. Es importante mencionar que el derecho de los trabajadores y de los empleadores a formar organizaciones aporta a la construcción de una sociedad libre y abierta. Casos como el de la CGOCM demuestran que estas organizaciones han cumplido una función muy importante al transformar la vida democrática de los países[5].

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