La Asamblea General de las Naciones Unidas en el año de 1979, mediante la resolución A/RES/34/24 aprobó un programa de actividades que se realizarían durante la segunda mitad del Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial y decidió que cada año deberá organizarse una Semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación racial en todos los Estados, a partir del 21 de marzo[1].
Es importante recordar que el origen del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial fue en respuesta al hecho que sucedió el 21 de marzo de 1960[2], fecha en que el régimen del apartheid sudafricano escribió uno de sus episodios más sangrientos cuando la policía abrió fuego sobre una manifestación pacífica contra la ley de pases del apartheid, en Sharpeville, Transvaal, actual provincia de Gauteng, Sudáfrica, terminando en una brutal masacre. Desde 1948 el ultraconservador Partido Nacionalista estableció en Sudáfrica un régimen de segregación racial discriminatorio hacia la mayoría negra: el Apartheid (significa «separación» en el idioma afrikáans). Estableció además una segregación efectiva controlando cualquier desplazamiento de la población negra, a través del uso obligatorio de pases para cualquier movilidad que realizaran en zonas urbanas y rurales de Sudáfrica. Los partidos contrarios al apartheid El Congreso Nacional Africano y el Congreso Panafricano, convocaron a la población negra a que el 21 de marzo dejaran en casa sus pases y salieran a las calles, se presentaran frente a las comisarías para que ser detenidos, a manera de protesta, contra la Pass Laws (Ley de Pases). En la población de Sharpeville fue tan grande la manifestación pacífica, que la policía decidió abrir fuego y mató a 69 personas y cerca de 200 resultaron heridas.
Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial[3].
La discriminación racial y étnica es un fenómeno cotidiano que impide el progreso de millones de personas en todo el mundo. El racismo y la intolerancia pueden presentarse de formas diferentes: desde la negación de los principios básicos de igualdad de las personas hasta la instigación del odio étnico que puede llevar al genocidio, destruir vidas y fraccionar comunidades[4].
Es por ello que, en esta semana internacional se recuerda que respetar a los demás es esencial para que se nos respete a nosotros y a nuestras comunidades, que la humanidad es una familia única, unida por aspiraciones compartidas y un destino común. La paz duradera solo puede basarse en la igualdad y la dignidad de todos y cada uno de los hombres y mujeres, independientemente de su origen étnico, religión, sexo, condición socioeconómica o de cualquier otra índole[5].
En México el Movimiento Nacional por la Diversidad Cultural de México (MNDCM) considera a la diversidad como fuente de originalidad y pluralidad, materia de innovación, creatividad, intercambio y enriquecimiento, de igual forma este Movimiento concibe la interculturalidad como un modo de convivencia en el que las personas, los grupos y las instituciones, se relacionan de manera abierta, horizontal, incluyente y respetuosa, y se enriquecen mutuamente de sus conocimientos y saberes. Asimismo, promueve el conocimiento y reconocimiento, y con ello propicia, tanto el fortalecimiento de las culturas diversas, como el desarrollo de la interculturalidad. Los objetivos específicos de este movimiento son[6]:
- Difundir las contribuciones de los diversos grupos sociales, especialmente de los pueblos indígenas, al patrimonio cultural material e inmaterial de México;
- Favorecer la preservación, reconstitución, fortalecimiento y transmisión de la diversidad cultural como un patrimonio para las futuras generaciones;
- Contribuir para que los diferentes grupos sociales conozcan y ejerzan plenamente sus derechos constitucionales, humanos, económicos, políticos, sociales, lingüísticos y culturales; y
- Poner en la mesa de la discusión nacional temas apremiantes como el respeto a la diversidad cultural, la migración, las problemáticas ambientales y la violación de los derechos humanos.
Por otro lado encontramos que, hoy en día se vive una crisis sanitaria debido al COVID-19, dicha pandemia ha puesto de relieve problemas y desigualdades estructurales fundamentales subyacentes en diversos ámbitos de la vida social, económica, civil y política, se ha agravado el racismo y la discriminación racial que ya existían en muchos lugares del mundo. Es por ello que en su primera resolución relativa al COVID-19, la Asamblea General de las Naciones Unidas hizo hincapié en la necesidad de que se respeten plenamente los derechos humanos e insistió en que la respuesta a la pandemia no debe dar cabida a ninguna modalidad de discriminación, racismo o xenofobia[7].
[1] https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/383/53/IMG/NR038353.pdf?OpenElement
[2] https://afrofeminas.com/2020/03/21/la-masacre-de-sharpeville-el-origen-del-dia-internacional-contra-el-racismo/
[3] https://daccess-ods.un.org/TMP/1861629.6350956.html
[4] https://www.un.org/es/events/humanrightsday/2009/discrimination_racism.shtml
[5] https://es.unesco.org/events/dia-international-eliminacion-discriminacion-racial
[6] http://celci.seph.gob.mx/diversidadcultural/content/files/rector.pdf
[7] https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Racism/COVID-19_and_Racial_Discrimination_ES.pdf