Aniversario del nacimiento de Francisco I. Madero “Apóstol de la Democracia”
“Yo he comprendido muy bien que, si el pueblo me ha designado como su candidato para la Presidencia, no es porque haya tenido la oportunidad de descubrir en mí las dotes del estadista o de gobernante, sino la virilidad del patriota resuelto a sacrificarse, si es preciso, con tal de conquistar la libertad y ayudar al pueblo a librarse de la odiosa tiranía que lo oprime.”

Francisco I. Madero
Presidente de México,
El Apóstol de la democracia

 

FranciscoI. Madero González nació el 30 de octubre de 1873 en la hacienda llamada “El Rosario”, ubicada en Parras, Coahuila. Era miembro de una de las familias más ricas del país, no sólo fue el heredero de bienes familiares, sino también del legado de una larga y extensa tradición liberal. Fue un político mexicano cuyo pronunciamiento contra el régimen de Porfirio Díaz desencadenó la Revolución Mexicana[1].

Durante su infancia, le impartieron clases particulares en su hogar, hasta que a la edad de 12 años entró al Colegio Jesuita de San Juan Nepomuceno en Saltillo. Posteriormente, inició sus estudios en los Estados Unidos y luego en el Liceo Versalles y en la Escuela de Altos Estudios Comerciales en París. En 1892 regresó a México, pero un año después se hizo cargo de las fincas y haciendas de su padre, donde modernizó los sistemas de cultivo y de riego, además de que intentó mejorar la situación de sus trabajadores. Se estableció en San Pedro de las Colonias, lugar donde se dedicó a realizar acciones de beneficencia social, como la fundación de una escuela comercial[2].

En 1901 Francisco I. Madero difundió el periódico de carácter anarquista llamado Regeneración. Cuatro años más tarde, inició formalmente a su carrera política al fundar el Club Democrático Benito Juárez. Asimismo, creó el rotativo El Demócrata, a través del cual abordaba temas sobre los derechos humanos, el sufragio y la libertad[3].

En octubre de 1908, Madero escribió el libro La Sucesión Presidencial en 1910, que lo proyectó como el candidato viable para contender en las elecciones presidenciales por el Partido Antirreeleccionista, en contra del candidato eterno, Porfirio Díaz. En enero de 1909, fundó el Club Democrático Antirreeleccionista de San Pedro. Un mes más tarde viajó a la Ciudad de México y junto con Roque Estrada, José Vasconcelos y otros personajes fundó el Centro Antirreeleccionista de México[4].

En junio de 1910 emprendió un viaje al lado de Félix F. Palavicini y Luis Cabrera, en el cual recorrieron el país para fundar clubes con sus ideales. Lamentablemente, las autoridades gubernamentales se percataron del peligro que significaba el movimiento, por lo cual Madero fue arrestado el 7 de junio en Monterrey. Con el líder recluido, las elecciones favorecieron a Porfirio Díaz, mientras que Madero fue trasladado a San Luis Potosí, donde logró su libertad.

Ante la circunstancia, optó por la lucha armada y huyó a San Antonio, Texas. lugar donde el 20 de noviembre publicó el Plan de San Luis, en el que convocaba al pueblo a alzarse en armas. Ese día entró al país a ponerse al mando de un grupo armado; sin embargo, el contingente era reducido, decidió regresar a Nueva Orleans hasta encontrar un momento más propicio. En febrero de 1911, cuando la Revolución ya estaba extendida en gran parte del territorio mexicano, entró Madero a México y atacó Casas Grandes, Chihuahua.

Durante los siguientes meses, se adhirieron más grupos de campesinos Porfirio Díaz renunció al poder el 25 de mayo para embarcarse rumbo a París. De este modo, Francisco I. Madero entró triunfante a la Ciudad de México el 7 de junio[5].

El Apóstol de la Democracia, como también se le conoce, obtuvo la victoria y se convirtió en presidente el 6 de noviembre de 1911. Una de sus primeras acciones fue la redistribución de la tierra, pero a los campesinos les parecieron demasiado tibias sus medidas, porque los sectores más radicales exigían expropiaciones. Por ello, el 28 de noviembre, Emiliano Zapata promulgó el Plan de Ayala, con el cual se declaró en contra del gobierno de Madero porque no había cumplido la promesa de devolver a los campesinos e indígenas las tierras comunales[6].

Si bien es cierto que el gobierno de Madero solo duró 15 meses, se emprendieron acciones para mejorar la atención sanitaria y educativa de la población, y aprobó la reducción de la jornada laboral, que pasó de doce a diez horas. También aprobó el derecho a la huelga y legalizó la libertad sindical. Igualmente respetó la libertad de prensa e impulsar la renovación de la política mexicana y la participación democrática de la población en las elecciones de sus gobernantes. También aprobó el derecho a la huelga y legalizó la libertad sindical.

Sin embargo, todos esos esfuerzos resultaron infructuosos por que el 22 de febrero de 1913, él junto con su vicepresidente José María Pino Suarez fueron asesinados a las afueras de la Penitenciaría de Lecumberri en la Ciudad de México por órdenes de Victoriano Huerta[7].

Área Responsable