
sus orígenes en la falta de sensibilidad del
gobierno provincial quebequense, la negativa
inicial de Brian Mulroney a involucrar a su
gobierno para la solución del conflicto, hizo
evidente la falta de interés y voluntad política que
caracteriza al gobierno federal canadiense.”
Oliver Santín Peña
Doctor en Ciencias Políticas y Sociales
El 11 de julio de 1990 se suscitó un enfrentamiento por las tierras entre los mohawks de la comunidad de Kanesatake, el Servicio de Policía Provincial de Quebec y el ejército canadiense. Duró 78 días, hasta el 26 de septiembre de ese año[1] .
La pequeña ciudad de Oka está integrada en el circuito turístico de Canadá conocido como “La ruta del río Hudson”. En 1990 era una zona ambigua en cuanto a su demarcación legal: no era claro si pertenecía a la reserva india o a un parque municipal. Cuando los ediles de la municipalidad de Oka aprobaron conceder y arrendar terrenos para construir sesenta condominios y permitir al club de golf local ampliar su campo de juego de 9 a 18 hoyos,[2] , los mohawks ―pueblo originario de la región― se opusieron: la superficie a convertirse en lugar de ocio para algunos privilegiados les pertenecía desde tiempos ancestrales, y ningún derecho tenían los ediles a negociarla. Los mohawks colocaron barricadas para evitar el acceso al sitio y el desacuerdo creció hasta provocar un enfrentamiento armado que hizo eco en los medios de comunicación mundiales.[3]
El 9 de julio, el ministro Provincial de Asuntos Autóctonos, John Ciaccia, envió una carta al alcalde de Oka solicitándole la suspensión indeterminada del proyecto de ampliación del campo de golf, para dar tiempo a los mohawks de retirar las defensas. Los ediles acogieron mal la petición y manifestaron que el ministro estaba influenciado por “radicales”. Al día siguiente, solicitaron la intervención de las fuerzas de seguridad de Quebec ―Sûrete du Quebec (SQ)― acusando de una supuesta actividad criminal en la barricada, elemento necesario para la intervención. El día 11, llegaron las fuerzas armadas ocasionando un enfrentamiento implacable[4].
En un intento por dispersar a los mohawks, se usaron gases lacrimógenos y granadas. La comunidad agredida tenía su propio arsenal, con subfusiles AK-47 y todo tipo de armas automáticas se apoderaron de los coches patrulla y de la maquinaria municipal abandonada para construir una nueva barricada. Conforme pasaron los días, la tensión creció. A mediados de agosto, a las afueras de Oka se habían congregado mil policías provinciales y unos doscientos miembros de la Policía Montada de Canadá. Imponiendo un bloqueo total de alimentos y suministros a la comunidad de Kanesatake.[5]Las manifestaciones continuaron y para finales de ese mes se había sumado parte del ejército a la represión. Al estar bajo la mira internacional, la orden fue no hacer uso de la fuerza. Pero tras los enfrentamientos, el Comité de Urgencia local reunió pruebas suficientes de traumatismos, estrés, vejaciones, y rechazos de autoridades militares y civiles con la intención de presentar un Informe ante las autoridades correspondientes.[6].
Tras el enfrentamiento con el ejército, los mohawks obtuvieron una victoria: el gobierno federal detuvo el proyecto de expansión del campo de golf, comprando el terreno en disputa. Sin embargo, nunca lo estableció como reserva federal y desde entonces no ha sido devuelto a la comunidad. En 2015, el alcalde de Oka y el gran jefe mohawk Serge Simon firmaron un acuerdo estableciendo que no podrá existir un desarrollo inmobiliario en el Bosque de Pinos, la zona en polémica, si la paz y la comunidad se ven afectadas.[7]
El conflicto no avanzó ni tuvo resoluciones por varios años hasta que en 2019 un agente inmobiliario llamado Gregoire Gollin firmó un acuerdo para devolver áreas cerca del Bosque de Pinos al Consejo Indio de Kanesatake en un intento de reconciliación final. Gollin ha sido dueño de una porción de Los Pinos desde el 2000, sin embargo, cuando en 2017 intentó iniciar un desarrollo inmobiliario en el área, la comunidad de Kanesatake se levantó en protesta. La devolución que Gollin plantea tendría un carácter de donativo ecológico, lo que implica que la empresa desarrolladora tendría beneficios en el pago de impuestos, permitiendo que cierta parte del territorio sea desarrollado. La situación sigue sin resolverse.[8]
La crisis de Oka fue ampliamente documentada e inspiró numerosos libros y películas. La cineasta canadiense Alanis Obomsawin ha realizado varios documentales, como Kanehsatake: 270 años de resistencia (1993) y Rocks at Whiskey Trench (2000). Por su lado, Peter Gelderloos, escritor y activista ha argumentado Oka debería servir como modelo para el act por cuatro razones
- Fue capaz de apoderarse con éxito del territorio y repeler a las fuerzas estatales.
- No contaba con el apoyo de las élites políticas o económicas.
- Difundió ideas acerca de la soberanía indígena y la justicia social.
- Detuvo la construcción del campo de golf.[9]
A más de 32 años de esta crisis los proyectos inmobiliarios de Los Pinos continúan creando tensiones entre los Mohawks y el municipio de Oka. El asunto ha llamado la atención ante la falta de apoyo del gobierno y las trabas que se han puesto para una resolución. Sin embargo, lo que ocurrió en Oka durante 1990 inspiró a las Primeras Naciones, es decir a los pueblos indígenas de Canadá, a tomar acción en la defensa de sus derechos territoriales.
De acuerdo con el Art. 10 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada en 2007, estos no serán desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios. No se procederá a ningún traslado sin su consentimiento libre, previo e informado. Ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opción del regreso.[10]
Es trabajo de los Estados respetar y promover los derechos intrínsecos de los pueblos indígenas que derivan de sus estructuras políticas, económicas y sociales. De sus culturas, tradiciones, historia y filosofía. Pero particularmente, los derechos a sus tierras, territorios y recursos[11]
Foto: ©Shaney Komulainen/The Canadian Press
[1] https://www.rcinet.ca/es/2019/05/24/30-anos-de-controversia-entre-indigenas-y-no-indigenas-en-oka-quebec/
[2] https://www.ejatlas.org/conflict/oka-crisis-quebec-canada/?translate=es
[3] https://revistas.ucm.es/index.php/REAA/article/download/REAA9494110231A/24327/
[4] https://revistas.ucm.es/index.php/REAA/article/download/REAA9494110231A/24327/
[5] https://elpais.com/diario/1990/07/29/internacional/649202408_850215.html
[6] http://www.cisan.unam.mx/virtuales/pdfs/Sucesion%20y%20balance.pdf
[7] https://www.rcinet.ca/es/2019/05/24/30-anos-de-controversia-entre-indigenas-y-no-indigenas-en-oka-quebec/
[8] https://nationalpost.com/news/developer-offers-disputed-oka-land-to-kanesatake-mohawks-as-ecological-gift
[9] https://www.portaloaca.com/pensamientolibertario/textosanarquismo/la-anarquia-funciona-peter-gelderloos/
[10] https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf
[11] https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf