Día de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en pro de la paz y el desarrollo sustentable
“Desde Auckland a Amán, desde Nueva York hasta Yamena, queremos que los niños se movilicen en sus escuelas y sus comunidades para ayudar a enviar un mensaje que ayude a salvar vidas, a luchar por sus derechos, para que puedan desarrollar todo su potencial”.

Justin Forsyth
Director ejecutivo adjunto de UNICEF

 

El 4 de noviembre de cada año se celebra el Día de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tratándose de una ocasión para afirmar todos y cada uno de los logros conseguidos por la mencionada organización.

La visión fundadora de la UNESCO nació en respuesta a la Segunda Guerra Mundial, un suceso histórico marcado por la violencia racista y antisemita. Al finalizar el conflicto armado, los gobiernos de los países europeos que enfrentaron a la Alemania nazi y a sus aliados se reunieron en Inglaterra para establecer una organización de fomento educativo y cultural, contribuyendo en la medida de lo posible a una verdadera cultura de paz mundial. Así, en noviembre de 1945 se celebró en Londres una conferencia de las Naciones Unidas. Con el impulso de Francia y Gran Bretaña ―ambos países considerablemente afectados por el conflicto―, la UNESCO entró en funciones el 4 de noviembre de 1946 con el apoyo de 37 Estados ―entre ellos, México―. Al final de la conferencia estos 37 gobiernos firmaron la Constitución que marcó el origen de la UNESCO. Dicho documento entró en vigor en noviembre de 1946 después de ser ratificado por veinte países[1].

La UNESCO cuenta con 195 Estados Miembros y ocho Miembros Asociados que integran la Conferencia General, la cual se reúne cada 2 años, aprueba el programa y presupuesto de la organización para el bienio y designa un consejo ejecutivo integrado por 58 miembros. La Conferencia General y el Consejo Ejecutivo constituyen los órganos de gobierno de la UNESCO. La Secretaría es liderada por un/a Director General, que es electo por los Estados Miembros cada 4 años.

Su misión consiste en contribuir a la consolidación de la paz y el desarrollo sustentable mediante la educación, las ciencias naturales, las ciencias sociales, la cultura y la comunicación e información[2].

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por los Estados Miembros de la ONU en 2015 busca pretende garantizar prosperidad y bienestar para todas las mujeres y todos los hombres mientras protege a nuestro planeta y fortalece los cimientos de la paz, estableciendo 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La UNESCO contribuye a la erradicación de la paz, a la erradicación de la pobreza, al desarrollo sostenible y al diálogo intercultural mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información, mientras que los Derechos Humanos y la dignidad humana constituyen el punto de partida para la acción de la Organización[3].

Desde la fundación de la UNESCO, México ha tenido un papel fundamental ya que fue uno de los 14 países en formar la primera Comisión Provisional y el séptimo país en firmar el Acta Constitutiva. Por otro lado, México también cuenta con más de 500 escuelas incorporadas a la Red del Plan de Escuelas Asociadas a la UNESCO y 20 cátedras UNESCO. Aunado a ello, México es depositario de una vasta diversidad cultural y patrimonial que la UNESCO ha reconocido y al que ha prestado sus mejores servicios para su salvaguarda. México ha inscrito 33 sitios culturales, naturales y mixtos en la Lista del Patrimonio Mundial; cuenta con 7 manifestaciones incorporadas a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial y 9 elementos reconocidos con valor documental excepcional en el Programa de Registro Memoria del Mundo. Asimismo, México mantiene 42 sitios naturales enlistados en el Registro de Reservas de la Biosfera. Además, a nivel mundial ocupa el quinto lugar con mayor cantidad de sitios inscritos en esta lista, siendo el primer lugar en Latinoamérica[4].

México ha logrado establecer un buen prestigio en el organismo como consecuencia de su actuación histórica. Esto le ha permitido ganar una considerable presencia ante la Organización. Por su experiencia y seriedad, nuestro país es reconocido en su grupo regional como un líder interlocutor obligado y respetado entre todos los miembros, ya sea en asuntos gubernamentales como en educativos y culturales.

En este contexto, cabe destacar que en la Ciudad de México se está celebrando la cita cultural más importante de los últimos 40 años. La conferencia mundial de la Unesco sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, misma que ha reunido a 117 ministros de Cultura de todo el mundo. La reunión concluirá con una declaración conjunta de las delegaciones de 161 países que marcará la hoja de ruta mundial para proteger la cultura, fijará las prioridades comunes, reconocerá a la cultura como “bien público mundial” y establecerá los compromisos sobre los derechos culturales[5].

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