Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer
“Es inaceptable que mueran mujeres por no tener adecuada atención hospitalaria o acceso a servicios básicos de salud; que exista personal que les niegue o condicione la atención o desestime su palabra; que priven a las adolescentes de información y métodos anticonceptivos; y que los prejuicios culturales impidan que las mujeres acudan a los servicios médicos para la detección temprana de enfermedades prevenibles.”
Lorena Cruz Sánchez
Ex Presidenta Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES)

 

En 1987, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, hizo la propuesta de instaurar un día de acción global a favor de la salud de las mujeres, y es así como el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer tuvo su origen el 28 de mayo de 1987, en la reunión de integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos RMMDSR, realizada al terminar el V Encuentro Internacional sobre Salud de la Mujer llevado a cabo en San José, Costa Rica. El objetivo de instaurar dicho día internacional fue para lograr refrendar el derecho a la salud como derecho humano al que las mujeres deben acceder durante todo el ciclo vital, sin restricciones ni exclusiones, para lo cual se llevarían a cabo acciones enfocadas a su salud y sus derechos reproductivos . [1]

Debido a que las muertes a causa de la gestación eran y continúan siendo uno de los indicadores más dramáticos de la inequidad en salud, el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer fue establecido como un recordatorio para abordar las múltiples causas de enfermedad y muerte que afectan a las mujeres. En aquel momento, las mujeres reclamaban el abandono de los programas de control de natalidad llevados a cabo sin contar con su participación, incrementar un acceso universal a la salud, reevaluar la progresiva medicalización de los cuerpos de las mujeres, asegurar el acceso a métodos anticonceptivos seguros .[2]

Lamentablemente debido a las diferencias biológicas y sociales, el hecho de pertenecer a uno u otro sexo tiene gran impacto en la salud. La salud de la mujer y la niña es especialmente preocupante porque en muchas sociedades se encuentran en una situación de desventaja por la discriminación condicionada por factores socioculturales. Es por ello que, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe propuso una modalidad para conmemorar esta fecha histórica y emblemática, misma que inicio a partir del 2011 con una Campaña (Permanente) por la Salud Integral y los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos de las Mujeres y Niñas la cual, como lo dice su nombre, enfatizando en la salud integral de las mujeres, tomando en cuenta la definición holística e inclusiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala: “El derecho a la salud implica gozar del más óptimo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o malestar” . [3]

Por otro lado, hoy en día se vive una pandemia debido al COVID-19, misma que puede tener impactos graves en la vida de las mujeres y niñas, si no se consideran las dimensiones de género. Diversos temas que las rodean como lo son el trabajo de cuidados, la autonomía económica, violencia física o sexual, participación de las mujeres en la toma de decisiones, la desagregación de datos por sexo, el análisis de género y la migración irregular, son solo algunas de las áreas de preocupación que deben ser parte de una respuesta efectiva ante la crisis sanitaria que atraviesa el mundo en este momento. Es importante destacar que, todos los días, las mujeres de diversas profesiones ya sea en la primera línea de respuesta o como profesionales de la salud, voluntarias comunitarias, coordinadoras de transporte y logística, científicas, entre otras, hacen aportes fundamentales para contener la propagación de la enfermedad. Sin embargo, esta crisis sanitaria a provocado un menor acceso a la salud sexual y reproductiva y un aumento de la violencia doméstica .[4]

Desafortunadamente, en la actualidad muchas mujeres no tienen acceso a los servicios que les permitan llevar a cabo sus decisiones y en otros casos se toman esas decisiones por ellas. Es por ello que, es imprescindible que toda la sociedad persevere en el progreso y en el acceso a la salud reproductiva y sexual de las de las mujeres, consolidando el ejercicio de un derecho universal que permanece todavía en la sombra en muchos lugares del mundo .[5]

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