Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas
“Juntos podemos elaborar alternativas sostenibles a los cultivos ilícitos para la producción de drogas; luchar contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada transnacional; y lograr avances en las respuestas de la justicia, así como en los servicios de prevención, tratamiento y rehabilitación en relación con el consumo de drogas y las intervenciones relacionadas con el VIH. Y podemos hacerlo de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las mujeres, los jóvenes y los grupos marginados y se respeten los derechos humanos.”
 
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas 2020
 
 
 

Mediante ediante la resolución A/RES/42/112, del 7 de diciembre de 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 26 de junio como Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas[1], para dar una muestra de su determinación en fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas.

El tráfico y el uso indebido de las drogas representan un gran obstáculo para el desarrollo. El consumo de drogas ocasiona numerosos riesgos para la salud, y la atención a los toxicómanos suele ser insuficiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a las drogas como cualquier sustancia psicoactiva que, una vez dentro de un organismo viviente, “pueda modificar su percepción, estado de ánimo, cognición, conducta o funciones motoras". Esto incluye el alcohol, el tabaco y los solventes, y excluye las sustancias medicinales sin efectos psicoactivos.[2]

La Asamblea General mantuvo un periodo extraordinario con los Estados Miembros, tras el cual se aprobó la Declaración Política y el Plan de Acción sobre cooperación internacional en favor de una estrategia integral y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las drogas. (El vínculo con el documento se incluye en la presente publicación.) En él se presenta una serie de sesiones valorativas de los progresos, desde 1998, en el cumplimiento de las metas y objetivos establecidos en el vigésimo periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, dedicado a la acción común para contrarrestar el problema mundial de las drogas. También plantea la definición de prioridades de cara al futuro, las áreas que requieren nuevas medidas, y las metas y objetivos a establecerse para la fiscalización de drogas a partir de 2009. Finalmente señala la adopción de una declaración política y otras medidas de fortalecimiento de la cooperación internacional[3].

Por otro lado, el consumo no médico de tranquilizantes y sedantes afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Cuando consumen drogas, ese hábito tiende a desembocar en trastornos dentro de un período más breve que en el caso de los hombres. No obstante, pueden ser reticentes a solicitar tratamiento, especialmente si están embarazadas y temen las consecuencias legales y el estigma social. De acuerdo a datos del Informe Mundial sobre las Drogas 2020 elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) alrededor de 27 millones de personas en todo el mundo, lo que corresponde al 0.5% de la población adulta, se estima que ha consumido anfetaminas, metanfetaminas y estimulantes farmacéuticos, en el último año[4].

Una respuesta eficaz al problema mundial de las drogas requiere instituciones de justicia penal, salud y servicios sociales que sean inclusivas y responsables. Con esto pueden brindarse soluciones integrales acordes con las convenciones internacionales sobre control de drogas, los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) [5].

El ODS directamente vinculado con esta problemática sería el Objetivo 3: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, específicamente con las metas[6]:

  • 3.5 Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol
  • 3.a Fortalecer la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco en todos los países, según proceda.
  • 3.d Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial.

Por otro lado, podemos encontrar que México ha ratificado distintos instrumentos multilaterales en la materia, como[7]:

  1. Convenio para la Supresión del Tráfico Ilícito de Drogas Nocivas (Ginebra, 26 de junio de 1936).
  2. Convención Única sobre Estupefacientes (1961), enmendada por el Protocolo de 1972.
  3. Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971.
  4. Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988.
  5. Declaración Política sobre el Control Mundial de las Drogas, suscrita en la Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas de 1998.

Finalmente, es importante recordar que cada año apoyado por individuos, comunidades y varias organizaciones en todo el mundo, este Día Internacional tiene como objetivo crear conciencia sobre el problema importante que las drogas ilícitas representan para la sociedad. Es así como encontramos que la última campaña fue la del año 2021 misma que tenía como tema "Hablemos de drogas, la información salva vidas", queremos combatir la desinformación. Debemos tratar y compartir alto y claro los hechos reales sobre las drogas. Es fundamental conocer los riesgos que tienen para nuestra salud y buscar las soluciones para abordar el problema mundial de las drogas, desde la prevención, el tratamiento y la atención basados en pruebas y el cuidado de las personas con adicción a las drogas[8].

Área Responsable