Día Internacional de la Partera
“Las parteras, que son un puente entre las comunidades y los establecimientos de salud tradicionales, brindan servicios vitales de salud materna que son clave para reducir las muertes maternas y hacer que el parto sea más seguro en áreas remotas, marginadas y también durante crisis humanitarias. Las parteras no sólo salvan vidas, también empoderan a las mujeres y parejas para que tomen decisiones informadas y saludables.”
Natalia Kanem
Directora Ejecutiva del UNFPA
2019

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 5 de mayo Día Internacional de la Partera, como homenaje a todas estas personas cuyas labores marcan la diferencia entre la vida o la muerte para un sin número de mujeres y bebés.

Podemos definir a una matrona o partera a una persona que practica la obstetricia, proporcionando asistencia adecuada y ejecución de medidas de emergencia a las mujeres embarazadas. Es un término usado en referencia a las mujeres y los hombres, aunque la mayoría son mujeres. Además de dar atención a la mujer durante el embarazo y el parto, algunas parteras también proporcionan asesoramiento y servicios de planificación familiar, salud reproductiva y pueden realizar exámenes de detección de cáncer cervical y de mama .[1]

Dentro de la línea de conmemoración de esta fecha, desde el año 2008, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha trabajado con diversos gobiernos, asociados y encargados de formulación de políticas, con el firme objetivo de ayudar a crear una fuerza laboral de parteras competentes y bien formadas que cuenten con los medios necesarios para ejercer su labor en entornos de bajos recursos .[2]

De acuerdo con el UNFPA, se estima que 303,000 mujeres y aproximadamente 2.7 millones de bebés recién nacidos murieron solo en 2015. La gran mayoría perdieron la vida por complicaciones y enfermedades que pudieron haberse prevenido si hubieran recibido una atención prenatal y obstétrica adecuada, es decir, algunos de los servicios que prestan las parteras. Lo anterior debido a que, en la actualidad existen muchos desafíos para aumentar la disponibilidad de servicios de partería. A pesar de la enorme responsabilidad que asumen las parteras, con frecuencia no son retribuidas de una manera justa, sufren de una baja condición social y de falta de apoyo. Los sesgos de género son uno de los desafíos más comunes que tienen que afrontar .[3]

Respecto al tema podemos identificar que, uno de los derechos humanos más básicos es asegurar que una mujer pueda tener un embarazo saludable, un parto seguro y los cuidados esenciales para su recién nacido. Educar y capacitar a las parteras es una manera inteligente, económica y sostenible de acercarnos más al logro del acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, un objetivo crucial dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible .[4]

Afortunadamente hoy en día, el apoyo a los servicios de partería está creciendo. La partería es uno de los temas que más se enfatiza en la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente y la Estrategia de Salud para África, y un número cada vez mayor de gobiernos se ha comprometido a invertir en la atención proporcionada por parteras . [5]

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