Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono
“Los tratados sobre el ozono destacan como buenos ejemplos de cómo hay pocos límites a lo que podemos lograr en una causa común cuando prevalece la voluntad política. Hagamos que este trabajo conjunto para preservar la capa de ozono nos sirva de estímulo para mostrar la misma determinación en sanar el planeta y forjar un futuro más prometedor y equitativo para toda la humanidad.”
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2020

 

El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su resolución A/RES/49/114, declaró el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono en conmemoración del día de la firma del Protocolo de Montreal (1987), relativo a las sustancias agotadoras de la capa de ozono. Este día se conmemora desde 1995 .[1]

La capa de ozono es una franja muy frágil de gas que protege al planeta Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo a la preservación de la vida. El ozono constituye una parte muy pequeña de nuestra atmósfera, pero su presencia es sin embargo vital para el bienestar humano [2]. Lamentablemente, la utilización durante muchos años de ciertos productos químicos la han lesionado, poniendo en terrible peligro nuestra existencia y la del resto de seres vivos de nuestro hábitat

Respecto se debe mencionar el Protocolo de Montreal, un acuerdo ambiental internacional que exitosamente logró la ratificación universal alrededor de un objetivo: proteger la capa de ozono de la tierra. Su meta es la eliminación del uso de sustancias que agotan la capa de ozono (SAO). Asimismo, estableció un calendario, el cual se aplica al consumo de sustancias destructoras del ozono. Este consumo se define como las cantidades producidas en un año determinado, más las importadas, menos las exportadas. También existe una deducción por la destrucción verificada .[3]

Así, este instrumento normativo protege la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial, y el consumo, de sustancias que la agotan, la deterioran, con la finalidad de eliminarlas. Se basa en el progreso de los conocimientos científicos e información tecnológica, y contribuye en forma primordial a la lucha por frenar los efectos del cambio climático .[4]

Como último antecedente encontramos que en 2020 se celebraron los 35 años de la Convención de Viena y los 35 años de protección mundial de la capa de ozono, instrumento internacional que tiene por objetivo alentar a las Partes a promover la cooperación a través de observaciones sistemáticas, investigaciones e intercambio de información sobre el impacto de las actividades humanas en la capa de ozono y para adoptar medidas legislativas o administrativas en contra de actividades que puedan producir efectos adversos en la capa de ozono .[5]

Por otro lado, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en el 2020 mencionó que al mirar hacia la recuperación mundial de la devastación social y económica causada por la pandemia de COVID-19 es necesario comprometernos a construir sociedades más fuertes y resilientes. Recalcó que es nuestro deber esforzarnos e invertir en afrontar el cambio climático y en proteger la naturaleza y los ecosistemas que nos sostienen .[6]

Área Responsable