Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición
“El horror de la esclavitud nos hace reflexionar sobre la humanidad y cuestionarla. La historia de la trata de esclavos es el resultado de una concepción racista del mundo que pervierte todos los aspectos de la actividad humana. Esa visión, que se erigió como sistema de pensamiento y se ilustró en todo tipo de obras filosóficas y artísticas, fue la base de prácticas políticas, económicas y sociales profundamente injustas, con un alcance y consecuencias mundiales, reconocidas ahora como crimen de lesa humanidad.”

Audrey Azoulay
Directora General de la UNESCO
2020

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en su resolución 29 C/40, declaró el 23 de agosto como el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición, invitando a los Estados Miembros a conmemorar este día internacional dándole toda la importancia que merece, y a movilizar a todas las comunidades educativas, científicas, artísticas y culturales, a la juventud y a la sociedad civil en general.[1]

La fecha fue elegida debido a que el 23 de agosto, pero de 1791 en Saint-Domingue la parte occidental de la isla de La Española, se llevó a cabo la insurrección de los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud, así entonces al proclamar su independencia, recuperó su nombre amerindio original: Haití. Esta revuelta comporta una reivindicación universal de libertad, que va más allá de cualquier límite de tiempo y espacio. Apela a toda la humanidad, sin distinción de origen ni de religión, y sigue resonando hoy con la misma fuerza.[2]

Mediante esta conmemoración, la UNESCO, busca recordar la importancia fundamental de la transmisión de la historia para poner de relieve la lucha contra todas las formas de opresión y racismo que existen en la actualidad. El efecto expansivo que provocó la revuelta de 1791 ha marcado el curso de las luchas de liberación de los pueblos y de los movimientos de defensa de los derechos humanos y civiles desde hace más de 200 años.[3]

Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, en 2020 emitió un mensaje con motivo del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición en el cual destaca el Proyecto “La Ruta del Esclavo”, puesto en marcha por la UNESCO en 1994, dicho proyecto ha permitido identificar las cuestiones éticas, culturales y sociopolíticas de esta dolora historia. Mediante la elaboración de un enfoque multidisciplinario, que abarca dimensiones históricas, conmemorativas, creativas, educativas y patrimoniales, el Proyecto ha contribuido a enriquecer nuestros conocimientos sobre la trata de esclavos y a difundir una cultura de paz.

De igual manera se trata de un proyecto clave de Decenio Internacional de los Afrodescendientes, puesto en marcha por las Naciones Unidas en 2015.[4]

Es importante señalar que en México el 6 de diciembre de 1810 se publicó el Decreto de la Abolición de la Esclavitud, emitido por Miguel Hidalgo y Costilla. Siendo México una de las primeras naciones que abolió la esclavitud, en todo su territorio; el decreto de referencia inició una tradición, que los mexicanos han respetado a lo largo de los últimos 200 años[5]. Como gran ejemplo de esto, tenemos que en la Constitución que rige actualmente a la nación mexicana encontramos en su artículo 1º relativo a los derechos humanos y sus garantías, en el que prohíbe la esclavitud en el territorio mexicano y quien llegue a pisar territorio nacional, siendo esclavo, por ese simple hecho recupera su libertad, lo que le es garantizado por el Estado.[6]

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