Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos
“No podemos permitir que este delito, de por sí poco denunciado, quede aún más en las sombras. Hay que castigar a los autores. Las inversiones dirigidas a recuperarnos de la pandemia deben abordar las causas fundamentales de la violencia sexual y de género.”
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
2021

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas mediante su resolución A/RES/69/293 decide proclamar el 19 de junio Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, teniendo como objetivo concienciar sobre la necesidad de poner fin a la violencia sexual relacionada con los conflictos, honrar a las víctimas y los supervivientes de la violencia sexual de todo el mundo y rendir homenaje a los que han dedicado su vida a luchar para acabar con este tipo de delitos.[1]

El día fue elegido debido a que el Consejo de Seguridad el 19 de junio de 2008 emitió la resolución S/RES/1820(2008) en la que el Consejo condenó la violencia sexual como una táctica de guerra y un impedimento para la consolidación de la paz.[2]

La expresión “violencia sexual relacionada con los conflictos” abarca las violaciones, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, los embarazos forzados, la esterilización forzada y todos los demás actos de violencia sexual de gravedad comparable contra mujeres, hombres, niñas o niños que tienen una vinculación directa o indirecta (temporal, geográfica o causal) con un conflicto.[3]

En algunos casos la violencia sexual relacionada con los conflictos ha sido una expresión de odio étnico, incluso de “depuración étnica”, que suele ir acompañada de insultos basados en la identidad y la presunta afiliación de la víctima.[4]

En cuanto a la Corte Penal Internacional indica que, incluye la violación y algunas otras formas de violencia sexual en la lista de crímenes de guerra y en la lista de actos que constituyen crímenes de lesa humanidad cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil.[5]

Es importante recordar que no solo el tema va dirigido a las mujeres si no que en el caso de los hombres víctimas de la violencia sexual, esta sigue envuelta en un velo de tabúes culturales, con pocas redes de apoyo disponibles. Más de 60 países todavía no incluyen a las víctimas de sexo masculino en el ámbito de la legislación sobre violencia sexual, y muchos hombres y niños permanecen en silencio por miedo al ostracismo o a acusaciones de homosexualidad.[6]

En esta ocasión es importante mencionar que la pandemia que se vive en la actualidad debido al COVID-19 afecta radicalmente la vida de las víctimas y supervivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos, tiene un impacto perjudicial en todos los aspectos de la respuesta al estado de derecho, incluida rendición de cuentas en materia de protección de las víctimas y supervivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos.[7]

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