
Beate Andrees
Jefa del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) decidió en 2002 conmemorar el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con la finalidad de generar conciencia sobre la magnitud del fenómeno y sumar esfuerzos para erradicarlo. En este sentido, la celebración es una oportunidad para fomentar y coordinar las iniciativas en favor de estos propósitos por parte de los gobiernos, las patronales y sindicatos, la sociedad civil, los medios de comunicación y muchos otros actores locales, como escuelas y ayuntamientos.[1]
El trabajo forzoso u obligatorio de niñas, niños y adolescentes constituye una de las graves expresiones de violencia y discriminación, y les imposibilita ejercer a plenitud sus derechos, colocándolos en situación de riesgo y exponiéndolos a afectaciones severas en su salud, como retraso en su crecimiento, predisposición a adicciones, ejercicio a edad temprana de su sexualidad, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Se considera niños trabajadores cuando son demasiado jóvenes para trabajar o participan en actividades peligrosas que pueden comprometer su desarrollo físico, mental, social o educativo. En los países menos adelantados, algo más de uno de cada cuatro niños de 5 a 17 años realiza trabajos que se consideran perjudiciales para su salud y desarrollo.[2]
El trabajo infantil no solamente pone en riesgo a los menores de edad, también representa una violación al derecho internacional y a las legislaciones nacionales. Así, puede ser clasificado en tres diversas categorías:
- Las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil, que internacionalmente se definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y pornografía, y otras actividades ilícitas..
- Un trabajo realizado por quienes no alcanzan la edad mínima especificada para un tipo de labor (según determine la legislación nacional, de acuerdo con normas internacionalmente aceptadas), el cual, por consiguiente, impide probablemente la educación y el pleno desarrollo del infante.
- Un trabajo donde se ponga en riesgo el bienestar físico, mental o moral del niño, sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza. A este tipo se le denomina “trabajo peligroso”.
En 2014 se reformó en México el artículo 123, apartado A, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para elevar un año la edad mínima para trabajar (antes eran 14 años, ahora son 15)[3]. No obstante, la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019 del INEGI reflejó la existencia de 3.3 millones de niños y niñas involucrados en formas de trabajo prohibidas comprendidas dentro de la frontera general de producción del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN); cifra que representa el 11.5 por ciento de la población de 5 a 17 años. Estos 3.3 millones de niños y niñas están conformados por 1.8 millones solo en ocupación no permitida, 262 mil en ocupación no permitida pero que además realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, así como 1.3 millones que realizan exclusivamente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. La situación de los niños y las niñas en el trabajo infantil muestran la tradicional división sexual del trabajo, con una mayor presencia de los niños en ocupación no permitida, mientras que en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas las niñas representan una proporción ligeramente mayor comparada con la de los niños.[4]
El tema que se eligió para la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil de 2022 se centra en las medidas adoptadas con miras al Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil. Es el primer Día Mundial desde la ratificación universal del Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, y tiene lugar en un momento en el que la crisis de la COVID-19 amenaza con revertir años de avances para afrontar el problema. Igualmente, la OIT promoverá una “Semana de acción” en torno al 12 de junio, comenzando con la publicación de las nuevas estimaciones mundiales sobre el trabajo infantil.[5]
[1] https://www.un.org/es/observances/World-Day-Against-Child-Labour
[2]Idem.
[3] http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/dir/DIR-ISS-01-17%20_anex_inic8.pdf
[4] https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enti/2019/doc/enti_2019_nota_tecnica.pdf
[5] https://www.ilo.org/ipec/Campaignandadvocacy/wdacl/lang--es/index.htm