Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, por el derecho  a la salud, a la vida y a la no discriminación
“…Nos gustaría instar a todas las partes interesadas a aumentar el apoyo, la coordinación y la colaboración con ONUSIDA con el fin de abordar la agenda inacabada de salvar vidas y de no dejar a nadie atrás en nuestros esfuerzos por poner fin al sida.”

Alegnta Gebreyesus Guntie
Misión Permanente de Etiopía en la oficina de las Naciones Unidas

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su resolución A/RES/43/15, asumió la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, tras la Cumbre Mundial de Ministros de Salud de 1988, declaró al 1° de diciembre como el Día Mundial de la Lucha contra el Sida[1]. Esta conmemoración anual significa la oportunidad de apoyar a las personas involucradas en la lucha contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), asimismo, lograr una mejor comprensión del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), como un problema de salud pública a escala mundial. Por lo tanto, su atención debe ser integral y global. En el presente año el lema de la conmemoración es: “Igualdad Ya”.

El sida fue descubierto en 1981 y el VIH, su causa, en 1983. A partir de ese momento, la lucha contra esta afección ha abarcado dos espacios principales: la investigación médica y la discriminación y los prejuicios sociales en contra de quienes lo padecen.

El VIH suele transmitirse por vía sanguínea, sobre todo por tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección.

Aunque el VIH no tiene cura hasta ahora, existen diversos medicamentos y tratamientos para contrarrestar sus efectos. El tratamiento estándar para aquellas personas con VIH consiste en combinar al menos tres fármacos antirretrovirales diferentes. Este tratamiento antirretrovírico de combinación evita la multiplicación del VIH e, incluso, puede hacerlo desaparecer de la sangre, permitiendo así la recuperación del sistema inmunológico de la persona y, en consecuencia, superar las infecciones y evitar el desarrollo del SIDA. La OMS recomienda este tratamiento a adultos y adolescentes portadores de VIH, consistente en dos inhibidores nucleosídicos de la retrotranscriptasa (INRI) más un inhibidor no nucleósido de la transcriptasa inversa o un inhibidor de la integrasa y el tratamiento antirretrovírico de segunda línea para adultos, el cual consiste en dos INRI más un inhibidor de la proteasa potenciado con ritonavir[2].

Asimismo, el laboratorio y farmacéutica Janssen se encuentra durante la fase III del estudio de la vacuna Mosaico para prevenir la infección del VIH. Esta vacuna ha arrojado resultados prometedores y se espera que sea aprobada próximamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso masivo.[3]

Existe una serie de recomendaciones preventivas para evitar el contagio. Entre estos diversos métodos para reducir el riesgo de infección por el VIH y aumentar la protección se enlistan medidas[4]:

  • Uso de preservativos masculinos y femeninos,
  • Utilización de medicamentos antirretrovíricos como profilaxis previa a la exposición (PPrE),
  • Circuncisión médica masculina voluntaria (CMMV),
  • Reducción del número de parejas sexuales,
  • Uso de agujas y jeringas esterilizadas.

Según datos de la OMS, en 2020 vivían 27.5 millones de personas en el mundo en terapia antirretrovírica y 37.7 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo. Así bien, es importante destacar el avance en la prevención y eliminación de la transmisión de la madre al niño y en la supervivencia de las madres. En 2020, el 85% de las mujeres embarazadas que vivían con VIH tuvieron acceso a medicamentos antirretrovirales para evitar la transmisión del virus a sus hijos[5].

Hay una ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH, se va aumentando el acceso al tratamiento y se va terminando con las muertes relacionadas con esta enfermedad.

Según estadísticas recientes de ONUSIDA acerca del año 2021[6]:

  • 38.4 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo.
  • 1.4 millones de personas contrajeron la infección por el VIH.
  • 650 mil personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida.

Esta agencia de la ONU especializada en el sida trabaja para acabar con las nuevas infecciones por el VIH, garantizar el acceso al tratamiento a todas las personas que viven con este virus, proteger y fomentar sus derechos humanos y recabar datos que sirvan de base para la toma de decisiones en relación con la enfermedad y sus medidas de prevención y tratamiento[7].

En el número 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se hace un llamado a “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. Conforme a esto, los Estados Miembros de las Naciones Unidas se han comprometido para que en el año 2030 no se excluya a ninguna persona con sida, así como a poner fin a las epidemias del sida, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas, además de combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otros desórdenes transmisibles[8].

Área Responsable