Día Mundial de la Salud Mental (OMS)
“La depresión nos afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida y reducir su sentido de la autoestima.”
 
Carissa F. Etienne
Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
2017
 
 

Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con la Federación Mundial para la Salud Mental, observa el Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre de cada año, con el objetivo de aumentar la conciencia acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo y lograr movilizar los esfuerzos en su apoyo. Con este Día Mundial se busca crear una oportunidad para todos los promotores y defensores de personas con problemas de salud mental para visibilizar lo que falta por hacer en su atención y cuidado. Solo así la salud mental será una realidad en todo el mundo[1].De acuerdo con datos arrojados por la OMS, más de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión, principal causa de discapacidad psicosocial. Además, muchas de ellas sufren también síntomas de ansiedad. De acuerdo con un estudio dirigido por la misma organización, los trastornos por depresión y ansiedad cuestan anualmente a la economía mundial 1 billón de dólares estadounidenses por pérdida de productividad. Por otro lado, es bien conocido que el desempleo es un factor de riesgo para desarrollar problemas mentales, mientras que la obtención de un empleo o la reincorporación al trabajo ejercen efectos protectores. Así, se presume que el trabajo es un factor favorable para la salud mental. Sin embargo, si la persona se encuentra en un entorno laboral negativo, esto puede causar problemas físicos y psíquicos[2].

En 2022, el lema de la campaña del Día de la Salud Mental adoptado por la Federación Mundial para la Salud Mental es "Hacer de la salud mental y el bienestar para todos, una prioridad mundial".

Los efectos de la pandemia de coronavirus, las guerras, los desplazamientos y la emergencia climática, tienen consecuencias para el bienestar de los ciudadanos del mundo. El estigma y la discriminación siguen siendo una barrera para la inclusión social y el acceso a la atención adecuada.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en el 70º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 no podrán alcanzarse a menos que hagamos una inversión significativa en la mejora del bienestar mental para todos.

La COVID 19 ha demostrado que ninguna nación estaba preparada para la crisis de salud mental asociada y los efectos de la COVID larga. Necesitamos un nuevo pacto por la salud mental. La sociedad y los ciudadanos son importantes. El papel de la sociedad civil debe reforzarse y habilitarse para que la gente pueda hacer su propia contribución a la salud mental y el bienestar en sus comunidades[3].

 

 


[1] https://bit.ly/2lI8HU1
[2] https://bit.ly/3daeayb
[3] https://bit.ly/3xhQHlA

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