Día Mundial de la Seguridad del Paciente
“Hoy, mientras observamos el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, pido a todos que se unan al llamado a la acción para alzar la voz por la Seguridad de los Trabajadores de la Salud.”

Dra. Carissa F. Etienne,
Directora de la OPS/OMS
2020

 

A partir del 17 de septiembre del 2019 se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente por acuerdo de la 72 Asamblea Mundial de la Salud. El objetivo es ayudar a sensibilizar a las personas sobre la atención de salud y autocuidado. También se busca la reflexión y formulación de políticas en materia de seguridad del paciente, y una cultura de trabajo que priorice su seguridad, como un atributo esencial de la calidad de los servicios[1].

Pero ¿qué significa la seguridad del paciente? Es una disciplina que evoluciona con los sistemas de atención de la salud y el aumento de los daños a los pacientes en los centros sanitarios. Es fundamental ofrecer servicios sanitarios de calidad, de manera oportuna, equitativa, integrada y eficiente, para que los beneficios sean efectivos[2].

En 2022, el tema de la conmemoración es “Seguridad de la medicación”, cuyo lema es “Medicación sin daño”. El propósito es crear conciencia sobre los riesgos y errores de la automedicación personal y las deficiencias en los sistemas de medicación. Entre ellos encontramos inadecuadas condiciones ambientales o estructurales y escasez de personal, situación que puede provocar graves daños al paciente debido a una limitada capacidad en la atención[3].

Otros objetivos de la jornada son implicar a las partes interesadas y asociados clave en los esfuerzos por prevenir los errores de medicación y reducir los daños relacionados con ello; empoderar a los pacientes y a las familias para que se comprometan con el uso seguro de la medicación y ampliar la aplicación del Reto Mundial de la OMS por la Seguridad del Paciente: medicación sin daño.

Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 134 millones de personas sufren daños cada año como consecuencia de la falta de seguridad en la atención hospitalaria en los países de ingresos medianos y bajos. Esto provoca 2.6 millones de defunciones anuales en situaciones de atención médica que pudieron ser evitadas. Asimismo, cuatro de cada diez pacientes de los servicios de atención primaria y ambulatoria sufren lesiones, pero el 80% de esos casos se pueden prevenir y 1 de cada 10 pacientes sufren daños que pueden ser evitados mientras reciben atención hospitalaria en países de ingresos altos. Por otro lado, el 15% de los costos hospitalarios pueden atribuirse al tratamiento resultante de errores en la seguridad del paciente en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)[4].

La seguridad del paciente durante la prestación de servicios de salud seguros y de alta calidad es un requisito para fortalecer los sistemas de atención a la salud efectiva. Lo anterior se adecua al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), pues éste habla de “Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”[5].

En específico, la meta 3.8 de los ODS se centra en lograr la Cobertura Sanitaria Universal, “incluida la protección contra los riesgos financieros y el acceso para todos a servicios de salud esenciales de calidad y a medicamentos y vacunas esenciales inocuos, eficaces, asequibles y de calidad"[6].

Este objetivo es particularmente relevante en el caso de las mujeres y los recién nacidos, quienes se ven expuestos a una considerable carga de riesgos y daños derivados de una atención poco segura, agravados aún por la perturbación de los servicios esenciales a causa de la pandemia de COVID-19, que todavía no concluye[7].

Área Responsable