Día Mundial Sin Tabaco
«Instamos a todos los países a que contribuyan uniéndose a la campaña de la OMS y creando entornos sin tabaco que ofrezcan la información, el apoyo y las herramientas que las personas necesitan para dejar el tabaco, y dejarlo para siempre.»
Tedros Adhanom Ghebreyesus
Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
2021

 

En 1987 la Asamblea Mundial de la Salud designó el 31 de mayo como el Día Mundial Sin Tabaco con el fin crear consciencia sobre los efectos letales de su consumo. Esta conmemoración anual informa al público acerca de los peligros que implica el tabaquismo, las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras y lo que las personas de todo el mundo pueden hacer para reivindicar su derecho a la salud y proteger a las futuras generaciones. [1]

Asimismo, busca contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras no solo de las devastadoras consecuencias del tabaco para la salud, sino también de los daños sociales, ambientales y económicos que se derivan del consumo de tabaco y de la exposición al humo que desprende. [2]

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo: mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1.2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno.[3] La Organización Panamericana de la Salud indica que el la mortalidad atribuible al consumo de tabaco en el continente americano representa el 15 por ciento de las defunciones por enfermedades cardiovasculares, el 24 por ciento por cáncer y 45 por ciento por enfermedades crónicas respiratorias. Sumado a esto, se estima que mitad de los fumadores morirán por una enfermedad causada por el tabaco, perdiendo en promedio 10 a 15 años de vida.[4]

En respuesta a esta crisis, en 2007 la OMS adoptó el conjunto de medidas MPOWER, para intensificar la aplicación de las principales disposiciones en materia de reducción de la demanda establecidas en su Convenio Marco sobre el Control del Tabaco:[5]

  • (Monitor) Supervisar elconsumo de tabaco y de las medidas de prevención.
  • (Protect) Proteger a la población del consumo de tabaco.
  • (Offer) Ofrecer ayuda para dejar de consumir tabaco.
  • (Warn) Advertir de los peligros del tabaco.
  • (Enforce) Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad y promoción del tabaco.
  • (Raise) Aumentar los impuestos sobre el tabaco.

Desde la publicación del primer informe de la OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo en 2008, se ha ido registrando el constante progreso realizado por cada vez más países en materia de control del tabaco. Según el reporte más reciente, publicado en 2021, el progreso ha continuado pese a los retos excepcionales que impuso la pandemia de COVID-19. Los últimos resultados muestran que en 2020 más de 5,300 millones de personas —alrededor del 69% de la población mundial— estuvieron cubiertas por al menos una medida MPOWER adoptada al más alto nivel. Asimismo, 4,400 millones de personas han sido cubiertas por múltiples políticas MPOWER plenamente adoptadas y el número de países con una medida MPOWER en vigor se ha triplicado desde 2007: de 44 a 146 países.[6] Esto es una muy buena noticia, ya que para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles para 2030, el control del tabaco debe ser una prioridad para los gobiernos y las comunidades de todo el mundo.

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