Emma Goldman  Activista anarquista por la igualdad de género, libertad de expresión y la reivindicación de derechos frente al estado de la clase trabajadora, mujeres y homosexuales.  Nacimiento 27 de junio
“Para que la mujer llegue a su verdadera emancipación debe dejar de lado las ridículas nociones de que ser amada, estar comprometida y ser madre, es sinónimo de estar esclavizada o subordinada.”
Emma Goldman
Activista radical y feminista

 

Emma Goldman nació el 27 de junio de 1869 en Kaunas, región situada en la actual Lituania. Fue una anarquista, crítica, pensadora, activista radical, feminista y defensora de la libertad de expresión, el amor libre y el control de la natalidad. Considerada por los tribunales estadounidenses como una de las mujeres más peligrosas “Emma la Roja” fue deportada de los Estados Unidos y obligada a huir de la Rusia soviética. Pasó décadas en el exilio; expulsada de Letonia, Suecia y Alemania. A todas partes a las que iba, se negaba a ser intimidada: pronunciaba discursos ardientes, provocaba disturbios, inspiraba a la defensa, visitaba zonas de guerra. Nada podía silenciarla; ni el exilio, ni la prisión, ni las amenazas violentas.[1]

A los 16 años emigró a Estados Unidos tras negarse a contraer matrimonio con un hombre impuesto por su padre. Es así como Emma toma la determinación de emigrar a América con su hermanastra Helena. En 1886 las dos jóvenes expectantes, arriban al puerto de Nueva York, la tierra prometida, y se instalan en Rochester.

Estando en Nueva York comenzó a trabajar como costurera, cosiendo abrigos durante más de 10 horas al día para ganar un par de dólares a la semana, en condiciones que no eran mucho mejores que en Rusia. En su nuevo trabajo conoció y se casó con un inmigrante ruso llamado Jacob Kershner, pero tras 10 meses de matrimonio, Goldman pidió el divorcio, su situación no era nada fácil, tenía solo 20 años, era de origen ruso, judía, divorciada y recién llegada a Nueva York. Estas premisas no resultaban un buen pasaporte pero sería su ideología la que marcaría su trayectoria. Sus objetivos vitales fueron luchar contra la injusticia y la explotación, causas que marcarían su vida.

Tiempo después conoció a Alexander Berkman uno de los principales líderes anarquistas del momento y con quien mantendría durante mucho tiempo una relación, situación que la llevo a ser igualmente una de las principales dirigentes del movimiento anarquista de Estados Unidos. Casi sin darse cuenta acabó subida en un estrado dando un discurso y para su propia sorpresa era una oradora excelsa. Habló de su vida en la fábrica, de las humillaciones, de los abusos que había.[2]

Debido a su activismo Goldman es detenida en 1893 tras encabezar una marcha de un millar de personas portando una bandera roja y es condenada a pasar un año en prisión. Es en este lugar donde toma plena conciencia de la situación de la mujer en la sociedad que le ha tocado vivir. La activista decide tomar partido de la condición de su sexo y se convierte en acérrima defensora de la emancipación femenina. Empieza a predicar su doctrina del amor libre, y exige la libertad para ambos sexos, en el amor y en la maternidad.[3]

‘Puede que me arresten, me procesen y me metan en la cárcel, pero nunca me callaré; nunca asentiré o me someteré a la autoridad, nunca haré las paces con un sistema que degrada a la mujer a una mera incubadora y que se ceba con sus inocentes víctimas. Aquí y ahora declaro la guerra a este sistema y no descansaré hasta que sea liberado el camino para una libre maternidad y una saludable, alegre y feliz niñez’.
Fragmento del libro “Viviendo mi vida” de Emma Goldman.

Para Goldman la libertad era el principio de todo, por eso afirmaba que las relaciones entre los sexos tenían que ser absolutamente libres. Puntual en sus ideas, consideraba que el desarrollo de la mujer, su libertad y su independencia, debían surgir de ella misma y era ella quien debía llevarlas a cabo. Era consciente de que la mujer estaba permanentemente cuestionada en todos los entornos, por eso centró sus esfuerzos en la emancipación y en la libertad sexual. En 1916, Goldman fue arrestada una vez más por distribuir un manifiesto a favor de la anticoncepción. Emma Goldman consideraba que la opresión de las mujeres estaba en el mandato de la sexualidad, ésta era el arma más importante y poderosa que la sociedad ejercía contra ellas.[4]

Tras defender la libertad en Estados Unidos y la URSS, dedica sus últimos años a apoyar a los sindicalistas en su lucha contra el fascismo, se convirtió en un hito de la historia del feminismo. La pensadora, activista radical y feminista Emma Goldman falleció el 14 de mayo de 1940 en Toronto.

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