Entra en vigor la Ley Orgánica de Instrucción Pública y se crea la Escuela Nacional Preparatoria
“Libre y, para mí, sagrado es el derecho de pensar. La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”.
 
Benito Juárez
Expresidente de México

El2 de diciembre de 1867 entró en vigor la Ley Orgánica de Instrucción Pública y se creó la Escuela Nacional Preparatoria, cuyo lema es: “Amor, Orden y Progreso”. Anteriormente, Benito Juárez (1806-1872), el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos durante los años 1858-1872, había llamado la atención en que difundir la ilustración en el pueblo era el medio más seguro y eficaz de moralizarlo y establecer de una manera sólida la libertad y el respeto a la Constitución y a las leyes[1].

El planteamiento sobre la Ley Orgánica de Instrucción Pública tuvo lugar durante el gobierno de Benito Juárez, periodo conocido también como el inicio de la República Restaurada. Mediante sus planteamientos el magisterio se expandió y creció cualitativamente comenzando en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y dentro de los territorios federales, sirviendo el primero como ejemplo para varios estados de la República. Aunado a ello, el magisterio dejó de ser una profesión que se llevaba a cabo dependiendo de las condiciones de cada contexto para convertirse en una profesión regulada por el Estado. Dentro de esta ley se determinaron todas las actividades relativas a la enseñanza; por ejemplo, se fundó la Escuela Secundaria para mujeres, que comenzó a funcionar en 1869. Asimismo, se estipuló la gratuidad de la enseñanza primaria para los pobres, así como la obligatoriedad y el carácter laico, que ya se habían propuesto desde la promulgación de las Leyes de Reforma (1855-1863). Estos elementos estarían regulados por el Reglamento de la Ley Orgánica de Instrucción Pública que hasta hoy día es el sustento de la Educación Pública en México. De esta forma, los principios del liberalismo pudieron ser perfilados e incorporados en una política educativa, en una teoría pedagógica y en un sistema de educación pública[2].

Así, la Ley Orgánica de Instrucción Pública significó que el precepto constitucional sobre libertad de enseñanza fuera objeto de interpretación especial al adquirir la instrucción un carácter de unidad. Al precepto se agregaron los signos distintivos de gratuidad y obligatoriedad en la enseñanza que no aparecían en la Ley Suprema.

Gabino Barreda (1818-1881), un prestigiado médico y político mexicano, fue nombrado el primer director de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Él se encargó de llevar a cabo un innovador plan de estudios con base en los principios de la filosofía positivista del pensador francés Augusto Comte. Dentro del personal docente que integraba la Escuela Nacional Preparatoria se encontraban grandes personalidades de diversas disciplinas como José María Vigil, Ignacio Ramírez el Nigromante, Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Payno, Alfonso Herrera, Manuel Orozco y Berra, Amado Nervo, Justo Sierra, Leopoldo Río de la Loza, Francisco Díaz Covarrubias, Rafael Ángel de la Peña, José Barragán y Ladislao de la Pascua[3].

Debido a la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Instrucción Pública, en 1891 se expidió en Durango la Ley Orgánica y Reglamentaria de Instrucción Pública, la cual tenía el propósito de formar un cuerpo docente calificado. En el artículo 136 se estipulaba que los alumnos que desearan obtener el título de profesor de Instrucción Primaria debían cursar la clase de Pedagogía y Métodos de Enseñanza. Al concluir sus estudios o al ser aprobados en el 4º año, éstos tendrían que practicar sus labores durante un año en alguna escuela primaria, al menos por dos horas diarias[4].

En 1910, la Escuela Nacional Preparatoria fue incorporada a la Universidad Nacional de México (actualmente UNAM), fundada por Justo Sierra (1848-1912). En 1978, la ENP dejó sus primeras instalaciones en el Colegio de San Ildefonso para ser trasladada a Xochimilco, convirtiéndose en el Plantel No. 1 “Gabino Barreda”, de los nueve que hoy la integran. Actualmente, la ENP cuenta con un aproximado de 48 mil estudiantes y una plantilla de 2 mil 400 docentes.

Hoy en día, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), en su artículo 3°, promulga el derecho a la educación para todos los mexicanos, sin excepciones. Según el planteamiento del artículo, este derecho solo se podrá garantizar si la educación que se imparte es de calidad, lo cual implica una mejora constante en los siguientes componentes: la infraestructura, la organización escolar, los materiales y métodos educativos, así como en la correcta capacitación de los docentes y directivos escolares[5].

 

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