Gabriela Cano
Investigadora del Colegio de México
Amelio Robles Ávila nació el 3 de noviembre de 1889 en Xochipala, Guerrero. Asignado como mujer al nacer, más tarde vivió como un hombre e insistió en que lo trataran como tal, en ocasiones colocando su pistola en la cara de las personas que malinterpretaban su género, hasta que lo reconocieron como hombre. Desde temprana edad, Amelio aprendió no solo a montar, sino a domar caballos y luego a manejar armas.
Se involucró en los eventos revolucionarios y la lucha armada en 1911. Entre agosto y noviembre de 1911, Amelio fue enviado al Golfo de México a conseguir dinero de las compañías petroleras para la causa revolucionaria. Desde 1913 hasta noviembre de 1918, cuando entregó armas, Amelio Robles participó en las filas de las fuerzas de Emiliano Zapata bajo el mando de los principales líderes revolucionarios del estado, como Jesús H. Salgado, Heliodoro Castillo y Encarnación Díaz. En 1923 se retiró de las filas del ejército, pero se reincorporó en 1924 y tomó parte en la Batalla de la Hacienda de Pozuelos, donde resultó herido. Ese mismo año tomó el nombre de coronel Amelio Robles Ávila y tuvo relaciones abiertamente con mujeres. Formó una relación de 10 años con Ángela Torres y crio a una hija adoptada, Régula Robles Torres[1].
Gracias a que en su expediente en los archivos militares se encontraba un acta de nacimiento apócrifa que lo identificaba como Amelio Malaquías Robles Ávila, se le reconoció como veterano de la Revolución y en 1978 la Secretaría de la Defensa Nacional lo condecoró. Sin embargo, pese a su empeño por ser reconocido como hombre, cinco años después de su muerte, la Secretaría de la Mujer de Guerrero, la Dirección de Culturas Populares del CONACULTA y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, abrieron las puertas de un museo llamado Amelia Robles. Además, una escuela primaria en su pueblo natal lleva en su honor el nombre coronela Amelia Robles. La investigadora Gabriela Cano, autora de un artículo académico “Amelio Robles, masculinidad (transgénero) en la Revolución mexicana”, asegura que lo correcto es reconocerlo como un hombre transgénero"[2].
Al defender con tal determinación su identidad de género, Amelio Robles fue un precursor de los derechos humanos de las personas del colectivo LGBTI a no ser discriminadas por motivos de su orientación sexual o su identidad de género, y a salvaguardar sus libertades de expresión, asociación y reunión pacífica.




