“Nancy Cárdenas es la madre del
movimiento LGBTTTI en México, el cual hoy
en día es un movimiento fuerte y un
movimiento que a lo largo de su existencia
ha enfrentado enormes retos y desafíos, que
además es resiliente y que ha contribuido
para hacer de México un país más justo.

Genaro Lozano Valencia
Presidente de la Asamblea Consultiva del COPRED
2018

 

Nancy Cárdenas Martínez nació en Parras, Coahuila, el 29 de mayo de 1934. Fue una dramaturga, ensayista, poeta, periodista, actriz y defensora de los derechos homosexuales. La activista trascendió en la historia de México por ser una de las pioneras del movimiento de liberación gay. Obtuvo el doctorado en Letras, con especialidad en Arte Dramático, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); fue becaria en la Universidad de Yale, Estados Unidos, para estudiar Teatro (1960-1961); también becada, en 1961 estudió Cine y Dirección Teatral en el Centro de Estudios Cinematográficos, y Lengua y Literatura Polacas en Lodz, Polonia. Asimismo, fue discípula de Fernando Wagner, Rodolfo Usigli, Allan Lewis, Enrique Ruelas y Luisa Josefina Hernández .[1]

De regreso de Polonia, como jefa de Producción de Radio Universidad y coordinadora del Cine Club de la UNAM, Nancy tenía poder sobre la oferta cultural otorgándole una influencia que le serviría para abrir la brecha del movimiento estudiantil que comenzaba a surgir en el país. Junto con su amigo Carlos Monsivais ponen en escena la obra “El efecto de los rayos gamma sobre las caléndulas”, lo que le valió el premio de la Asociación de Críticos de teatro en 1970. La mayoría de sus obras contenían mensajes políticos, influenciados por el movimiento estudiantil de 1968.

La vida de la dramaturga y actriz dio un giro muy importante cuando se encontraba en vivo para hablar de la falta de igualdad de derechos de la comunidad homosexual en México, y de las distorsiones que el psicoanálisis y la psiquiatría hacían de la homosexualidad, en el noticiero más visto de la televisión mexicana: “24 Horas”, con Jacobo Zabludovsky, una noche entre semana a finales de 1973, aquel día el periodista entrevistaba a Nancy mujer inteligente y muy preparada, pero sobre todo con un gran carácter, mismo que se revelo aquel día frente a las cámaras en vivo, Nancy Cárdenas dijo ser homosexual. Con la edad de 39 años, en cuestión de minutos su vida cambió para convertirse en la primera mujer mexicana en defender públicamente y en televisión, la diversidad sexual, la homosexualidad como opción de vida digna .[2]

La declaración de la activista fue una transgresión a las “buenas costumbres” que la televisión mexicana no podía permitir, en una época en que la sociedad mexicana caracterizada por su conservadurismo, solo se refería a las personas homosexuales con términos denostadores y por sus preferencias sexuales diferentes, podían ser detenidos y condenados a cárcel por “faltas a la moral y apología de un vicio” además de sufrir vejaciones, abusos y extorsiones; era una época donde todavía en los Estados Unidos, la homosexualidad seguía en la lista de enfermedades mentales en la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association). Los homosexuales se enfrentaban a la homofobia, agresión, violencia, crímenes de odio e incesante desprecio, violentando sus derechos humanos y dignidad. La importancia de la declaración de Nancy en esa emisión fue que era la primera defensa pública hecha en la televisión mexicana por los derechos humanos y laborales de la población lésbico-gay.

Nancy Cárdenas convencida de sus ideales en 1971 comienza una lucha y defensa de los derechos homosexuales, a través de sus pasiones por el teatro y el cine. En 1971 inicia como cofundadora y activista de la primera organización homosexual del país, el Frente de Liberación Homosexual (FLH). Posteriormente marchó con activistas y artistas por las calles de la Ciudad de México, para que el gobierno permitiera montar la puesta en escena "Los chicos de la banda” de Mart Croweley", en 1973 la dirigió y presentó fue la primera obra de teatro gay en México. Las represalias no se hicieron esperar: todo el elenco y la directora, fueron detenidos y llevados a los separos de la delegación. En 1975, junto con el intelectual mexicano Carlos Monsiváis y el escritor Luis González de Alba, Cárdenas promovió el primer manifiesto en defensa de los homosexuales en el país[3]: “En México, la homosexualidad no constituye delito cuando se da en privado y entre adultos consensuales. De ahí se deriva que es posible acusar a una persona de violación o corrupción, mas no de ser homosexual, como no se le puede “acusar” de ser rubio, alto, zurdo o guapo, condiciones tal vez menos frecuentes que la de homosexual”, señala el texto.

El 2 de octubre de 1978, durante la marcha conmemorativa de la matanza estudiantil de Tlatelolco, Nancy Cárdenas lidero la primera marcha del orgullo gay en la plaza de las tres culturas; y para 1979 se realizará la primer Marcha del movimiento lésbico-gay en la Ciudad de México, en donde participaron cerca de mil personas.

Con la llegada de VIH SIDA, Nancy perdió a varios amigos por lo que solidarizó con la causa y se sumó a la campaña con su obra de teatro “Sida…así es la vida”, de William Hoffmann, en 1988 montó y dirigió esa primera obra en México que abordó el tema del SIDA, en una época donde esta enfermedad ya no era un problema de moral, sino de salud pública su objetivo era dignificar la calidad de vida del homosexual e informar y quitar los prejuicios que en aquel entonces rondaba ese mal, y a quienes lo portaban.

Dentro de sus obras de teatro más destacadas podemos mencionar las siguientes[4]: La vida privada del profesor Kabela; El día que pisamos la luna; Las hermanitas de Acámbaro; Sangre de mi sangre; Sexualidades I, y Sexualidades II. Como poeta escribió dos libros de erótica lésbica y como periodista, oficio que ejerció por más de 25 años, escribió en suplementos culturales y revistas como Vogue, Revista de la Universidad, El Día, Siempre, Excélsior, entre otras.

La dramaturga y activista Nancy Cárdenas, falleció a consecuencia del cáncer el 23 de marzo de 1994 en la Ciudad de México. En 2018 en su honor el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), reconoció el legado de Nancy a favor de los derechos de la población LGBTTTI en México, y uno de los salones del Instituto Nelson Mandela del COPRED (INM-CDMX) lleva desde entonces su nombre en homenaje a su destacada lucha en pro de la diversidad sexual y de género.[5]

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