Fallecimiento de Flora Tristán Revolucionaria socialista y feminista francesa
“La ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción nos oprime también a vosotros, hombres proletarios”.

Flora Tristán
Escritora, feminista y revolucionaria

 

La filósofa y feminista Flora Tristán nació en París el 7 de abril en 1803. Fue hija del coronel peruano Marino Tristán y Moscoso de la armada española y de la francesa Anne Laisney. Su padre falleció cuando Flora tenía cuatro años. Aunque sus padres se habían casado legítimamente por la Iglesia, el estado francés revolucionario no reconoció el matrimonio; por lo tanto, los bienes y derechos de la viuda como de sus hijos les fueron negados. Por esta razón, Flora se vio obligada a trabajar desde muy pequeña[1].

Su situación de pobreza la llevó a contraer un matrimonio forzado con André Chazal, dueño de un taller de litografía donde ella trabajaba. En 1826 decidió separarse de su marido, pero esto provocó el inicio de una larga batalla legal por la custodia de sus hijos, la cual duraría 12 años. Estas vivencias provocaron en Flora un pensamiento y una actitud revolucionarios que nunca la abandonaron, convirtiéndola en una de las precursoras del movimiento feminista en Perú y en Francia. En 1833 decidió viajar a Perú con el objetivo de recuperar parte de la herencia que le correspondía por su padre, pero sólo consiguió una pensión anual[2].

Posteriormente se dedicó a escribir para expresar su pensamiento revolucionario. En 1835 publicó su primer artículo “La situación de las mujeres extranjeras pobres en Francia”, tomando como punto de partida su propia experiencia y denunciando cómo las ciudades ofrecían envilecimiento a las mujeres que, solas, huían de destinos y matrimonios desgraciados. Así, propuso asociaciones para socorrerlas y pinceló uno de los objetivos medulares de su obra: las mujeres serán las encargadas de llevar “la paz y el amor” a la sociedad[3].

Años después escribió Peregrinaciones de una paria –en lengua francesa Pérégrinations d'une paria–, libro que se convertirá en un bestseller con el paso del tiempo. Es una obra testimonial en la que la autora mezcla sus vicisitudes históricas con una novela de aventuras. En ella explica la contradicción en la situación de las mujeres, sometidas, como están, en un mundo patriarcal. También señala a las limeñas como mujeres más libres que las europeas[4].

Siendo una persona comprometida con la causa obrera, fue una activa militante del Partido Socialista en Francia. En Londres logró acceder a la Cámara de los Lores disfrazada de hombre, lo que le permitió conocer en carne propia la paupérrima situación de pobreza en las fábricas y barrios obreros, donde los trabajadores malvivían, inmersos en una sociedad que les daba la espalda. Tras estas experiencias decidió dedicar sus esfuerzos a la divulgación del sentir de la clase obrera, resultado de lo cual fue su obra Unión obrera. En este libro propone la creación y estructura de una asociación de trabajadores para hacer frente a las miserias del proletariado[5].

Flora Tristán no solo se limitó a luchar por los derechos de la mujer o por los derechos de los obreros, temas que eran considerados causas radicales en su época. También se opuso a la esclavitud, al oscurantismo religioso y a la pena de muerte. El 14 de noviembre de 1844 falleció, víctima de tifus[6].

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