Gisèle Halimi Abogada, defensora de los derechos de las mujeres e ícono del feminismo francés-tunecino. Nacimiento 27 de julio

Gisele Halimi nació el 27 de julio de 1927 en La Goulette, Túnez. Fue una abogada, defensora de los derechos de las mujeres e ícono del feminismo francés-tunecino. Es reconocida por haber sido parte del proceso que llevó a la despenalización del aborto en Francia y a la criminalización de la violación. Durante su vida trabajó para defender la igualdad y el acceso a la justicia.

Gisèle Halimi creció en Túnez como parte de una familia judía. Desde joven se comprometió con las causas que consideraba justas. Con tan solo 10 años hizo una huelga de hambre para defender su derecho a la lectura y protestar contra las tareas domésticas que sus hermanos no tenían que realizar pero que ella debía atender por el simple hecho de ser mujer. [1]

A los 16 años rechazó una propuesta de matrimonio acordada por sus padres y se marchó a Francia para estudiar derecho y filosofía en la Universidad de París. Desde entonces, su trabajo y su vida estuvieron marcados por el deseo de “defender y defenderse”. Procurando que todas las personas tuvieran las mismas condiciones para acceder a la justicia.[2]

Como representante de la Federación Internacional de Derechos Humanos, trabajó en los juicios de la guerra de Independencia de Argelia, un proceso político que tuvo lugar de 1954 a 1962. Durante este tiempo Gisèle asumió la defensa de miembros del Frente de Liberación Nacional (FLN). Ante ataques de la prensa y amenazas se mantuvo firme defendiendo el derecho de acceso a la justicia. Explicando que, sin voces de alerta, los acusados “probablemente no hubieran tenido defensa pues los abogados argelinos habían sido detenidos, deportados o internados en campos”.[3]

En ese contexto Halimi tomó el caso de Djamila Boupacha, una mujer argelina acusada de haber colocado una bomba, detenida, torturada y violada por soldados franceses en 1960. Con la ayuda de la activista y feminista Simone de Beauvoir, Gisèle trabajó para llamar la atención de los medios de comunicación denunciando la violación como una forma de tortura asociada a los crímenes de guerra.[4]Aunque el juicio tuvo una gran repercusión pública, Boupacha fue sentenciada a muerte. Fue liberada en 1962 gracias a los acuerdos de Evián que pusieron fin al conflicto, garantizando una amnistía general para los prisioneros.[5]

En defensa de los derechos de las mujeres y como una mujer cercana al movimiento feminista de la década de los setenta, Gisèle Halimi fundó junto con Simone de Beauvoir el colectivo Choisir (elegir). En 1971 fue una de las firmantes del Manifiesto de las 343. Un documento en el que cientos de mujeres declaraban haber abortado, exponiéndose a ser enjuiciadas y encarceladas. El manifiesto pedía que la interrupción voluntaria del embarazo se convirtiera en un procedimiento legal y gratuito.[6]

Gisèle llevó el tema a la corte en 1972 cuando defendió a Marie-Claire Chevalier, una adolescente de 16 años acusada de haber abortado después de una violación, y a su madre acusada de haberla ayudado. El juicio, conocido como el proceso de Bobigny, despertó grandes movilizaciones que influyeron en la lucha de las mujeres francesas por los derechos sexuales y reproductivos. La absolución de la joven se considera como un precedente para que en 1975, la ministra de Sanidad Simone Veil promulgara la ley que despenalizó el aborto en Francia.[7]

En 1978 Gisèle Halimi sentó las bases para la tipificación del delito de violación en Francia con la condena de tres hombres franceses acusados de violar a dos mujeres belgas. El juicio influyó en la reforma legislativa que en 1980 convirtió la violación en un crimen castigado hasta con 15 años de prisión. [8]

Durante el resto de su vida Giséle Halimi dedicó gran parte de su tiempo a escribir. [9]Fue diputada independiente y embajadora de Francia ante la UNESCO. Autora de más de quince libros. [10]Para ella la injusticia resultaba “físicamente intolerable".[11]Fue una mujer que luchó por los derechos reproductivos y sexuales de la mujer, por la igualdad y el libre acceso a la justicia. Rechazó la tortura y el colonialismo generando grandes cambios que beneficiaron la lucha por los derechos humanos. Murió en París el 28 de julio de 2020. [12]

El 21 de septiembre del 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), declaró inconstitucional la penalización del aborto. Afirmó que el no respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las mujeres, principalmente los relacionados con elegir sobre su cuerpo, sus derechos sexuales y reproductivos, y el que se les criminalice por interrumpir su embarazo, constituyen violaciones a sus derechos humanos y a su dignidad. Violando derechos como su proyecto de vida, su autonomía y su libre desarrollo de la personalidad al anular su derecho a decidir y a vivir una vida libre de violencia. [13]

El 28 de noviembre de 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos publicó el fallo contra el Estado Mexicano responsable por la violación a la integridad personal, a la vida privada, y al derecho de no ser sometido a tortura consagrados en los artículos 5.1, 5.2 y 11 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En el caso “Mujeres Víctimas De Tortura Sexual En Atenco Vs. México”, se encontraron violaciones al artículo 5 de la Convención que establece que: 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de la libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. [14]