José de San Martín declara la Independencia de Perú
‘‘Seamos libres y lo demás no importa nada. La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje’’.

José de San Martín
Libertador y general argentino
1817

 

José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Virreinato del Río de la Plata y falleció en 1850 en Boulogne-sur-Mer, Francia. Su familia viajó a España y se estableció en Málaga. En 1789 inició su carrera militar en el Ejército Español como cadete de infantería al Regimiento de Murcia. De este modo, San Martín se incorporó al ejército realista y, el 19 de julio de 1808 combatió contra los franceses en la batalla de Bailén, ubicado al sur de España, la cual significó la primera derrota del ejército napoleónico en la península ibérica. [1]

Gracias a esta victoria, San Martín fue ascendido a teniente coronel; sin embargo, en 1811 renunció a su cargo para emprender su viaje a Londres. Ahí tuvo contacto con los miembros de la Logia Gran Reunión Americana y por medio de ellos conoció el Plan de Maitland. El proyecto fue planeado en 1804 por el general Thomas Maitland. El objetivo del proyecto británico consistía en separar las provincias sudamericanas de la corona Hispánica, y luego influir sobre ellas de manera económica. El programa consistía en lo siguiente: tomar control de Buenos Aires; coordinar acciones con las tropas liberales chilenas para cruzar la cordillera de los Andes y derrotar a los españoles. Luego proseguir la campaña militar a Perú y declarar su independencia. [2]

Hay que recordar que la invasión napoleónica sobre los territorios de la Monarquía española fue un punto de quiebre que cambiaría el flujo de los destinos de España y sus colonias en el continente americano. Por un lado, los recursos económicos y tropas reales permanecieron en España para contener la invasión napoleónica. Esta circunstancia abrió la posibilidad para los liberales de distintas partes para comenzar movimientos de emancipación de la corona española de los virreinatos de Nueva España, Nueva Granada, Perú y Río de la Plata.[3]

En un contexto bélico donde se presentía un cambio entre la población, el 9 de marzo de 1812, San Martín y otros miembros de la logia desembarcaron en Buenos Aires para unirse a las fuerzas independentistas. Una vez conseguido el triunfo en Argentina, en enero de 1817 inició el cruce de la cordillera de los Andes y el 12 de febrero del mismo año venció al ejército realista en la batalla de Chacabuco, Chile. Mas adelante se consolidó la independencia chilena al derrotar a sus opositores a los realistas en la batalla de Maipú el 5 de abril de 1818. [4]La Asamblea constituida proclamó la independencia del país y le nombró director supremo, cargo que declinó en favor de Bernardo O'Higgins, que se convertiría en el primer presidente de la nueva nación.

Después, el 8 de septiembre de 1820, San Martín desembarcó en la bahía de Paracas, Perú en búsqueda de la liberación de aquellas tierras. El 29 de enero de 1821, los oficiales de tendencia liberal y súbditos del virreinato a favor de un cambio de gobierno realizaron el pronunciamiento de Aznapuquio, para destituir al virrey Joaquín de la Pezuela. Aquel suceso obligó a las tropas virreinales abandonar Lima y planear su resistencia desde la sierra. Mientras tanto, San Martin intentó negociar de forma pacífica con el nuevo virrey José de la Serna e Hinojosa; sin embargo, en las negociaciones no obtuvo el resultado esperado. Por ello, el libertador, junto con sus tropas, se levantó en armas para ingresar a Lima el 28 de julio de 1821. [5]

A partir de su entrada triunfal, gobernó como protector de la libertad de Perú desde el3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822. Aunque se logró el objetivo de emancipar a Perú de la corona española, el proyecto se consolidó hasta 1824 cuando Simón Bolívar y su grupo derrotaron a las fuerzas realistas en las batallas de Junín y Ayacucho [6]San Martín, en los siguientes años, permaneció en Inglaterra, Francia y Bruselas. Falleció el 17 de agosto de 1850 y treinta años después, sus restos fueron traslados a la Catedral de Buenos Aires donde se le reconoció entre la población como el Libertador o el padre de la patria argentina (y de Perú) para rendirle honor a esta figura histórica que ayudó y combatió por la libertad.

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