Luis Cernuda, poeta antifascista y defensor de la libertad de elección de las orientaciones sexuales
“Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube en la luz; sí como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería aquel que imaginaba; aquel que, con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero.”
Luis Cernuda
Poeta de la Generación del 27

 

Luis Cernuda Bidón (1902-1963) nació en Sevilla un 21 de septiembre. Es conocido como uno de los poetas más importantes de la Generación del 27, así como por su tímida, aunque importantísima lucha que llevó a cabo con su poesía para expresar libremente su homosexualidad y loar las libertades del ser humano.

Su primer acercamiento a la poesía sucedió en 1911 cuando se trasladaron los restos del poeta Gustavo Adolfo Bécquer desde Madrid a Sevilla. De esta manera Cernuda conoció sus versos, que lo acompañarían hasta el fin de sus días. Desde su juventud y debido al ambiente fuertemente represivo y discriminatorio de la sociedad española de su momento, Luis Cernuda tuvo que ocultar su homosexualidad. Éste es uno de los temas que germinará posteriormente en su poesía, en específico en Los placeres prohibidos (1931).

Ingresó a la Universidad de Sevilla en 1919, sitio en el que Pedro Salinas fue su profesor de literatura. En 1925 conoció al poeta Juan Ramón Jiménez, quien lo impulsó a escribir su obra. Un año después entabló una muy cercana amistad con los poetas Concha Méndez y Manuel Altolaguirre, con quienes coincidirá durante su exilio en México.

De igual manera, Cernuda fue uno de los asistentes al homenaje al poeta Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla en 1927. También comenzó a publicar sus poemas desde ese mismo año. Consecuentemente, el poeta sevillano logró consolidarse como uno de los poetas más laureados de la Generación del 27.

Con la instauración de la Segunda República Española (1931-1939), formó parte de las misiones pedagógicas organizadas por la Institución Libre de Enseñanza y el gobierno republicano. La labor de Cernuda en las misiones fue importantísima para el proyecto de democratización de la educación, la cultura y el arte entre las clases trabajadoras españolas, pues éstas tenían un acceso muy limitado o nulo a la educación y al disfrute artístico, como también a eventos culturales.

En vísperas de la guerra, para celebrar la publicación de La realidad y el deseo (1936) —que reunía todos los poemas de Cernuda hasta ese momento—, los miembros de la Generación del 27 le realizaron un emotivo homenaje en el que Federico García Lorca elogió y habló públicamente del gran valor artístico y social de la poesía de Luis Cernuda. Poco tiempo después, con el estallido de la Guerra Civil Española (1936-1939), Cernuda se alistó en las milicias republicanas y colaboró activamente en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Su labor fue imprescindible para las publicaciones culturales y artísticas del bando republicano. Asimismo, formó parte II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura.

En 1938, acompañado de una profunda depresión, salió al exilio en el Reino Unido, lugar en el que trabajó como profesor en las universidades de Glasgow y Cambridge, así como en el Instituto Español de Londres. En 1947 se instaló en los Estados Unidos de América, aunque nunca se sintió cómodo en una sociedad anglosajona, muy lejana de sus costumbres andaluzas.

Llegó a México en 1949 y se estableció en la casa de Concha Méndez, en Coyoacán, Ciudad de México. Asimismo, comenzó a trabajar como profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y como investigador en El Colegio de México (Colmex).

En México y de la mano de Concha Méndez y de María Zambrano, Luis Cernuda pudo recuperarse de la depresión que lo había perseguido desde el inicio de su exilio. De igual manera, Cernuda publicó en México sus Variaciones sobre tema mexicano (1952), un conjunto de prosas poéticas en las que, entre otras cosas, agradeció el cobijo del país mexicano. Luis Cernuda murió repentinamente de un infarto en su hogar coyoacanense el 5 de noviembre de 1963.

La poesía de Luis Cernuda es un legado a las voces de los españoles republicanos que tuvieron que huir de su país ante la violenta imposición de la dictadura franquista. Su obra también vindica la libertad de los seres humanos para decidir dignamente sus orientaciones sexuales, así como defiende los derechos de las personas más desfavorecidas de la sociedad.


 

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