Malcolm X  Defensor de los derechos humanos y por la igualdad de los afroestadounidenses, figura simbólica contra el racismo
“Los derechos civiles son parte de los asuntos internos de este país. Ninguno de nuestros hermanos africanos ni de nuestros hermanos asiáticos ni de nuestros hermanos latinoamericanos puede abrir la boca para interferir en los asuntos internos de Estados Unidos. Que el mundo sepa lo ensangrentadas que tiene las manos. Que el mundo sepa la hipocresía que se practica aquí. Que sea la bala o el voto.”
Malcolm X
Ministro y defensor de los derechos humanos y raciales estadounidense “El Voto o la Bala” discurso pronunciado en Iglesia Metodista de Cleaveland.
3 abril 1964

 

Malcolm Little, conocido posteriormente con el nombre de Malcolm X, nació en Omaha, Estados Unidos, el 19 de mayo de 1925. Fue un orador, ministro religioso, activista y valiente defensor de los derechos de los afroestadounidenses.[1] Fue hijo de un ministro baptista, partidario de Marcus Garvey líder nacionalista que abogaba por el regreso de su comunidad a África. El activismo de su padre, el señor Earl Little, provocó que, durante la infancia de Malcolm se dieran los constantes traslados de residencia de su familia, huyendo de las agresiones de grupos racistas, continuas amenazas, el incendio de su casa en 1929, culminando con el asesinato de su progenitor en 1931. Por este terrible acontecimiento, su madre Louise, después de varios años de trastornos emocionales, fue ingresada en un psiquiátrico y los ocho hermanos se dividieron entre hogares de adopción y orfanatos. Fue así como Malcolm llegó a un barrio de blancos. Los primeros años fue aceptado y cursó sus estudios sin problemas, pero tiempo más tarde, durante su adolescencia, sufrió los estragos del segregacionismo imperante en la sociedad estadounidense. Comenzó a trabajar de cocinero en el restaurante de un tren y, cansado de largas jornadas y un sueldo bajo, se mudó al barrio neoyorquino de Harlem, donde terminó relacionándose con delincuentes. Llegó a cometer estafas y robos. No obstante, su carrera delictiva no duró mucho, ya que fue detenido y condenado a diez años de prisión por robo a mano armada.[2]

Malcolm Little ingresó en el centro penitenciario de Charlestown, Massachusetts, en 1946. Su estancia en el centro cambió su destino y su forma de pensar: abandonó su adicción a las drogas y su interés por los libros lo orilló a estudiar por correspondencia. Pasó de ser un criminal y la marginalidad a la que le habían condenado las circunstancias a convertirse en un eficaz activista político en defensa de una minoría racial maltratada. Dentro de la penitenciaria, por sus dotes de orador y elocuencia en los debates, despertó el interés entre los presos miembros de la Nación del Islam, (NI) grupo más religioso que político, poco conocido, con fines segregacionistas para construir una nación negra bajo las normas estrictas del islam. Al ser puesto en libertad en 1952 se convirtió en uno de los principales predicadores de la Nación del Islam o de Los Musulmanes negros, como también se les conocía. También cambió su apellido por la «X», que simbolizaba el desconocimiento de su apellido africano original, el cual los afroamericanos habían perdido. Se convirtió en el principal portavoz de la separación racial, lo que le enfrentó con el Movimiento de los Derechos Civiles encabezado por el reverendo Martin Luther King Jr. Asimismo, fundó el periódico Muhammad Speaks y llegó a ser el responsable de Nación del Islam en Nueva York. [3]

Si bien el movimiento por los derechos civiles luchaba contra la segregación racial, Malcolm X lo consideraba reformista. No estaba de acuerdo con la vía pacífica ni con la integración racial como objetivo de la libertad negra; se pronunció a favor de la completa separación de los afroamericanos de los blancos. La NI incluso proponía la creación de un país para las personas afros en el sur de Estados Unidos como una medida provisional hasta que los afroamericanos pudieran regresar a África. Malcolm proponía una vía más revolucionaria. Estaba convencido que los blancos nunca iban a considerar iguales a la gente negra.

Malcolm X se convirtió en el principal orador y vocero de la Nación, generando grandes expectativas y su elocuencia cautivaba a las multitudes y los medios; sin embargo, su discurso radical le valió que los medios lo fueran encasillando como un hombre peligroso. Por otro lado, debido a que Malcolm X se había autoproclamado como comunista, el FBI le abrió un archivo en marzo de 1953. Pronto, el FBI centró sus preocupaciones sobre la posible asociación del rápido ascenso de Malcolm en la Nación del Islam con el Partido Comunista. El 8 de marzo de 1964, Malcolm X anunció públicamente su ruptura con la Nación del Islam. Dijo que aún era musulmán, pero que la Nación había llegado "lo más lejos posible", debido a sus rígidas enseñanzas religiosas. En aquel momento Malcolm X comenzó a articular sus propias opiniones.[4] El islam fue fundamental en su apuesta política; nunca lo abandonó por su estricta disciplina y por qué se oponía al cristianismo de la mayoría de la población blanca de Estados Unidos.

El movimiento encabezado por Martin Luther King tenía fuerte ascendencia en los sectores medios y una postura integracionista y pacifista. Por su parte, la corriente que dirigía Malcolm X criticaba dicha postura y ejercía una fuerte influencia entre los sectores marginados del sistema; abogaba por la revolución negra, un nacionalismo negro, rehusándose a participar con el gobierno blanco de los Estados Unidos.

Malcom X siguió luchando y fund´o la Organización de la Unidad Afroamericana. Opinaba que los afroamericanos tenían derecho de defenderse de los agresores, argumentando que, si el gobierno no quería o no podía proteger a las personas afroamericanas, debían protegerse a sí mismos. También continuó rechazando la no violencia como el único medio para garantizar la igualdad, declarando que los demás miembros de la Organización de la Unidad Afroamericana y él estaban decididos a ganar la libertad, la justicia y la igualdad "por cualquier medio necesario".[5] Preparó un documento con la descripción de las injusticias a las que se había sometido la población afroamericana, en éste prometieron llevar la lucha hasta las últimas consecuencias y llevar la denuncia a la Organización de las Naciones Unidas para que investigara la violencia a la que estaba sujeta la comunidad negra. Además, hizo un llamado a reconocer nuevas formas de colonización: “Nadie conoce al maestro mejor que su sirviente. Hemos sido sirvientes en América por más de trescientos años. Tenemos un profundo conocimiento interno de este hombre que se hace llamar ‘Tío Sam’. Por lo tanto, debe prestar atención a nuestra advertencia. No escapen del colonialismo europeo solo para esclavizarse aún más por el engañoso y ‘amistoso’ dolarismo estadounidense”.[6]

Malcolm X dejó un enorme legado, además de ser una de las figuras simbólicas contra el racismo y a favor de los movimientos sociales, influyó en el arte negro del Black Arts Movement (BAM) un movimiento que surgió con potencia entre los años 1965 y 1975, arraigado profundamente en el movimiento por los derechos civiles, en el movimiento del Black Power, basado especialmente, en las ideas de Malcolm X y la NI. Unían activismo y arte; sus creaciones giraban en torno a la exploración y definición de la cultura afroamericana y su historia, buscando que las personas negras se identificaran culturalmente con África y sus raíces. Asimismo, Malcolm X también tuvo una gran influencia dentro del Partido Pantera Negra (Black Panther Party), el cual fue una organización nacionalista negra, socialista y revolucionaria con presencia en los Estados Unidos entre 1966 y 1982, creado para la autodefensa del pueblo negro. [7]

Malcolm X se había convertido en un referente de su época. Su brillantez intelectual y su implacable lógica para el debate lo hacia el centro de atención. Su trayectoria como defensor de los Derechos Humanos a principios de los sesenta se fue haciendo menos radical y aceptó la vía del voto para obtener igualdad. Realizó una serie de viajes a la Meca y a varios países africanos en 1964. Fue reconocido por luchas de carácter internacional y panafricanista, uniéndose también a las luchas africanas. Incluso llegó a tener un acercamiento con Luther King pese a sus fuertes diferencias. Se fueron acercando cuando Malcolm X moderó sus planteamientos y Martin Luther King los radicalizó. Durante la Campaña por el Voto de Selma, Alabama, organizada por King, Malcolm X viajó al lugar para ofrecerle ayuda. Éste fue el mismo año de su muerte.

Su trayectoria y activismo radical lo llevó a lograr cambios significativos en la sociedad estadounidense y contribuyó a la gestación de diversos movimientos sociales determinantes en la lucha afroamericana de la época. Al mismo tiempo lo hizo objeto de una continua persecución, no sólo por parte de sus opositores, sino también de los miembros de la Nación que nunca le perdonaron que abandonará la organización. Sufrió acosos y amenazas, pasando por diversos intentos de atentados, hasta el incendio con bombas de su último hogar familiar en Nueva York el 15 de febrero, día en que iba a presentar el documento de la Organización de la Unidad Africana. Los últimos días de Malcolm fueron muy complicados. El 21 de febrero de 1965, cuando se disponía a pronunciar un discurso en un mitin en el Harlem, Nueva York, aparentemente se suscitó un altercado que hizo que sus guardaespaldas se distrajeran, dejando a Malcolm X desprotegido. Tres hombres le dispararon once veces. Fue trasladado al hospital, pero no sobrevivió. Malcom X fue asesinado a la edad de treinta y nueve años.

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