Iris Salmerón Catalán
Sobreviviente de la represión
Después de la matanza de la Alameda realizada contra los henriquistas, en 1952, el gobierno mexicano instauró un sistema de represión contra los opositores al régimen autoritario, la cual se ha denominado en años recientes como Violencia Política de Estado. El objetivo era eliminar al “enemigo” de forma política o física y así garantizar un sistema “democrático y estable"[1].
En ese contexto, el estado de Guerrero fue un lugar problemático para las autoridades federales y, por supuesto, para el gobernador de la entidad Raúl Caballero Aburto. En el transcurso de su mandato surgió un movimiento estudiantil, el cual buscaba la desaparición del Colegio del Estado, pues no permitía el acceso a los hijos de campesinos, obreros o comerciantes; además, exigía la autonomía de la institución o bien la creación de la Universidad del Sur, que posteriormente se nombraría Universidad Autónoma de Guerrero[2].
Con el paso de los meses, las protestas y manifestaciones aumentaron de manera considerable. El 21 de octubre de 1960 Jesús Araujo Hernández, líder y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG), declaró una huelga general en la universidad[3]. A partir de ese momento, Aburto desplegó por medio de diversos cuerpos policiacos y elementos militares fuertes operativos contra las movilizaciones estudiantiles.
E punto de quiebre aconteció el 30 de diciembre de 1960, cuando hubo una masacre en la alameda Granados Maldonado, ubicada en el palacio municipal de Chilpancingo. El acontecimiento fue un parteaguas, ya que inició el periodo de “guerra de guerrillas” de líderes sociales como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas contra el hostigamiento del gobierno mexicano.
Asimismo, la magnitud de la tragedia fue captada por algunas fotografías pegadas a los cuerpos de las hermanas Iris y Eva Salmerón Catalán, quienes salieron del estado y llegaron en la noche a la Ciudad de México. En el lugar, buscaron al periodista Manuel Buendía, entonces director del diario donde Eva trabajaba; fue quien recibió las imágenes. Posteriormente se difundieron las fotos de la matanza, y gracias a la labor de la diputada federal Macrina Rabadán, el 4 de enero de 1961 el Congreso de la Unión declararía la desaparición de poderes en el estado de Guerrero. Meses después, Caballero Aburto dejaría la gobernatura para ser sustituido de manera provisional por Arturo Martínez Adame. Una vez instalado en el cargo, liberó a los estudiantes presos y otorgó la autonomía de la universidad en septiembre de 1963[4].




