Miguel Ramos Arizpe "El Comanche”, Padre del Federalismo Mexicano y precursor del Derecho Social
“Aunque clérigo y doctor en teología, nada parecía Arizpe menos que eclesiástico; solía decir de sí mismo, culpando el carácter remiso y frío de sus paisanos, que él no era mexicano sino comanche y aún por este nombre se le conocía en las Cortes, y en verdad había en todo él cierto aire de estos salvajes del norte, que tienen en su fisonomía una mezcla de candidez y de malicia, de energía y de suspicacia.”
 
Lucas Alamán
Historiador, escritor y político
 
 

El político mexicano Miguel Ramos Arizpe nació en un lugar llamado Valle de las Labores —después conocido como San Nicolás de la Capellanía, hoy Ramos Arizpe, Coahuila— o Nueva Extremadura, el 15 de febrero de 1775. Fue un gran activista político, eclesiástico, diputado por la Villa de Santiago del Saltillo y por la provincia de Coahuila (virreinato de Nueva España) en las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, España (1810-1813). A su regreso fue constituyente en 1824 en México y ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos. Fue un federalista convencido. de claro entendimiento y muy dado a los libros, recto, justo, laborioso y generoso en extremo para proteger a los pobres. Comenzó sus estudios en Saltillo. En el Seminario de Monterrey profundizó en latín, filosofía, teología y el curso de artes. La dominante animadversión entre criollos y peninsulares —a la que se sumaba su carácter fuerte, dominante, absorbente y un tanto rudo por su crianza en actividades agrícolas— hizo que no fuera muy bien recibido por el obispo y que éste pronto se convirtiera en un obstáculo para su carrera. Su tenaz decisión para estudiar y buscar mediante concursos varios curatos en ciudades importantes era vetada por el Obispo Marín de Porras, pero Miguel no se desanimaba: mientras, se consagró al servicio a la comunidad, fundando escuelas y dedicándose a la enseñanza[1].

Posteriormente se trasladó a la ciudad de Guadalajara, donde se graduó de Bachiller en Filosofía y Leyes. En 1803, Ramos Arizpe fue ordenado presbítero en la Ciudad de México. Prosiguió sus estudios y, entre 1807 y 1808, obtuvo los títulos de licenciado y doctor en Cánones, en Guadalajara[2].

La crisis política y constitucional, como consecuencia de la invasión napoleónica a la Península Ibérica, la abdicación del rey y la renuncia del príncipe heredero al trono abrió para el persistente joven Ramos Arizpe la oportunidad de liberarse, por fin, del cerco tendido en su contra por el obispo Primo Feliciano Marín de Porras. La Regencia, nombrada por la Suprema Junta Central de Sevilla, convocó el 14 de febrero de 1810 a todas las provincias españolas, incluidas las de América, a elegir diputados, que deberían reunirse en España en septiembre de ese año. Cada provincia debía nombrar un diputado y el nombramiento lo tenía que hacer el Ayuntamiento de la capital. El Ayuntamiento de Saltillo —en aquel entonces único en toda la provincia de Coahuila— realizó un sorteo donde resultó asignado Ramos Arizpe —en ausencia, dado que desde el 15 de junio estaba preso en el Convento de los Carmelitas Descalzos por la mala voluntad y persecución del obispo Porras—. Aduciendo atender asuntos personales consiguió autorización para salir de su encierro y presentar su examen en el Colegio de Abogados de México el 4 de agosto de 1810, recibiendo el título de doctor en Leyes, tras de lo cual, fue incorporado como miembro del Real Colegio de Abogados de México. Fue notificado como representante en las Cortes, encontrando la oposición del obispo, pero por la intervención del Virrey Venegas se determinó que Ramos Arizpe se trasladara a España a atender las Reales Órdenes[3].

Su permanencia en las Cortes —tanto extraordinarias y constituyentes como en la primera ordinaria— fue del 21 de marzo de 1811 al 10 de mayo de 1814 y su desempeño fue notable. Se distinguió por su postura progresista y la defensa de los puntos de vista americanos. Defendió la idea de que los diputados no deberían representar exclusivamente a su circunscripción.” [4].

Propuso frente a las Cortes, aunque sin lograr su aprobación, el reconocimiento de la ciudadanía a los negros españoles sin distinciones, mismas que él consideraba discriminatorias. Señaló además el deseo de que se borraran las diferencias odiosas tales como: gachupín, criollo, indio, mulato, coyote, para que no hubiera más diferencia que la que inducía la virtud y el merecimiento. Aducía razones de justicia y equidad, puesto que las cargas tributarias recaían sobre labradores, mineros, manufactureros y éstos, en su mayor parte, pertenecían a las castas[5].

Al regreso de Fernando VII al trono de España, y abolida la Constitución, las Cortes fueron disueltas y muchos de sus miembros sufrieron la cárcel. Ramos Arizpe fue el más denunciado por considerarse peligroso políticamente, debido a lo cual pasó desde 1815 hasta 1820 incomunicado en una prisión de Valencia, España. Al restituirse en enero de 1820 la Constitución, fue liberado en marzo. Muy pronto se trasladó a Madrid y, respondiendo a la convocatoria lanzada a Cortes ordinarias, obtuvo la representación, desde donde pugnó por la independencia de América. En 1822 regresa a México, y participó en la configuración legal de la nueva nación en el proyecto federalista mexicano y en la defensa de la autonomía municipal. Fue diputado al Congreso Constituyente entre 1823 y 1824. La propuesta sobre el derecho a la educación del “Comanche”, como se definía y le llamaban a Ramos en las Cortes de Cádiz y en México, dejó precedentes en sendas Constituciones, lo que define al abogado como precursor de un Derecho Social. Así lo expuso en las Cortes en 1812: “La educación pública es uno de los primeros deberes de todo gobierno ilustrado, y sólo los déspotas y tiranos sostienen la ignorancia de los pueblos para más fácilmente abusar de sus derechos (…) habiendo yo observado más de una vez el cuidado que se pone en que los hijos de los sirvientes no aprendan a escribir, por creer algunos amos que llegando a esa que se llama ilustración, solicitarán otro modo de vida menos infeliz, rehuyendo la dura servidumbre en que han vivido sus padres”. Para Ramos Arizpe era necesario establecer un sistema adecuado de Educación Pública para toda la población; una real Administración de Justicia, que realmente ejerza justicia sin los vicios del anterior régimen y, finalmente, un fomento real a población, con hombres y mujeres libres[6].

Miguel Ramos Arizpe, el preclaro hombre que en su actuar siempre buscó la equidad, la igualdad y la justicia para toda la raza humana, sin distingo de orígenes, falleció el 28 de abril de 1843 en Puebla. Fue declarado Benemérito de la Patria por el Congreso de la Unión.


[1] http://biblio.juridicas.unam.mx/ Ramos Arizpe la gestación del federalismo. Pantoja Moran David
[2] http://enciclopedia.udg.mx/articulos/ramos-arizpe-jose-miguel
[3] http://biblio.juridicas.unam.mx/ Ramos Arizpe la gestación del federalismo. Pantoja Moran David
[4] http://dbe.rah.es/biografias/95642/jose-miguel-ramos-de-arizpe
[5] http://biblio.juridicas.unam.mx/ Ramos Arizpe la gestación del federalismo. Pantoja Moran David
[6] http://biblio.juridicas.unam.mx/ Ramos Arizpe la gestación del federalismo. Pantoja Moran David

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