Se les conoce como Mártires de Tacubaya a los militares y civiles del bando liberal que fueron fusilados a consecuencia de su derrota en la batalla de Tacubaya por el bando conservador durante la Guerra de Reforma en México, la madrugada del 11 de abril de 1859, siendo el general conservador Leonardo Márquez uno de sus principales actores. La Guerra de Reforma, también conocida como de los Tres Años, fue una de las guerras más sangrientas que vivió México. Inició en 1858, algunas décadas después de la Independencia de México, y terminó con la derrota de los conservadores, dirigidos por Miguel Miramón en la batalla de Calpulalpan el 22 de diciembre de 1860. Uno de los episodios de este conflicto fue precisamente el de aquel 11 de abril, cuando se ordenó el fusilamiento de 53 hombres en el poblado de Tacubaya[1].
Antes de que se desarrollara la acción de guerra, corrió en la ciudad la noticia de que el ejército liberal contaba con muy pocos médicos; por eso, un grupo de jóvenes estudiantes se presentaron como voluntarios para auxiliar en la atención y curación de los heridos que resultaran de ambos bandos[2].
En la madrugada del 11 de abril Leonardo Márquez dispuso el ataque en el que ambas partes sufrieron cuantiosas pérdidas, pero resultó adverso al General Santos Degollado y las fuerzas liberales fueron derrotadas. Los conservadores fueron superiores a los liberales y el general Santos Degollado, viendo la imposibilidad de resistir, ordenó la retirada. Reunidos en el convento de San Diego, Miguel Miramón ordenó a sus generales Mejía, Márquez y Orihuela la ejecución de los prisioneros. Los primeros en ser conducidos al paredón fueron los oficiales y jefes derrotados[3].
Leonardo Márquez, a diferencia de su oponente liberal, ya era un experimentado militar que había participado en la defensa del territorio nacional durante la invasión norteamericana de 1846 a 1848, destacándose en la batalla de la Angostura o Buenavista, en la cual capturó varias posiciones dando evidentes muestras de valor. Como después se pudo notar en los fusilamientos de Tacubaya, Leonardo Márquez era capaz de cometer grandes atrocidades contra militares, e incluso contra civiles, con tal de cumplir sus objetivos, engrandecer su nombre y conseguir la victoria del bando conservador. Su violencia y falta de escrúpulos se harían patentes después de la victoria que conseguiría en la población de Tacubaya, la cual le costó entre 800 y mil hombres al bando liberal, entre heridos y fallecidos[4].
Los médicos escucharon los disparos de las primeras ejecuciones, no obstante, continuaron con su labor, negándose a abandonar a sus pacientes. De pronto, irrumpió la soldadesca y con violencia separó a los facultativos y estudiantes del lecho de los heridos. El general Miguel Miramón ordenó el arresto y la ejecución de los sobrevivientes, acción despreciable que empezó a hacerse habitual al agudizarse la guerra de Reforma, generando un terrible odio entre ambos bandos, lo que a su vez desencadenaría asesinatos “personales” de militares y políticos como Melchor Ocampo, Leandro Valle y el propio Santos Degollado. En esta terrible acción fueron incluidos vecinos del lugar, niños y médicos que en el momento de la tragedia se encontraban auxiliando a los heridos. Los mártires de Tacubaya denuncian las acciones emprendidas por la facción militar conservadora para llegar al poder y desconocer a la Constitución de 1857[5].
[1] https://lopezdoriga.com/opinion/1859-la-guerra-de-reforma-y-los-martires-de-tacubaya/
[2] https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Los_martires_de_Tacubaya_11_de_abril_de_1859_
[3] https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/Los_martires_de_Tacubaya_11_de_abril_de_1859_
[4] https://lopezdoriga.com/opinion/1859-la-guerra-de-reforma-y-los-martires-de-tacubaya/
[5] http://www.elem.mx/obra/datos/231612




